Pasamos aproximadamente un tercio de nuestras vidas durmiendo,
lo que significa que la posición en la que dormimos puede tener un
impacto significativo en nuestro cuerpo y salud en general. Según
algunos expertos, dormir en una posición específica puede ser
perjudicial para nuestra salud.

La posición
del sueño y su impacto en la salud
Mientras dormimos, nuestros cuerpos se relajan y se regeneran,
permitiendo que nuestros sistemas se reparen y se preparen para el
próximo día. Sin embargo, ciertas posiciones de sueño pueden
ejercer presión o tensión indebida en ciertas áreas del cuerpo, lo
que puede tener efectos negativos a largo plazo.
La posición del
estómago y sus riesgos
Una posición de sueño que se ha identificado como potencialmente
perjudicial para la salud es dormir boca abajo, con la cara hacia
abajo y el cuerpo apoyado en el colchón. Según expertos en salud y
bienestar, esta posición puede tener varios efectos adversos en
nuestro cuerpo.
El dormir boca abajo ejerce presión sobre la columna vertebral y
la cadera, lo que puede provocar problemas de espalda y cuello a
largo plazo. Además, esta posición puede causar un hiperextensión
en la parte baja de la espalda, lo que puede resultar en dolor
lumbar, ciática y calambres musculares.
La posición
recomendada para dormir
Si dormir boca abajo puede tener efectos negativos en nuestra
salud, ¿cuál es la posición recomendada para un sueño óptimo? Según
expertos en sueño y fisioterapeutas, la posición ideal para dormir
es la posición del soldado.
En la posición del soldado, el durmiente se encuentra boca
arriba, con los brazos a lo largo del cuerpo. Esta posición
proporciona un buen soporte para la columna vertebral y permite que
la cabeza, el cuello y la espalda descansen en una posición
neutral. Además, esta posición minimiza la presión en las
articulaciones y reduce la posibilidad de arrugas faciales y
reflujo gastroesofágico.

Otras posiciones
de sueño y sus efectos
Si bien la posición del soldado es la más recomendada, otras
posiciones de sueño también pueden tener sus propios efectos en el
cuerpo. Aquí hay una descripción de algunas posiciones comunes y
sus impactos potenciales:
Posición fetal: esta posición implica dormir de
lado, con las piernas recogidas hacia el pecho. Mientras que dormir
en esta posición puede ser reconfortante para algunas personas,
puede causar tensión en el cuello y la espalda si no se mantiene
una alineación adecuada.
Posición de lado extendido: al dormir de lado
con las piernas y los brazos extendidos, esta posición puede ayudar
a aliviar el ronquido y mejorar la respiración. Sin embargo,
también puede poner presión en los hombros y las caderas, lo que
puede resultar en molestias a largo plazo.
Posición de espalda con las piernas elevadas:
esta posición implica dormir boca arriba con las piernas elevadas
mediante almohadas o cojines. Puede ser beneficiosa para aquellos
que sufren de problemas de circulación o hinchazón en las piernas.
Sin embargo, puede causar molestias en la espalda baja si no se
utiliza un soporte adecuado.
Consejos para
mejorar la calidad del sueño
Además de dormir en la posición correcta, existen varios
consejos que pueden ayudarte a mejorar la calidad de tu sueño:
Recuerda que la calidad del sueño no solo depende de la posición
en la que duermas, sino también de otros factores como la rutina de
sueño, el ambiente de la habitación y los hábitos antes de
acostarte. Si tienes problemas para dormir o experimentas dolor o
molestias durante la noche, es recomendable consultar a un
profesional de la salud para obtener un asesoramiento personalizado
y adecuado a tus necesidades individuales.
¡Duerme bien y cuida de tu salud!


