Alamesa, un restaurante en Buenos Aires, se ha convertido en pionero en la inclusión laboral de personas neurodivergentes, un modelo único que está cambiando el paradigma del empleo en Argentina.
Entre sus 40 empleados, se encuentran personas como Nacho Fernández Suárez, quien a los 34 años recuerda con amargura los ocho años que pasó como auxiliar administrativo en el Congreso de Argentina, donde enfrentó acoso y desdén por parte de sus compañeros. Hoy, en Alamesa, Fernández Suárez asegura que se siente “indispensable”, a pesar de ganar un tercio de lo que antes percibía.
El restaurante nació de la necesidad personal de Fernando Polack, un prestigioso especialista en enfermedades infecciosas pediátricas y padre de una hija autista. Motivado por su deseo de garantizar un futuro independiente para Julia, su hija de 26 años, Polack decidió usar sus ahorros para crear un espacio donde personas como ella pudieran formar parte activa de la sociedad, superando las barreras del empleo.
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Alamesa no es solo un restaurante, sino un espacio inclusivo donde las diferencias son vistas como una fortaleza. “El verdadero secreto es aprovechar la fuerza de cada individuo”, asegura Polack. La empresa no tiene trabajos específicos para sus empleados neurodivergentes; la idea es que todos puedan realizar todas las funciones, lo que fomenta la cooperación y el trabajo en equipo.
El ambiente en Alamesa está diseñado para acoger a personas con necesidades especiales. Desde una cocina sin cuchillos hasta paredes insonorizadas para evitar el ruido excesivo, cada detalle está pensado para garantizar que los empleados, muchos de los cuales son sensibles a estímulos como ruidos fuertes, puedan desempeñarse en un entorno adecuado.
Además de ofrecer una gastronomía de alta calidad, que incluye platos como sándwiches de pastrami y pollo marroquí con cuscús, Alamesa ha logrado crear una comunidad en la que se celebra la diversidad y se promueve el crecimiento personal. Incluso el Papa Francisco, en un mensaje dirigido a los empleados, destacó la importancia de este tipo de iniciativas para el desarrollo social.
A pesar de las dificultades económicas que atraviesa el país, Alamesa ha logrado mantenerse operativo, demostrando que el modelo inclusivo no solo es viable, sino también valioso tanto para los empleados como para los clientes. Con un enfoque único en la integración de personas neurodivergentes, Alamesa está cambiando la forma en que se percibe el trabajo y la inclusión en Argentina.
Infobae
Por: Itzel Olivo
