El movimiento de los brazos al correr es una parte fundamental de nuestra técnica y puede tener un impacto significativo en nuestro rendimiento. Si alguna vez te has preguntado por qué tendemos a doblar los codos al correr, has llegado al lugar correcto.
La importancia de los brazos en la carrera
Antes de sumergirnos en las razones detrás del doblado de los codos al correr, es importante comprender la importancia de los brazos en la carrera. Aunque a menudo nos centramos en la técnica de las piernas, los brazos desempeñan un papel crucial en el impulso y el equilibrio durante la carrera.
Cuando corremos, nuestros brazos trabajan en conjunto con nuestras piernas para mantener el ritmo y la estabilidad. El movimiento de los brazos ayuda a contrarrestar el movimiento de las piernas y proporciona un equilibrio dinámico. Además, los brazos también contribuyen a la potencia de nuestros pasos y ayudan a mantener un buen impulso hacia adelante.
¿Por qué doblamos los codos al correr?
Ahora que comprendemos la importancia de los brazos en la carrera, es momento de abordar la pregunta principal: ¿por qué doblamos los codos al correr? Varios estudios científicos han investigado este fenómeno y han proporcionado algunas explicaciones interesantes.
Un artículo publicado en el Journal of Experimental Biology sugiere que el doblado de los codos al correr puede ser una forma de compensación mecánica. Según los investigadores, al doblar los codos, reducimos el radio de giro del brazo y, por lo tanto, el esfuerzo de torsión del músculo del hombro. Sin embargo, este movimiento también aumenta el esfuerzo de torsión del codo.
Esta compensación mecánica puede favorecer la eficiencia energética al caminar y correr. En un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard, se observó que mantener los brazos doblados mientras caminamos aumenta el costo de energía en un 11%. Este aumento en el consumo de energía puede explicar por qué tendemos a mantener los brazos estirados al caminar.
La mecánica del movimiento de los brazos al correr
Para comprender mejor la mecánica del movimiento de los brazos al correr, los investigadores llevaron a cabo un estudio en el que analizaron el movimiento de los brazos de ocho corredores mientras caminaban y corrían en una cinta de correr. Durante el estudio, se colocaron marcadores reflectantes en los hombros, codos y muñecas de los participantes para capturar el movimiento en 3D.
Los resultados del estudio demostraron que el doblado de los codos al correr reduce el esfuerzo de torsión de los hombros y aumenta el esfuerzo de torsión del músculo del codo tanto en la caminata como en la carrera. Además, se observó que el doblado de los codos también aumenta el consumo de oxígeno en un 11% al caminar y al correr.
Estos hallazgos respaldan la idea de que el doblado de los codos al correr puede ser una forma de optimizar la eficiencia energética. Al mantener los brazos doblados, podemos reducir la carga en los músculos del hombro y, al mismo tiempo, aumentar la potencia generada por el movimiento de los brazos.
Reglas de oro para el movimiento de los brazos al correr
Ahora que hemos explorado las razones detrás del doblado de los codos al correr, es hora de establecer algunas reglas de oro para aprovechar al máximo nuestros brazos mientras corremos. A continuación, te presentamos algunas pautas a tener en cuenta:
Mantén los brazos relajados y sueltos
Cuando corres, es importante mantener los brazos relajados y sueltos. Evita tensar los músculos de los brazos, ya que esto podría afectar tu técnica y aumentar la fatiga muscular. Mantén un agarre suave con las manos y evita apretar los puños con demasiada fuerza.
Dobla los codos a un ángulo natural
En lugar de enfocarte en mantener un ángulo específico en los codos, concéntrate en doblarlos a un ángulo natural y cómodo para ti. La mayoría de los corredores encuentran que un ángulo de aproximadamente 90 grados en los codos funciona bien, pero esto puede variar según tus propias proporciones corporales.
Mantén los brazos cerca del cuerpo
Al correr, trata de mantener los brazos cerca del cuerpo. Evita que los brazos se balanceen hacia los lados o se crucen por delante del torso. Mantener los brazos cerca te ayudará a mantener un movimiento más eficiente y a evitar cualquier interferencia con el balanceo de las piernas.
Balancea los brazos hacia adelante y hacia atrás
El movimiento de los brazos al correr debe ser en un patrón de balanceo hacia adelante y hacia atrás. A medida que avanzas, tus manos deben trazar una línea diagonal desde el esternón hacia el costado del cuerpo. Evita mover los brazos de forma lateral o giratoria, ya que esto puede interferir con tu equilibrio y ritmo de carrera.
Coordina el movimiento de los brazos con el impulso de las piernas
Recuerda que el movimiento de los brazos debe estar coordinado con el impulso de las piernas. A medida que levantas una pierna, el brazo opuesto debe moverse hacia adelante. Esta sincronización entre los brazos y las piernas te ayudará a mantener un ritmo constante y una técnica eficiente.
Practica la técnica de los brazos durante el entrenamiento
Al igual que con cualquier aspecto de la carrera, la práctica es fundamental. Dedica tiempo durante tus entrenamientos para enfocarte en la técnica de los brazos. Realiza ejercicios específicos para fortalecer los músculos de los brazos y practica el movimiento correcto mientras corres a diferentes velocidades.
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