El director ejecutivo de la Fórmula 1, Stefano Domenicali, considera “crucial” que la nueva normativa de unidades de potencia para 2026 permita a los fabricantes que se queden atrás recuperar terreno.
Domenicali, junto a la FIA y los actuales y futuros motoristas del campeonato, se reunió la semana pasada en Bahrein para debatir posibles opciones de motor a largo plazo, así como posibles ajustes en la normativa que entrará en vigor el próximo año.

Aunque se llegó a sugerir una vuelta acelerada a los motores V10 —una propuesta impulsada por el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem—, finalmente se acordó mantener las reglas de motor previstas para 2026 durante al menos tres temporadas.
Sin embargo, varios actores clave del paddock insistieron en la necesidad de evitar un escenario como el del inicio de la era híbrida en 2014, cuando Mercedes dominó con mano de hierro, y pidieron más mecanismos para que los fabricantes puedan ponerse al día si se quedan rezagados. Uno de los más contundentes fue Christian Horner, jefe de Red Bull, que defendió una mayor flexibilidad para poder desarrollar los motores durante la temporada.
En declaraciones exclusivas a Autosport, Domenicali coincidió en que la F1 no puede permitirse repetir una situación como aquella.
“Nada nos impide trabajar para mejorar el paquete”, aseguró. “La FIA, junto a los fabricantes y los equipos, siempre puede evaluar si hay áreas que necesitan mejorarse”.
“Estamos al borde de un cambio de reglamento muy importante, y personalmente creo que es fundamental que las reglas permitan una recuperación rápida si un fabricante se queda muy atrás. Es un tema que hay que abordar cuanto antes: le podría pasar a cualquiera”.
Algunos fabricantes que confían plenamente en su proyecto de 2026 se muestran reacios a aceptar concesiones importantes —que, por ahora, siguen sin concretarse—. Pero Domenicali les pidió una visión más global, recordando que la Fórmula 1 atraviesa un momento de crecimiento sin precedentes a escala mundial, y que ese impulso podría verse comprometido si un solo motorista toma demasiada ventaja.
“Todos tenemos que pensar estratégicamente”, advirtió. “Un equipo dominante durante demasiado tiempo es negativo para todos. Nuestro deporte está creciendo como nunca y se ha convertido en un referente global. Debemos sentirnos orgullosos de eso, pero también actuar con cautela”.
Se necesitan motores más ligeros y baratos
Domenicali considera que habría sido “un error total” prolongar la normativa actual y cancelar las reglas híbridas de 2026, que han convencido a marcas como Audi, Honda y Ford (asociada con Red Bull) para entrar en la Fórmula 1.
“Hubo quien intentó presionar para extender las normas actuales, y eso habría sido un error total”, apuntó. “Debemos respetar a quienes han invertido grandes cantidades en este proyecto complejo y costoso. Cambiar las reglas ahora enviaría un mensaje equivocado. Cuestionar decisiones anteriores sobre las unidades de potencia sería un gran error”.
Uno de los consensos alcanzados en la reunión de Bahrein fue que la electrificación y los combustibles sostenibles seguirán siendo “imprescindibles”, lo que podría abrir la puerta a motores V8 más simples acompañados de un sistema KERS menos potente.
“Hace dos años compartí mi visión estratégica sobre el futuro de la F1 en una entrevista con Motorsport.com, y eso es exactamente lo que está empezando a tomar forma”, recordó Domenicali, aludiendo a una conversación en la que defendía motores más ligeros, baratos y con un sonido más atractivo.
El italiano también coincidió con el presidente de la FIA en que reducir los costes será clave para proteger la categoría frente a posibles crisis económicas, y evitar situaciones como la vivida en 2009, cuando Toyota, BMW y Honda abandonaron la F1 en cadena.
“Sería ingenuo no contemplar esa posibilidad, sobre todo con la coyuntura actual”, afirmó. “Renault F1 Team, tras muchos años, ha dejado la F1 como motorista. Quiero ser claro: los grandes fabricantes son fundamentales, pero también debemos ser lo bastante maduros para aceptar que, si llega una crisis fuerte, los grandes grupos podrían verse obligados a tomar decisiones difíciles”.
“Por eso debemos simplificar y reducir costes de forma significativa, sin romper el vínculo técnico con las tecnologías relevantes para la automoción, como los combustibles sostenibles, que pueden convivir con los coches eléctricos. Si una crisis obliga a algunos a detener su programa en F1, debemos estar preparados para reaccionar y encontrar alternativas”.
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