En un pequeño bar, un hombre ingresó al establecimiento con total normalidad para comprar una botella de agua, sin llamar demasiado la atención. Sin embargo, en su visita dejó un enigmático paquete que desencadenaría una serie de sucesos perturbadores y pertenecientes a otro mundo.
El enigmático paquete abandonado
Adelmison Quaresma, el dueño del bar, se sorprendió al descubrir una bolsa negra abandonada por el cliente en el mostrador. Intrigado por su contenido, decidió abrirla, sin imaginar la terrible sorpresa que le esperaba. En su interior, encontró una urna funeraria que contenía las cenizas de una persona fallecida. El hallazgo lo sumió en un estado de desconcierto y horror, sin saber qué hacer con los restos de alguien que nadie reclamaba.
Durante los siguientes 20 días, nadie se presentó en el bar para reclamar la urna funeraria, lo que llevó a Quaresma a tomar medidas extremas para enfrentar el temor que lo embargaba. Decidió no cerrar el bar por las noches y mantener las luces encendidas en un intento de ahuyentar cualquier presencia sobrenatural que pudiera estar relacionada con las cenizas.
El misterio sin resolver
Quaresma se sentía desamparado y atormentado por el misterio que rodeaba las cenizas abandonadas en su bar. En busca de respuestas, decidió llamar a la policía para que se hicieran cargo del objeto en cuestión. Sin embargo, para su sorpresa, nadie se presentó en el lugar para retirar la urna funeraria. Esto solo aumentó su inquietud y miedo, ya que nadie parecía querer hacerse cargo del difunto.
El protagonista de la historia reveló que incluso algunos vecinos le advirtieron que las cenizas podrían estar relacionadas con algún tipo de hechizo o maldición de carnaval, una creencia popular que solo aumentó su temor y la sensación de estar atrapado en una situación fuera de su control.
El cambio en la rutina
La presencia de las cenizas en el bar ha tenido un impacto significativo en la vida de Quaresma y su familia. Para protegerse de lo desconocido, el propietario del establecimiento ha modificado su rutina diaria. Ahora, pasa las noches durmiendo en el bar, con todas las luces encendidas y las puertas abiertas, en un intento de mantenerse seguro y ahuyentar cualquier entidad maligna que pueda estar relacionada con las cenizas.
La incertidumbre sobre el origen y el destino de las cenizas ha generado un ambiente tenso y preocupante en la comunidad local. Los habitantes de la localidad se preguntan qué sucedió con la persona fallecida y por qué nadie ha venido a reclamar sus restos. Este enigma perturbador ha despertado el interés de muchos y ha llevado a especulaciones sobre posibles explicaciones sobrenaturales o criminales detrás del abandono de las cenizas en el bar.
La búsqueda de respuestas
A pesar de la ausencia de respuestas claras, el dueño del bar no ha dejado de buscar una solución a este enigma que ha perturbado su vida y la tranquilidad de su negocio. Ha contactado a expertos en fenómenos paranormales y ha buscado la ayuda de personas que puedan ofrecer alguna explicación lógica a lo que está experimentando. Sin embargo, hasta el momento, ninguna respuesta satisfactoria ha surgido.
El hombre espera que algún día alguien se presente para reclamar las cenizas y poner fin a su angustia. Mientras tanto, continúa observando cada sombra y escuchando cada sonido en busca de alguna señal de que el misterio se resolverá. La incertidumbre y el temor lo acompañan día y noche, dejando una huella imborrable en su vida y en la comunidad que lo rodea.
La historia de las cenizas abandonadas en el bar se ha convertido en tema de conversación en las calles, en las casas y en los medios de comunicación locales. La comunidad espera ansiosa una resolución del misterio y la tranquilidad que tanto anhela.
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