Los deliveristas de restaurantes de la Gran Manzana, luego de varias conquistas salariales en los últimos meses, ahora tienen la inquietud de que los mecanismos que usan las apps de envío para asignar sus propinas, no están del todo claras. De hecho, algunos denuncian que después que se aprobó la tasa de $19,56 por hora, tienen otras trabas para lograr sus objetivos salariales.
“La comida para llevar es una forma de vida en Nueva York. Y todo es posible gracias a los deliveristas, que trabajan muchas horas para mantenernos alimentados. Entonces, ¿por qué las aplicaciones de entrega ocultan las opciones para darles propina?”, se pregunta el concejal de Manhattan, Shaun Abreu, quien está proponiendo una nueva legislación para superar las lagunas que podrían estar enfrentando estos trabajadores para recibir sus tips.
Abreu adelantó a medios locales, que planea introducir dos medidas, tan pronto como esta semana, en el Concejo Municipal.
El primer anteproyecto devolvería como obligatoria la opción de propina al pago en aplicaciones de entrega. La segunda propuesta requeriría que la sugerencia de propina mínima, se establezca en el 10% del costo de un pedido.
“La verdad es que el aumento ha sido muy importante, pero las aplicaciones están generando trabas desde que nos aumentaron el salario. Pero por otra parte, las propinas han bajado por muchas razones. Algunos clientes asumen que como tienen nuevos recargos en las aplicaciones, ya la propina está incluida”, comentó a El Diario, el guatemalteco Jesús Farías, de 28 años, quien trabaja en el Bajo Manhattan, desde hace dos años como repartidor.
“Lo hacen difícil”
Organizaciones como el Proyecto de Justicia Laboral, han denunciado que algunas de las empresas tecnológicas más importantes, que se han opuesto abiertamente al nuevo salario mínimo, están haciendo más difícil que los clientes dejen propinas, también han cambiado la forma cómo se calcula el salario de una semana a otra.
“Suena mucho, casi $20 por hora. Pero los clientes, como las aplicaciones, deben entender que nosotros tenemos un trabajo de alto riesgo y no tenemos seguro médico, que no tenemos más protecciones que lo que ganamos”, refiere Jesús.
Cambios en patrones de consumo
Del otro lado, se encuentran millones de clientes de las aplicaciones, quienes en algunos casos empiezan a cambiar sus patrones de consumo. ¿La razón? Consideran que están apareciendo nuevas comisiones y cargos por el servicio de envío, a la par de los ajustes inflacionarios propios de los menús de los restaurantes.
Por ejemplo, el peruano Miguel Salvatierra residente de Hell’s Kitchen asegura que por razones de tiempo, casi siempre solicita los deliveries de restaurantes, que están a solo cuadras de su casa. Aunque confiesa que la semana pasada, sacó una cuenta: “la misma orden de medio pollo, que antes me valía $14,50 más la propina, por los nuevos costos de la aplicación, cuesta $19”.
En efecto, las aplicaciones han introducido nuevas tarifas de “mensajería” para los clientes que puede aumentar los pedidos entre $2 y $9.
Miguel pensaba que como estos trabajadores tienen un nuevo salario, las propinas ahora ya estaban incluidas.
“No se desmerita el trabajo de nadie. Pero ya con estos nuevos cargos, ahora que hace mejor clima, ahora solo llamo. Y voy yo mismo a recogerlo. Porque estamos hablando de $5 o $6 más, por cualquier orden, por un sitio que queda en la esquina”, asegura.
A juicio de este cliente, asiduo de restaurantes de esta zona de Manhattan, quizás muchas personas como él, que “no son ricas”, dejarán los deliveries solo para las emergencias.
“Hace unos meses la diferencia entre el costo del plato y el servicio de tenerlo en tu casa, no era tan amplio. Por eso, también cuando llegan a tu casa, es lógico que des menos propinas”, razonó.
“Mensaje erróneo”
Por su parte, Ligia Guallpa, directora ejecutiva del Proyecto de Justicia Laboral, expresó que los repartidores notaron casi inmediatamente después de que entró en vigor el aumento salarial, que algunas empresas digitales, habían eliminado la opción de “dar propina” hasta que el consumidor recibiera su pedido.
Otras redujeron el rango de sugerencias de propinas en su aplicación, según los trabajadores.
Guallpa interpreta que estos cambios han enviado un mensaje a los clientes de que “las propinas ya no son necesarias”.
En la práctica para que estos trabajadores alcancen sus metas salariales, aún dependen del dinero extra, si no reciben suficientes pedidos, o no acumulan suficientes horas de trabajo activas.
Hablan las corporaciones
Por su parte, el portavoz de DoorDash, Eli Scheinholtz, dijo a la cadena NBC que “el resultado de los aumentos salariales extremos han sido: tarifas más altas para los consumidores, menos pedidos para los comerciantes y menos trabajo para los deliveristas”.
Cuando la ley de aumento salarial entró en vigor en la Gran Manzana, muchas aplicaciones anunciaron que los clientes de la ciudad, ya no podían agregar una propina durante el proceso de pago, sino que la hacían disponible, solo después que se hubiera asignado un conductor o después de que se entregara la comida.
El dato:
- 60,000 trabajadores de entrega, se estima que circulan diariamente por las calles de Nueva York