El mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón empezó ayer su defensa material en el juicio de fondo a los militares y policías acusados en Operación Coral, en la que inculpó nuevamente a sus compañeros de milicia y con los que concurre en el banquillo de los acusados en el expediente de corrupción.
Entre las imputaciones que hizo, señaló la venta de especialismo en la Policía, que molestaron al exdirector de la institución, Ney Aldrín Bautista, el cual convocó a una reunión a Juan Carlos Torres Robiou, exdirector del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), antigua Politur; al coronel Rafael Núñez de Aza y a él para decirles textualmente: “A mí me tienen jarto con la venta de especialismo y yo quiero que eso se acabe”.
Sin embargo, agregó que luego de esa reunión, el exjefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (Cusep), el mayor general del Ejército, Adán Beroni Cáceres Silvestre, “llamó al subjefe de la Policía, quien “va donde” Ney Aldrín Bautista “y la venta del especialismo siguió su curso como si nunca esa reunión se hubiese dado”.
El militar no dijo el nombre del subjefe policial, pero en ese entonces era Neivy Luis Pérez Sánchez, quien fue mencionado en un principio en la supuesta trama, también por Girón, de que había recibido RD$100,000 de los recursos obtenidos por la supuesta red. Pérez Sánchez no fue sometido a la justicia por el caso.
La coordinadora de Litigación de la Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción (Pepca), Mirna Ortiz, aseguró que las declaraciones de Girón, de manera voluntaria, están avaladas por pruebas que serán incorporadas durante el juicio, mientras que el abogado Romel Jiménez, representante de Adán Cáceres, dice que el órgano persecutor está desesperado por no tener como probar las imputaciones.
El especialismo es un incentivo que se suma al salario de los policías y militares y que continúan cobrando ya pensionados. Algunos duplican el monto del salario de los beneficiados.
Cáceres Silvestre, Torres Robiou, Núñez de Aza y el subjefe del Cusep, Julio Camilo De los Santos Viola, son los principales acusados en Operación Coral, con la que se habría estafado al Estado con más de RD$4,500 millones a través de nombramientos de personal que no rendían ninguna labor. Este personal cobraba un 30 por ciento del salario y el restante se quedaba en manos de la red, según el Ministerio Público.
Girón, exencargado de nómina de Politur, hoy Cestur, detalló que parte del dinero que obtenía el grupo de encartados era también a través de la venta de ascensos, por los que se pagaban hasta RD$250,000.
Citó ante las juezas del Primer Tribunal Colegiado que conoce el juicio de fondo, que la presión que le “metían” el general De los Santos Viola y Guillermo Torres Robiou, este último hermano del director de Politur, lo tenía intranquilo, porque a “diario iban a buscar dinero”.
El juicio de fondo, que se sigue a casi treinta policías y militares, continuará el martes.