Los pilotos de Fórmula 1 recibieron nuevas aclaraciones de la FIA sobre el endurecimiento de las normas relativas al lenguaje inapropiado, tras las preocupaciones por la redacción de las directrices en un inicio. Las tensiones en torno a ese asunto aumentaron después de multaran con 10.000 euros y se le impusiera una sanción adicional de 20.000 euros por el uso de palabras inadecuadas a Adrian Fourmaux durante su entrevista en el Rally de Suecia.
El incidente provocó una reacción en cadena dentro de la comunidad de los rallies y dio lugar a una protesta por parte de los pilotos del WRC, que se negaron a hablar con la televisión después de la etapa o estaban haciendo declaraciones solo en su lengua materna. Antes de la temporada 2025, la federación internacional introdujo una nueva normativa que establecía castigos por el uso de un lenguaje inapropiado y, según el artículo 12 del Código Deportivo Internacional de la FIA, una primera infracción conllevaría una multa de 40.000 euros, con una segunda en 80.000 euros y un mes de suspensión, mientras que una tercera supondría una multa de 120.000 euros, otro mes de suspensión y la deducción de puntos en el campeonato.
Aunque parece que el planteamiento del organismo rector es coherente en todas las categorías, antre permitir el lenguaje emocional en el coche si no es ofensivo, y prohibir insultar durante las entrevistas, la diferencia clave parece residir en cómo se comunicaron las reglas a los competidores. En la Fórmula 1, el asunto se abordó durante la habitual reunión informativa de los viernes antes del Gran Premio de Australia 2025, en la que Garry Connelly, que actuó como presidente de los comisarios, se dirigió a todos ellos para explicar cómo se interpretarán las directrices desde entonces.
Motorsport.com pudo saber que presentó dos escenarios clave. En el primero, relativo a la comunicación en el coche entre los pilotos y sus equipos, la FIA aclaró que toleraría un lenguaje utilizado en el calor del momento, siempre y cuando no sea ofensivo para los demás, incluidos los comisarios de carrera o los rivales.
Sin embargo, el segundo escenario, relativo a las obligaciones de los medios de comunicación, se trató de forma diferente. Si se utiliza un lenguaje soez durante las entrevistas, como en el plató de televisión, las ruedas de prensa o las sesiones escritas con los medios de comunicación, se considerará una infracción del reglamento y la dirección de carrera lo comunicará a los comisarios.
Parece que varios pilotos plantearon preguntas durante la reunión, pidiendo ejemplos del pasado y aclaraciones sobre cómo se interpretarían ciertas situaciones. La conclusión general fue que el grupo se marchó relativamente satisfecho, con unas reglas que consideraban que estaban más claras.

Esteban Ocon dijo durante el Gran Premio de China: “La FIA, los comisarios, vinieron y básicamente especificaron lo que estaba permitido y lo que no, y creo que, sinceramente, fue una discusión bastante justa la que tuvimos, muy abierta. La federación internacional no está ahí para castigarnos sin ninguna razón, así que si en el calor del momento algunas malas palabras vienen entre el ingeniero y nosotros, que estaría bien, básicamente, eso es lo que han dicho, pero si insultas a alguien, es un caso diferente, aunque eso es normal, debemos comportarnos, estamos en antena todo el tiempo, es televisión en directo”.
“Es importante que seamos modelos para las nuevas generaciones, pero por lo que debatimos en el Gran Premio de Australia, creo que antes todos estábamos bastante asustados, ahora creo que está bastante claro y que es bastante justo, tras debate que mantuvimos”, señaló. “No sé lo que tenían los piloto del WRC, quizá tengan respuestas muy diferentes a sus preguntas, y por eso no están contentos, pero por nuestra parte, en la Fórmula 1, creo que ahora está mucho más claro y es bastante justo”.
Carlos Sainz elogió el enfoque de Garry Connelly, y coincidió en que las reglas son ahora “muy claras”, como dijo: “Creo que Garry [Connelly] fue muy útil al tratar de explicarnos la forma en que la FIA iba a enfocar la situación, realmente aprecio el sentido común y, esta vez, debo decir que prevaleció. Para mí, fue muy claro y comprensible, y esperamos poder seguir adelante a partir de ahí”.
La diferencia con el WRC parece ser que los pilotos pueden pensar que las reglas aún no se les explicaron tan claramente como a sus homólogos de Fórmula 1. También existe la idea dentro de la comunidad de los rallies de que sus circunstancias son diferentes, ya que las entrevistas posteriores a la etapa se realizan a menudo con los pilotos todavía en el coche, poco después de la finalización de una especial.
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