La batalla por el título de pilotos de Fórmula 1 dio un giro dramático el domingo en el Gran Premio de Países Bajos cuando Lando Norris se retiró y perdió 25 puntos respecto a su compañero de equipo en McLaren, Oscar Piastri.
La diferencia entre ambos es ahora de 34 puntos a falta de nueve pruebas para el final de la temporada, y la lucha aún no ha tocado la mecha que desencadene los fuegos artificiales.
Así que, ¿debería McLaren F1 dar rienda suelta a su dúo de pilotos para una pelea sin cuartel hasta el final y permitirles correr con total libertad? Nuestros redactores debaten.
Sí. La F1 necesita fuerza en su narrativa
Lando Norris, McLaren, Oscar Piastri, McLaren
Foto de: Joe Portlock / LAT Images vía Getty Images
Mucha gente dirá, por supuesto, un inequívoco “no”, pero yo voy a decir “sí”. Y sé que no soy el único , porque al menos un director de equipo ha hablado con Andrea Stella para sugerirle que podría ser una buena idea.
Andrea, por desgracia, no está convencido.
Pero lo que la F1 necesita ahora mismo es una dosis de dinamismo en su narrativa, porque está claro que Lando Norris y Oscar Piastri no se están peleando en la pista, o al menos, la artillería pesada se está lanzando al aire en lugar de atacarse el uno al otro. La forma en que ambos aumentaron su ritmo hacia el final de sus segundos stints durante el GP de Países Bajos dio una pista de cuánto margen tienen en reserva.
El campeonato de constructores está en el bolsillo, salvo una desafortunada sucesión de abandonos. Ferrari y Mercedes están muy preocupados por el segundo puesto, y con razón. Red Bull Racing sigue siendo un equipo de un solo piloto y mucho menos una pantomima ahora que Christian Horner se ha ido.
Si Bernie Ecclestone siguiera llevando las riendas de la F1, ahora mismo estaría como una cabra. Uno podría imaginarse que se ofrecieran puntos dobles o incluso triples en ciertos grandes premios para evitar que las rondas finales se convirtieran en aburridas.
Como decía el personaje del difunto Patrick Swayze en la seminal película de acción de los 80 Roadhouse: “Sé amable, hasta que llegue el momento de no serlo”.
Lo que la F1 necesita ahora mismo son más petulantes toques de gorra en la “habitación verde” entre compañeros de equipo. O mejor lo dejamos ya y dedicamos todas las ruedas de prensa a asuntos derivados del desarrollo de 2026, porque así nos va ahora mismo….
Por Stuart Codling
No. Peligra la cultura del éxito de McLaren
Lando Norris, McLaren, Oscar Piastri, McLaren
Foto de: Andrea Diodato / NurPhoto vía Getty Images
Si eres un observador externo, un aficionado random a la F1 sin preferencias marcadas por ningún piloto, realmente desearías una cosa de McLaren: ahora, cuando es inevitable que el equipo de la papaya consiga su segundo título consecutivo de constructores, debería levantar todas las reglas internas de enfrentamiento para que Oscar Piastri y Lando Norris puedan luchar entre sí.
Es más, dejar que el garaje se divida en dos bandos, que decidan sus propias estrategias y simplemente “dejar que ruede”, como mencionó Toto Wolff, admitiendo arrepentirse de cómo manejó él la batalla entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg.
Desde el punto de vista de los medios de comunicación, ese es el camino a seguir. Crea animosidad, ofrece terreno para el drama, la rivalidad y la controversia. No hay nada mejor inventado para el mundo del espectáculo y el entretenimiento, y nunca lo habrá. Dos bandos luchando por el mayor premio es el mejor cartel para cualquier competición deportiva.
Sin embargo, si eres Andrea Stella, ofrece algo más que una lucha entre sus dos pilotos. Pone en peligro los cimientos sobre los que se ha construido el reciente éxito de McLaren. El enfoque de “el equipo primero” -los principios de los que habla casi cada fin de semana durante sus encuentros con los medios de comunicación- es lo que hizo a su equipo tan dominante.
Siempre habrá quien sepa más: le aconsejaron cómo manejar la dinámica del equipo el año pasado, cuando Lando Norris perseguía a Max Verstappen. No le faltarán opiniones sobre cómo gestionar la campaña actual, con Norris y Piastri luchando por el premio principal. Pero al igual que se mantuvo fiel a los principios sobre los que se construyó McLaren entonces, necesita -y lo hará- mantenerse fiel a ellos ahora.
Porque liberar a los pilotos no sólo traerá chispas y fuegos artificiales; también puede dañar la relación entre los dos. Algo que fue tan cuidadosa y finamente gestionado puede ser fácilmente arruinado por la escalada, pero el mundo no se detendrá después de 2025, incluso si parece ahora mismo como un futuro lejano lo que venga después. McLaren necesitará que sus dos pilotos trabajen juntos más que nunca en los próximos años para que los trofeos sigan llegando a Woking.
Lo que pasó en Zandvoort, conociendo a Stella, probablemente le duele más a él que a Norris. Porque como jefe de equipo, es su responsabilidad aplicar la misma cultura en el trato con los pilotos, lo que significa ofrecerles las mismas oportunidades en su lucha. Lo que ocurrió el fin de semana pasado obstaculizó claramente las posibilidades de Norris sin que hiciera gran cosa mal.
Aún así, no es motivo para buscar formas de “devolvérsela”. Sobre todo porque es gracias a McLaren que Norris (todavía) tiene la oportunidad de luchar por el campeonato del mundo – y gracias exactamente a los cimientos sobre los que se construye esa candidatura al campeonato.
Por Oleg Karpov
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