- Armando “Marino” Rodríguez se desempeñaba como prestamista y se dedicaba a la compra y venta de vehículos usados. El 14 de marzo de 2022 salió de su residencia en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste para comprar un carro en Villa Altagracia y desde entonces se desconoce su paradero. Para su hermana Seria Rodríguez, si las autoridades fueran más diligentes con el levantamiento oportuno de las cámaras de vigilancia e indagaran más sobre la sospecha que tiene la familia, algo se hubiera sabido del paradero de su hermano.
- Juan Julio Beltré Ferreras desapareció el 8 de noviembre del año 2023 en Barahona. Sus padres denunciaron que las autoridades perdieron un tiempo valioso para su localización, ya que el celular del joven permaneció encendido cinco días después de su desaparición.
- Del niño Kendry Alcántara no se sabe nada desde el 2 de abril de 2022. Para la fecha, tendría seis años. Desapareció como una aguja en un pajar en el barrio Los Montones, del municipio de Juan de Herrera, provincia San Juan. Sus padres no saben a ciencia cierta cómo desapareció, solo que se perdió mientras su madre maquillaba a una vecina. El pequeño apenas estaba aprendiendo a hablar. La cámara de seguridad más cercana distaba de la vivienda de Kendry. “Nadie vio nada”. La Policía de San Juan no se involucró en la búsqueda del menor cuando le fue notificada la desaparición, a espera de “las 24 horas reglamentadas”, la comunidad enardecida hizo dos protestas para que las autoridades le prestaran atención al caso.
Estos son solo tres de los tantos casos de desaparecidos que permanecen abiertos. La cantidad de personas que desaparecen y que no han sido localizadas con el pasar de los años resulta una situación alarmante en República Dominicana ante la ausencia de políticas públicas para dar respuestas a cientos de familias que atraviesan un duelo sin fecha de vencimiento.
El Centro de Estudios de Seguridad y Defensa (Cesede) de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode) hizo un diagnóstico de este problema, tras la divulgación constante de desaparecidos en los medios de comunicación.
El primer diagnóstico abarcó los años de 2017 al 2022, revelando que fueron reportados a la Policía Nacional 1,183 desaparecidos, de los cuales 740 fueron localizados, que corresponden al 63 %, y 443 siguen sin aparecer, es decir un 37 %.
La directora del Cesede, Josefina Reynoso y el general retirado de la Policía Nacional, Braulio Feliz, ambos expertos en temas de seguridad, encabezaron esta investigación y comentaron que, de estos seis años de estudio, el año 2020, el de la pandemia del COVID-19, fue el que menos casos registró para un total de 105 personas, de las cuales 85 fueron encontradas.
Sin embargo, el año 2022, año en el que Diario Libre realizó la serie “Desaparecidos en RD“, fue en el que más personas fueron reportadas desaparecidas, para un total de 372, de esta cantidad, solo 173 habían sido encontradas al momento de realizar el diagnóstico.
Diario Libre puede afirmar que de los 25 casos que trabajó de cerca en ese año, ninguno está cerrado.
El diagnóstico precisa que el 15 % de las personas que desaparecieron en 2022 padecen de alguna discapacidad cognitiva, autismo o enfermedad mental, como alzhéimer, depresión, esquizofrenia, pérdida de la memoria, entre otros.
De ese 15 %, el 35 % son personas que padecen de alzhéimer, una enfermedad degenerativa que afecta la memoria.
El investigador Feliz detalló, además, que el 46 % de los casos fueron reportados en Santo Domingo. Le suceden, en menor porcentaje, el Distrito Nacional, San Cristóbal, La Romana, San Juan, Monseñor Nouel y Duarte.
Año 2023
De manera preliminar, Reynoso indicó que el levantamiento que realizaron en 2023 establece que en ese año fueron reportados a la Policía Nacional 242 desaparecidos, que junto a los 1,183 del 2017-2022 totalizan 1,425.
Dijo que de ese dato no ha obtenido cuántos casos fueron cerrados y cuántos permanecen abiertos. Pero sí detalló que Santo Domingo, La Romana y San Cristóbal fueron las zonas con más reportes.
Precisó que las cifras aportadas corresponden a denuncias formalizadas en la Policía Nacional, advirtiendo que pudieran ser más los casos que no llegan a reportarse por diversos factores, entre ellos el estigma y el desconocimiento de los procedimientos.
Debilidades del sistema
Los familiares de desaparecidos y los expertos consultados coinciden que las mayores debilidades en la búsqueda de los desaparecidos radican en el poco apoyo del estado y la ausencia de políticas públicas.
“No hay ninguna norma o reglamento que indique que haya que esperar 72 o 48 horas para reportar un desaparecido, pero aun en la legislación dominicana no hay ningún artículo que se refiera a los desaparecidos, salvo el Código Civil que trata la figura de la persona ausente para la preservación u tutela de sus bienes”, acotó.
Feliz, que es un general retirado de la Policía Nacional, consideró que la búsqueda de los desaparecidos no debe dejarse únicamente al organismo del orden, sino que debe haber una articulación de todos los organismos de seguridad para dar respuesta a cientos de familias desesperadas.
Actualmente, los casos son investigados por el Departamento de Desaparecidos de la Policía Nacional que funciona en el edificio donde está ubicada la Dirección Central Antipandillas en el Distrito Nacional.
