La entrada de Cadillac en la Fórmula 1 a partir de la temporada 2026 se hizo oficial, y los aficionados a las carreras estadounidenses se alegran. Tener una marca tan emblemática como General Motors en el Gran Circo es algo muy importante, y beneficiará tanto a General Motors como al campeonato mundial, porque los norteamericanos tienen un pedigrí que pocos pueden igualar, ya que sus marcas ganaron desde las 500 Millas de Daytona hasta las 500 Millas de Indianápolis con Chevrolet, así como eventos como las 24 Horas de Le Mans con Corvette, y la Bathurst 1000 con Holden.
Y el propia Cadillac cosechó muchos éxitos recientes en las carreras de coches deportivos, como las 24 Horas de Daytona en cuatro años consecutivos. Es una hazaña que solo logró otro fabricante como es Porsche, pero la marca aún no se enfrentó al reto de la máxima categoría, a menos que se quiera contar la participación en la década de 1950, cuando las 500 Millas de Indianápolis contaban para el calendario.
Esa llegada tenía que producirse más pronto que tarde, especialmente con el drama que rodea a la undécima escudería. La Fórmula 1 no se hizo ningún favor al rechazar a Andretti, alegando que la entrada “no aportaría, por sí sola, valor al campeonato”, por lo que perdieron buena parte del trabajo que llevaron a cabo en Estados Unidos, y eso no se olvidará fácilmente.
Sin embargo, los aficionados pueden ahora poner su pasión detrás de una verdadera propuesta americana, y es probable que ahora estén aún más incentivados para apoyar esta nueva escudería de Estados Unidos contra los titanes ya establecidos. En cuanto a Haas, hace tiempo que desaprovechó la oportunidad de convertirse en el hogar de los aficionados estadounidenses, parecían querer mezclarse con el paddock en lugar de revolucionarlo, ni siquiera intentaron ninguna promoción con la NASCAR a pesar de que Gene Haas poseía equipos en ambas modalidades.
Y además, si había algún aficionado que siguiera a los ‘norteamericanos’ simplemente por representar las barras y estrellas, eso quizá se esfumó cuando aparecieron en 2021 envueltos en una decoración con la bandera rusa.
Auténtico poder de las estrellas americanas en F1
Si Cadillac realmente quiere capitalizar su marca como el hogar de los fanáticos de las carreras estadounidenses, necesitan una decoración que sea llamativa y representativa de su patrimonio. También necesitan activación. Hacer cruces, intercambios de pilotos y cosas que conecten el nuevo equipo con las categorías en las que General Motors ya está muy involucrada en el país, pero lo más importante que necesitan, además de conseguir resultados, es un piloto nacido en Estados Unidos.
Cadillac no tiene por qué hacer concesiones, ya que en Estados Unidos hay una gran cantera de pilotos con talento, muchos de los cuales serían perfectamente capaces de asumir ese reto, incluido Colton Herta. Es muy importante que cualquier piloto estadounidense que forme parte del equipo sea una estrella local, no solo uno que lleve la bandera de Estados Unidos en su mono.
El problema con Logan Sargeant, además de lo evidente en la pista, es que no era un nombre que todos los aficionados norteamericanos conocieran. No es su culpa, ya que tuvo que pasar sus años de formación en Europa para convertirse en piloto de Fórmula 1, pero eso dificultó que los estadounidenses se sintieran identificados con él.
Sin embargo, todos los seguidores conocen a Colton Herta, Josef Newgarden y Kyle Larson. Así pues, Cadillac necesita un piloto al todos hayan visto correr y triunfar en Estados Unidos durante años, no solo uno que lleve el certificado de nacimiento.
Convertirse en el equipo estadounidense de F1
La propia Fórmula 1 parece dispuesta a expandirse en Estados Unidos, pero de nada sirve sin alguien a quien puedan animar de forma natural cuando el deporte llegue a las carreras locales. Y los estadounidenses no tuvieron mucho que celebrar en los últimos años debido a la ausencia de talentos en la parrilla y, por supuesto, a Haas, que sufre tanto por los resultados como por una identidad.
En última instancia, no hará falta mucho para que Cadillac se convierta en el equipo norteamericano de facto por encima de Haas. Con tal de que aparezcan la mañana de la carrera en el Gran Premio de Australia 2026, ya estarán por delante, pero aunque puedan mantener la expectación, al final tendrán que ofrecer resultados y la potencia de sus estrellas para conservarla.
Afortunadamente, parecen dispuestos a hacer ambas cosas y, si pueden alcanzar las cotas a las que aspiran, el Gran Circo no tendrá que esforzarse mucho para mantener ese punto de apoyo que tan desesperadamente desea en Estados Unidos.
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