La Fórmula 1 se preparará para los posibles efectos de los aranceles anunciados recientemente por el presidente estadounidense Donald Trump, según el experto del sector Mark Gallagher.
Con los mercados mundiales tambaleándose y los problemas que ya están surgiendo por los nuevos aranceles introducidos la semana pasada -aunque Trump anunció el miércoles que habrá una pausa de 90 días para los aranceles más altos en docenas de países-, la F1 casi con toda seguridad va a sentir la presión en ciertas áreas.
El Gran Premio de Japón fue el fin de semana desde que se anunciaron las nuevas medidas y estaba claro que se esperaba un impacto. Pero por el momento se desconoce cómo afectarán a la categoría.
La industria del automóvil en su conjunto se verá sin duda afectada por los aranceles, ya que algunos de los cuales se pusieron en marcha en gran parte debido a lo que Trump y su equipo creían que era un sistema injusto a la hora de importar y exportar coches y componentes de automóviles.

Mark Gallagher, que trabajó como director de marketing en Jordan y jefe de asuntos comerciales en Red Bull y ahora es el CEO de Performance Insights, ofreció su opinión experta sobre cómo los equipos podrían verse atrapados en las amplias promesas arancelarias.
“Aún es pronto y queda por ver qué impacto tendrá esto en la Fórmula 1”, dijo en el podcast James Allen on F1. “Si nos fijamos en los fabricantes de coches de F1, Mercedes-Benz vendió 325.000 vehículos en Estados Unidos el año pasado. Mercedes vendió unos 2 millones de coches el año pasado, unos 2,5 millones o 2,6 millones de vehículos en total. Así que es una proporción razonable de sus ventas”.
Donald Trump, 45º presidente de los Estados Unidos, Zak Brown, consejero delegado de McLaren Racing.
Foto: Steven Tee / Motorsport Images
“Pero luego, cuando miras a Ferrari y miras a McLaren, entonces comienzas a ver un cambio sísmico. El 46% de todas las ventas al por mayor de McLaren se realizaron en Norteamérica, y la mayor parte en Estados Unidos, no en Canadá”.
“Creo que hay un reto realmente interesante ahí. Alrededor del 25% de todos los coches que salen de Maranello terminan en los Estados Unidos, con California como uno de los mayores mercados”.
“Así que el impacto potencial es muy, muy significativo para todos los fabricantes de Fórmula 1, aunque con una excepción evidente, que es Renault. Renault se retiró del mercado estadounidense en 1987 con la marca Renault y no tiene previsto introducir Alpine en el mercado hasta 2027. Así que Renault es una excepción”.
“Pero para los demás fabricantes, se trata de un reto muy, muy importante. Y eso también incluye a General Motors, que, por supuesto, como sabéis, entra en la Fórmula 1 como Cadillac Racing“.
Haas es el único equipo con sede en Estados Unidos que ya está en la parrilla pero, aunque ha emitido un comunicado en reacción a los aranceles, Motorsport.com ha podido saber que, tal y como están las cosas, el equipo de F1 espera no verse afectado.
“Haas Automation está estudiando el impacto de los aranceles en nuestras operaciones”, decían. “En los últimos días, hemos observado un descenso drástico en la demanda de nuestras máquinas y herramientas por parte de clientes nacionales y extranjeros. Por precaución, hemos reducido la producción y eliminado las horas extraordinarias en nuestra única fábrica en Oxnard, California, donde tenemos 1.700 trabajadores y llevamos funcionando desde 1983. También hemos suspendido las contrataciones y dejado en suspenso las nuevas solicitudes de empleo”.
Haas sigue de cerca la evolución de los aranceles.
Foto de: Clive Mason/Getty Images
“Aunque los aranceles tendrán un impacto significativo en el negocio de Haas Automation, somos optimistas respecto a que la Administración Trump dará con las soluciones para proporcionar alivio a los fabricantes estadounidenses, soluciones que nos permitirán seguir fabricando máquinas CNC Haas en Estados Unidos, al mismo tiempo que empleamos a miles de trabajadores en nuestra fábrica de Oxnard e indirectamente en los Haas Factory Outlets de toda América”.
