David Ortiz dio en exclusiva sus primeras declaraciones tras el cambio de Rafael Devers de los Medias Rojas de Boston hacia los Gigantes de San Francisco. Para el inmortal de Cooperstown, Devers es un buen muchacho, pero la pelota es un negocio y como tal hay códigos que no deben violarse. Esperamos les guste este contenido.
El béisbol de Grandes Ligas fue sacudido este domingo con una de las movidas más inesperadas en años: Rafael Devers ha sido cambiado de los Medias Rojas a los Gigantes de San Francisco.
Un traspaso que tomó a todos por sorpresa y que, a simple vista, parece salido de otra liga, quizás más parecido al drama de la NBA que al metódico mundo de MLB. Pero detrás del asombro inicial, hay lógica, estrategia y riesgos profundos para ambas partes.
Durante años, San Francisco ha buscado sin éxito una superestrella que sirva como eje de su equipo. Intentaron fichar a Aaron Judge, Shohei Ohtani e incluso a Carlos Correa.
Pero ninguno llegó (o se quedó). Ahora, Rafael Devers, en plena forma y con 28 años, llega con credenciales de élite: lidera la Liga Americana en boletos, ostenta un OBP de .401 y un OPS+ de 149. Es el bateador dominante que tanto anhelaban, y el rostro alrededor del cual pueden construir a futuro.
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