Danilo Medina, ¿el Peña Gómez del PLD?

0
161

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) enfrenta una encrucijada crítica: una alianza con la Fuerza del Pueblo conlleva el riesgo de ser absorbido, mientras que la inacción lo mantiene siendo desangrado por el mismo partido que fundó Leonel Fernández. Ni sus precandidatos logran captar apoyo significativo, ni el fallo del Tribunal Superior Electoral que impidió su concentración en una única figura les ha dejado margen de maniobra.

Ante este vacío de liderazgo, Danilo Medina ha decidido tomar el toro por los cuernos. Enfermo, debilitado y legalmente imposibilitado de aspirar en 2028, ha emergido haciendo proselitismo activo, convirtiéndose en una suerte de Peña Gómez para el PLD—no replicando su figura, sino emulando sus decisiones políticas en un contexto similar. Así como el líder perredeísta mantuvo con vida al PRD tras el exilio de Juan Bosch, llevando a Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco a la presidencia, Medina busca hoy, al menos, ralentizar el declive de su partido y erigirse como voz opositora.

El paralelismo resulta inevitable: Peña Gómez, aquejado de cáncer, asumió la candidatura a la sindicatura del Distrito Nacional para evitar la implosión de su partido; hoy Medina, también enfermo, asume la misión de preservar la cohesión peledeísta, aunque no pueda presentarse como candidato. Su rol trasciende lo electoral para convertirse en un salvador moral antes que en una opción real de poder.

La diferencia fundamental yace en el contexto. Mientras en los años 80 Peña Gómez logró consolidar al PRD mediante una estrategia interna, Medina depende crucialmente de una jugada externa: la estrategia política de Luis Abinader. Durante su primer mandato, el actual presidente contribuyó a que la Fuerza del Pueblo se consolidara como segunda fuerza política, otorgándole asiento en el Consejo Nacional de la Magistratura y validando a Leonel Fernández como interlocutor directo. Hoy, en cambio, Abinader parece dispuesto a oxigenar al PLD respondiendo sistemáticamente a Danilo Medina, aun cuando su partido no representa una amenaza electoral inmediata.

Te podría interesar:

La lógica subyacente es diáfana: al replicar a Medina, el PRM reactiva al PLD en la opinión pública, obliga a la Fuerza del Pueblo a frenar su proceso de absorción y mantiene dividida a la oposición. Esta jugada beneficia al oficialismo, pero simultáneamente ofrece al PLD una ventana de oportunidad para sobrevivir como actor político.

La incógnita persiste: ¿logrará el sacrificio de Danilo Medina algo más que ganar tiempo? Peña Gómez escribió un guion que culminó llevando a su partido al poder. Hoy, Medina escribe otro, pero el desenlace—y para quién—sigue siendo una incógnita.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**