“Haas Automation está preocupada por la posible reducción de los aranceles sobre las máquinas y herramientas procedentes de determinados países, como Japón, Taiwán y Corea, sin la correspondiente reducción de los aranceles sobre las materias primas y los componentes importados en EE. UU.. Este escenario sería catastrófico para la industria estadounidense de la máquina-herramienta, que mueve 5.000 millones de dólares y es un componente clave de la seguridad nacional de Estados Unidos”.
“Las máquinas y herramientas son esenciales para toda la infraestructura de fabricación en los EE. UU. Esperamos que la Administración Trump cumpla su promesa de proteger la fabricación estadounidense apoyando a la industria de máquinas y herramientas estadounidense, específicamente (1) exenciones arancelarias para materias primas y componentes vitales para la industria de máquinas-herramienta estadounidense, y (2) manteniendo los aranceles para las máquinas y herramientas importadas”, se podía leer en el comunicado de Has.
Además del posible impacto en los equipos a nivel interno, la posibilidad de que los socios y patrocinadores tengan que considerar apretarse el cinturón en los próximos meses de incertidumbre también podría dar lugar a problemas más adelante.
“Acabamos de hacer un análisis de todos los patrocinadores de la Fórmula 1, [así como] de los equipos, del campeonato del mundo y de las carreras individuales”, añadió Gallagher.
“La influencia estadounidense de la Fórmula 1 se ve por todas partes, bien porque las decisiones se toman en Estados Unidos en primer lugar o bien porque Estados Unidos representa un mercado tan importante para las empresas”.
“Hablo de empresas como LVMH, que acaba de anunciar un acuerdo de 10 años en la Fórmula 1. Así que la realidad es que esto va a tener un efecto a corto plazo -y voy a poner un paréntesis en torno a eso-, creo que de los próximos tres a seis meses, mientras vemos qué pasa con esta decisión de la administración Trump sobre los aranceles”.
Greg Maffei, consejero delegado de Liberty Media Corporation
Foto: Zak Mauger / Motorsport Images
“Si la incertidumbre y el nerviosismo continúan hasta el verano, y Dios no lo quiera hasta el otoño, podrías ver que esto realmente comienza a tener un impacto significativo en las negociaciones sobre la temporada 2026”.
“No hay duda, cuando das un paso atrás, de que la incertidumbre sobre la relación de Estados Unidos con el resto del mundo y el impacto económico de estos aranceles de la administración Trump son realmente, realmente significativos”.
La F1, y el automovilismo en general, han tenido que sobrevivir a algunos golpes a lo largo de los años, pero Gallagher cree que el propietario Liberty Media no tiene motivos para entrar en pánico aún.
“Afectará a la Fórmula 1, ya sea a los fabricantes de coches, a los patrocinadores o, francamente, al impacto económico global”, explicó. “En la Fórmula 1 hemos sufrido algunos desafíos sísmicos en los últimos 20 años. Pensemos en la prohibición del patrocinio del tabaco en Europa, la crisis financiera de 2008, por no hablar de la pandemia mundial de la COVID”.
“Si nos remontamos a la última gran crisis financiera, eso provocó la retirada de Honda, Toyota y BMW. Y, por supuesto, eso fue solo un par de años después de que Ford abandonara la Fórmula 1. Así que ya hemos visto retos increíblemente grandes antes”.
“Liberty Media y, por supuesto, sus accionistas, seguirán muy, muy atentamente lo que ocurra en Wall Street. Cotiza en la Bolsa de Nueva York. Tiene tres eventos importantes en Estados Unidos… la opinión es que las próximas semanas van a ser una montaña rusa fascinante mientras la administración Trump y los líderes mundiales intentan descifrar este nuevo orden mundial. Por ahora, las empresas solo tienen que mantener la calma”, concluyó Mark Gallagher.
En este artículo
Mark Mann-Bryans
Fórmula 1
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