¡Cuidado! Casi la mitad de los polvos de proteína contienen niveles peligrosos de metales tóxicos

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Si usas proteína en polvo como parte de tu dieta, podría ser
hora de mirar más de cerca tu elección de producto. Un reciente
estudio del Clean Label Project ha encendido
alertas: el 47% de las proteínas en polvo analizadas contienen
niveles peligrosos de plomo y cadmio. Si esto te preocupa, no estás
solo. Vamos a desglosar lo que necesitas saber y cómo puedes
minimizar tu riesgo.

¿Cómo terminan los metales pesados en las proteínas en
polvo?

Los metales pesados, como el plomo y el cadmio, no son
ingredientes que se agreguen intencionalmente, sino que se
filtran en la cadena alimenticia a través del aire, la tierra y el
agua.
Cuando las plantas o los ingredientes base de las
proteínas en polvo se cultivan en suelos contaminados, tienden a
absorber estos metales. Peor aún, el procesamiento industrial no
siempre logra eliminarlos.

Esto significa que incluso si un producto se vende como
“saludable” o “orgánico”
, puede llevar consigo una dosis
inesperada de metales tóxicos. Lo «orgánico» no garantiza
seguridad aquí
, ya que los estudios muestran que las
proteínas en polvo orgánicas tenían tres veces más probabilidades
de superar los niveles seguros de plomo.

El impacto de los metales en la salud

El plomo y el cadmio no son metales que simplemente pasen por el
cuerpo. El plomo puede acumularse en los huesos, dañar el
cerebro y el sistema nervioso,
y es especialmente
peligroso para los niños porque puede afectar su desarrollo mental
y físico. Por otro lado, el cadmio tiende a almacenarse en el
hígado y los riñones, dañándolos a largo plazo.

Peor aún, el cadmio también puede afectar los huesos y el
sistema nervioso. A diferencia de otros contaminantes que el cuerpo
puede procesar, estos metales tardan años en eliminarse, lo
que aumenta los riesgos con el tiempo
.

¿Son más riesgosos los sabores específicos?

Resulta que sí, que las proteínas en polvo de chocolate tienden
a ser las más problemáticas. Las pruebas encontraron que
los sabores de chocolate tienen niveles alarmantemente altos de
cadmio
, hasta 110 veces más que los sabores de vainilla. Y
esto se debe a que el cacao proviene de suelos que suelen ser ricos
en metales pesados. Si amas el chocolate, tal vez sea mejor optar
por fuentes más naturales y menos procesadas del sabor.

¿Qué productos son más seguros?

No todo es motivo de alarma, ya que las proteínas a base
de suero de leche (whey), colágeno y guisantes mostraron una menor
probabilidad de contaminación
. Por ejemplo, solo el 28% de
las proteínas de suero y el 26% de las de colágeno superaron los
niveles de seguridad para el plomo.

Sin embargo, las proteínas vegetales en general aún siguen
siendo más propensas a exceder los niveles de cadmio, aunque el
guisante parece ser una opción más segura en comparación con otros
como el arroz o el cáñamo.

Foto freepik

¿Cómo elegir proteínas más seguras?

Si no puedes prescindir de tu proteína en polvo, aquí hay
algunos pasos prácticos que pueden ayudar:

Busca pruebas de terceros: asegúrate que el
producto haya sido sometido a pruebas rigurosas tanto para calidad
como para contaminantes.

Te podría interesar:

Examina las etiquetas cuidadosamente: fíjate si
mencionan metales pesados o garantizan límites seguros.

Evita productos de chocolate si es posible: no
es que todo chocolate sea malo, pero los riesgos químicos en las
proteínas en polvo de chocolate son significativamente más
altos.

Considera proteínas de suero o colágeno: estas
opciones muestran consistentemente menos niveles de plomo y cadmio
en investigaciones.

Alternativas a la proteína en polvo

No necesitas depender exclusivamente de estas fórmulas, porque
exixten muchas formas naturales y nutritivas de obtener proteínas
sin preocuparte por contaminantes:

  • Yogur griego: rico en
    proteínas y probiótico
    s, es perfecto para un desayuno
    rápido.
  • Huevos: son económicos, fáciles de cocinar y
    llenos de aminoácidos esenciales.
  • Legumbres como lentejas o frijoles negros:
    ideales como parte de sopas, guisos o ensaladas.
  • Edamames o tofu: excelentes opciones para
    quienes prefieren las proteínas vegetales.
  • Quinoa y frutos secos: buenas alternativas
    para snacks o como complemento en comidas principales.

Mezcla estos alimentos en batidos caseros con semillas
de chía, mantequillas de frutos secos o incluso yogur griego para
obtener un reemplazo limpio y delicioso de las proteínas en
polvo.

Desde ajustar tus sabores preferidos hasta elegir opciones
certificadas, el poder está en tu conocimiento. Y si alguna vez
tienes dudas, vuelve a lo básico: los alimentos enteros y naturales
siempre serán tu mejor fuente de proteínas y salud. ¿Listo para
hacer un cambio saludable?

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Veronica Pereira
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