Desde hace años se ha denunciado la falta de recursos y el poco personal asignado que tiene esta instancia para realizar su labor.
Los parientes de desaparecidos de todo el país se ven obligados a viajar a la capital para denunciar la desaparición de sus parientes y darle seguimiento a la investigación. Esto representa un gasto de bolsillo importante y no siempre supone algún resultado positivo.
Seria Rodríguez ha sido constante en la búsqueda de su hermano Marino, viaja todas las semanas a la Fiscalía de Santo Domingo Oeste, al destacamento policial y al Departamento de Desaparecidos en busca de respuestas.
Grito desesperado
Hace 12 años, un joven fotógrafo llamado Juan Díaz Lora desapareció a la edad de 21 años cuando disponía encontrarse con unos clientes en la avenida Luperón. Su madre, la señora Juana Lora, dijo a Diario Libre que todo apuntaba a que un dominicano radicado en España tuvo que ver con la desaparición de su hijo porque éste lo amenazó en la red social Facebook en disputa por el amor de una mujer.
Narró que el gobierno español lo llegó a apresar, pero nunca fue extraditado a la República Dominicana. “Él era y es para mí el único sospecho de la desaparición de mi hijo, pero las autoridades fueron muy negligentes, no hicieron nada para extraditarlo y el gobierno español lo liberó a los 65 días”, explicó entre lágrimas.
De Díaz Lora no se sabe nada hasta hoy. Su madre ha requerido asistencia psicológica y psiquiátrica para poder sobrevivir a la ausencia de su hijo.
Así como Juana, se encuentra Yocasta Díaz, madre de Alexander Sang, el joven que desapareció el 18 de mayo de 2022 y Frayla Méndez, quien acusó a su expareja de la desaparición de su hijo Luis Ángel hace dos años.
No todas las familias dolientes tienen acceso a una atención psicológica y las que sí manifiestan que la terapia y la fe en Dios, es lo que les ayuda a mantenerse en pie.
La mayoría de los parientes consultados se manifiestan esperanzados en que sus desaparecidos aparezcan algún día y con vida, a pesar de llevar hasta más de una década sin saber de ellos.
Un duelo sin fecha de vencimiento
Consultado por Diario Libre, el psiquiatra y expresidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, José Miguel Gómez, expresó que los familiares de los desaparecidos son quienes más sufren esta situación y los que menos apoyo estatal reciben para darle una resolución a este problema. En su mayoría terminan padeciendo afecciones mentales que deben tratarse con psicofármacos y psicoterapias, tales como el trastorno del ánimo, insomnio, depresión, etc.
Explicó que los parientes de personas desaparecidas, los más cercanos, transitan varias rutas psicoemocionales que van desde el shock, la impotencia, sentimientos de culpa, estrés postraumático, la depresión y pocos logran llegar a la fase final: “la resignación”.
“Mi intuición me dice que algún día puede llegar, pero se me ha estropeado tanto el corazón que para serte sincera, ya no sé si mi corazón siente o no siente“, dijo entre lágrimas Juana Lora.
“Conduélanse de mí, que tengo mi alma destrozada, yo jamás he vuelto a tener vida, yo no tengo vida, yo solo respiro porque tengo que saber qué pasó con mi hermano, necesito antes de morirme una respuesta de qué pasó con mi hermano”, dijo entre sollozos Servia Rodríguez como un llamado a las autoridades.
“Creemos que mi hijo está vivo y que alguien lo tiene y se lo llevó lejos. Yo le pido, que me devuelva a mi hijo, que ya han pasado dos años”, expresó Adenny Alcántara, padre de Kendry.
Gobierno y desaparecidos
Desde 2022, decenas de familias de desaparecidos han realizado varias manifestaciones en reclamo de respuesta por parte de las autoridades y la implementación de un correcto sistema de búsqueda de los desaparecidos en el país.
El diputado Orlando Jorge Villegas depositó un proyecto de ley de Alerta Amber en el país, implementada exitosamente en otras naciones para la búsqueda de desaparecidos, sin embargo, quedó estancado en la comisión de Interior y Policía de la Cámara de Diputados.
Una fuente reveló a Diario Libre que esta pieza no ha sido estudiada por la comisión por falta de quórum, a casi dos años de su depósito en la cámara legislativa.
Sin embargo, como una luz al final del túnel recibieron los familiares de desaparecidos el anuncio del presidente durante una rueda de prensa de la Mesa de Seguridad en agosto de 2023 de la creación de una comisión que estudiaría el Sistema de Alerta Amber para su implementación en República Dominicana, aunque recibe otro nombre.
Al ser consultado por Diario Libre, el congresista Jorge Villegas aseguró que la comisión está integrada por el Alto Comisionado para la Reforma Policial, directivos de la Policía Nacional, la Fiscalía de Niños, Niñas y Adolescentes, del Ministerio de Interior y Policía, el Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel), por él como representante del Congreso, entre otras instituciones.
El diputado adelantó que los trabajos de esta comisión “están bien avanzados” a diferencia del proyecto de ley, para que de manera administrativa se comience a articular los organismos de seguridad en la búsqueda de los desaparecidos.
- “Hemos hecho pruebas de la aplicación de la Alerta Amber con menores de edad en el país y han sido efectivas, entiendo que en algunos meses se va a lanzar oficialmente”, aseguró el congresista.