La alfalfa es una planta rica en minerales, vitaminas y compuestos vegetales como los flavonoides, fitoestrógenos, ácidos fenólicos y saponinas que sirven para tratar algunas afecciones y mejorar la salud. Una de las formas de obtener sus beneficios es el té de alfalfa, que ayuda a la pérdida del peso, controlar la diabetes y a proteger el hígado.
Los beneficios de la alfalfa están avalados por la ciencia y durante años se ha usado como remedio casero, ya que tiene propiedades “farmacológicas como las actividades antiinflamatorias y antioxidantes”, indica estudio publicado en Wiley Online Library.
3 beneficios de la alfalfa
La alfalfa es rica en vitamina K aportando el 13% de la cantidad diaria recomendada en una porción, también es rica en fibras.
Otro de los beneficios es que podría reducir el colesterol malo, ya que las saponinas son unos compuestos orgánicos de la planta y que son conocidas por la absorción de colesterol en los intestinos.
1) Ayuda a la pérdida de peso por su alto nivel de fibras y agua que generan una sensación de saciedad al consumirla, lo que influye en la pérdida del apetito y de esta manera favorece la perdida de peso.
Este alimento es bajo en calorías, aportando tan solo 23 kcal cada 100 gr, por lo que se recomienda incluirlo en las dietas diseñadas para la pérdida de peso.
2) Previene el daño hepático por contener una gran cantidad de sustancias antiinflamatorias y antioxidantes, entre ellos los fenoles y flavonoides que tienen un efecto regulador de enzimas hepáticas. Esto previene el daño en el hígado causado por tóxicos e incluso la nicótina, además ayuda a desintoxicar el cuerpo, según un estudio de Wiley Online Library.
3) Contribuye a controlar la diabetes porque contiene compuestos que estimulan la secreción de insulina, lo que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre. Otro elemento presente en las alfalfas, el manganeso en altas cantidades, tiene contiene propiedades hipoglucémicas.
Así puedes preparar el té de alfalfa
Una de las formas más populares de consumir la alfalfa es en té o infusiones que se preparan con las hojas secas y raíces de esta planta medicinal.
La preparación es similar a la de otros tés, solo deben tener a la mano 20 g de hojas secas y raíz de alfalfa y medio litro de agua.
Lo primero que debes hacer es hervir el agua, apagar el fuego y añadir la alfalfa. Luego se deja reposar durante unos 5 minutos, se cuela y se agrega el endulzante de tu preferencia. De acuerdo con el sitio especializado, Tua Saude se pueden beber hasta 3 veces al día.
Otras formas de consumir alfalfa
Brotes de alfalfa: se pueden incorporar en la alimentación para sándwiches, ensaladas y otras preparaciones.
Cápsulas de alfalfa: se venden en farmacias y tiendas naturistas. Se preparan con el extracto seco de esta planta medicinal en dosis entre 400 mg a 650 mg de alfalfa por cápsula.
El consumo de alfalfa puede ser un complemento para la alimentación, pero no se debe ver como un tratamiento médico, ser recomienda acudir a un especialista para tratar asuntos relacionados con la salud.
Contraindicaciones y efectos secundarios
Como todo alimento, la alfalfa se debe consumir con moderación, ya que de lo contrario pueden surgir síntomas como exceso de gases, dolor abdominal o diarrea.
También es importante tomar medidas para una desinfección correcta de los brotes de alfalfa para evitar contaminaciones con salmonela, E. coli y listeria.
Este tipo de infecciones intestinales con síntomas como cólicos intestinales, diarrea intensa, náuseas, vómitos y fiebre.
Otra de las recomendaciones es evitar ser utilizada por niños menores de 5 años, personas mayores de 65 años o aquellos que tengan enfermedades autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, gota o esclerosis múltiple.
Tampoco se debe consumir en caso de estar tomando medicamentos fotosensibilizantes, como antibióticos, antiarrítmicos, antidepresivos, diuréticos o pomadas para la piel, ya que puede aumentar el riesgo de quemaduras solares, reseña Tua Saude.
Se debe evitar el consumo de alfalfa en mujeres embarazadas o que estén utilizando anticonceptivos hormonales, terapia de reemplazo hormonal con estrógeno o que tengan condiciones de salud como endometriosis, cáncer de mama, cáncer uterino, cáncer de ovario o fibrosis uterina, debido al efecto estrogénico de la alfalfa.
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