Helmut Marko es, sin duda, uno de los nombres más respetados en la Fórmula 1 y el automovilismo en general, pero para cualquiera que lo vea desde fuera, con ya 81 años, puede parecer una simple persona que dirige el Red Bull Junior Team con mano de hierro, debido a sus constantes cambios de pilotos durante la temporada.
En cuanto al automovilismo de competición, no es solo la persona responsable del baile de sillas, si no que tuvo una gran trayectoria como piloto.
Desde su infancia, Helmut Marko tuvo como uno de sus mejores amigos otro nombre conocido en la competición, Jochen Rindt, fallecido en un accidente en Monza en 1970. Según el biógrafo oficial del austriaco, David Tremayne, los dos chavales apostaban en carreras de motos en las calles, fueron expulsados de la escuela juntos y también vieron a su primer médico de cabecera juntos, en Nurburgring en 1961. Y, para él, Jochen Rindt es responsable de su vida en el automovilismo.
“Jochen me inyectó la fiebre de las carreras”, dijo Helmut Marko en una entrevista en la web oficial de la Fórmula 1. “Siempre estuvimos interesados en la competición, pero no tenía confianza en mí, pero cuando Jochen fue a Inglaterra y tuvo éxito, pensé, ‘Si puede, ¿por qué yo no?’, pero yo, y todos los austriacos que llegaron después, tenemos que agradecerle que nos abriera las puertas”.
Antes de centrarse en el automovilismo, Helmut Marko fue a la Universidad de Graz, en Austria, donde se graduó en Derecho en 1967, pero su verdadera pasión estaba en la pista.
En 1970, Helmut Marko compitió por primera vez en las 24 horas de Le Mans con un Porsche 908 y directamente ganó en la categoría P 3.0, junto a su compatriota Rudi Lins. Al año siguiente, el austriaco volvió a competir en Le Mans y no solo ganó, sino que logró el primer lugar absoluto de la carrera.
También compitió en uno de los eventos míticos de la historia del automovilismo, la Targa Florio, que se disputaba en Sicilia, Italia. En la penúltima edición del evento, Helmut Marko obtuvo el récord de vuelta que nunca se pudo superar debido a su cancelación definitiva.
A bordo de un Alfa Romeo con motor V12, cubrió los 72 kilómetros del circuito, que estaba compuesto por tramos de montaña y calles reviradas y estrechas que atravesaban pequeñas poblaciones, con un tiempo de 33 minutos y 41 segundos, con una velocidad promedio cercana a los 128 km/h.
Seis semanas después de su logro en la Targa, participó en el Gran Premio de Fórmula 1 de Francia, que, en ese momento, tenía lugar en el Circuito de Charade en Clermont-Ferrand. Mientras estaba en la pista, una piedra lanzada por Lotus de Emerson Fittipaldi golpeó su casco y atravesó su visor. El incidente le costó al austríaco su ojo izquierdo, poniendo fin a su carrera como piloto que, en la Fórmula 1, constó solo de nueve citas entre 1971 y 1972.
“Al principio, piensas que es el fin del mundo”, dijo Marko en una entrevista con Tremayne. “Entonces descubres que hay vida después de eso”.
Helmut Marko pasó un tiempo alejado del automovilismo, participando en otras actividades, pero su pasión demostró ser muy potente. Se involucró nuevamente con este mundo, trabajando para fabricantes de coches como Ford y Renault, además de ser el propietario de equipos en varias categorías, como Fórmula 2, 3 y 3000.
En uno de los campeonatos en los que participó, en turismos alemanes, tuvo como piloto a Franz Klammer, campeón olímpico de descenso de 1976: “Fue un buen piloto. Sin suerte, pero bueno”.
Durante este período, en 1990, comenzó su relación con Dietrich Mateschitz, y en una entrevista con el periódico británico The Guardian dijo: “Cuando nos conocimos, no tenía presupuesto para participar en nada, pero Red Bull creció cada vez más y la asociación parecía natural”.
“El primer paso fue la creación de la Academia, que fue una gran oportunidad para los pilotos jóvenes. Luego tuvimos que ponerlos en algún lugar, y el paso natural fue comprar un equipo de Fórmula 1. Pronto nos dimos cuenta de que estar en la Fórmula 1 era algo, pero ganar era otra cosa muy diferente, así que cambiamos nuestro planteamiento”, aseguró.
El papel de Dietrich Mateschitz pasó a ser mucho más activo cuando quiso pasar de patrocinador a propietario de una escudería, y surgió la oportunidad de arrebatar a Ford la difícil Jaguar. Junto con Christian Horner, Helmut Marko escucharía al dueño de Red Bull y seguiría teniendo voz y voto en las alineaciones de pilotos y su escudería hermana, Toro Rosso.
La Academia se estrenó oficialmente en 2001, pero dos años antes, el binomio Red Bull-Helmut Marko ya había comenzado a dar sus primeros pasos en el deporte motor. El austriaco era dueño de un equipo, el RSM Marko, que compitió en los campeonatos F3 y F3000 y pasó a llamarse Red Bull Junior, con los brasileños Enrique Bernoldi y Ricardo Maurício como pilotos.
El mayor éxito de Helmut Marko en sus años como asesor de Red Bull fue sin duda Sebastian Vettel. Red Bull fichó al alemán cuando tenía 12 años y pronto se convirtió en alumno del austriaco, ya que formó parte de la Academia desde su creación en 2001: “Fue increíble, un niño de 15 años le dijo a un equipo establecido que ganar cada carrera no era suficiente”.
El trío Vettel-Marko-Red Bull creó uno de los mayores dominios de Fórmula 1 en las últimas décadas, ganando cuatro campeonatos consecutivos, tanto de pilotos como de constructores.
Sin embargo, encontraron un sucesor para el germano en el prodigio holandés, Max Verstappen, aunque el no pasó por el equipo junior. Preciado a sus 17 años tras arrasar en el karting y en las categorías inferiores, el neerlandés habló con varios equipos, pero solo Helmut Marko y Red Bull pudieron garantizarle un asiento en el Gran Circo para la temporada 2015, en Toro Rosso. El rápido ascenso desde la F3 demostró que el austriaco y Christian Horner no tenían miedo de tomar decisiones, y por lo tanto fue solo una pequeña sorpresa cuando lo ascendieron a Milton Keynes para el Gran Premio de España 2016 en detrimento de Daniil Kvyat, carrera que ganó.
Además de ellos, otros pilotos pasaron por el Red Bull Junior Team, que Helmut Marko sigue liderando actualmente. Entre ellos, Vitantonio Liuzzi, Jaime Alguersuari, Sebastien Buemi, Daniel Ricciardo, Jean-Éric Vergne, Daniil Kvyat, Carlos Sainz, Alexander Albon, Yuki Tsunoda o Liam Lawson.
Por mucho que Marko diga que se divirtió mucho en su época como piloto, asegura que el enfoque de la Red Bull Academy es bastante diferente, creando una competencia entre sus miembros: “Cuanto más los cuidas, peor es. Necesitan sobrevivir”.
Así debutó cada piloto en Red Bull Racing
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En este artículo
Guilherme Longo
Fórmula 1
Helmut Marko
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