¿Cuántas horas de deporte a la semana son necesarias para preservar la salud mental?

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La relación
entre el deporte y la salud mental

Practicar deporte no solo beneficia el cuerpo, sino que también
tiene un impacto significativo en
la salud mental
de las personas. Diversos estudios respaldan
que la actividad física regular puede mejorar el bienestar
psicológico y emocional de manera notable.

Beneficios psicológicos del deporte

Reducción del estrés: al ejercitarse, el cuerpo
libera endorfinas, las hormonas de la felicidad, que ayudan a
disminuir los niveles de estrés y ansiedad, promoviendo la
sensación de calma y tranquilidad.

Mejora del estado de ánimo: la práctica
deportiva está asociada a una mayor sensación de bienestar y
felicidad, contribuyendo a la liberación de tensiones acumuladas y
mejorando el ánimo de forma general.

Disminución de la ansiedad: la actividad física
actúa como un calmante natural, reduciendo los síntomas de ansiedad
y favoreciendo la relajación, lo que impacta positivamente en la
salud mental.

El deporte puede ser un aliado poderoso para fortalecer
la
autoestima
y la confianza personal:

  • Al alcanzar objetivos deportivos, se aumenta la sensación de
    logro y competencia, reforzando la confianza en uno mismo.
  • Superar desafíos físicos y mentales durante la práctica
    deportiva fomenta la resiliencia emocional y la autoconfianza.
  • Observar mejoras en la imagen corporal y en la percepción
    personal genera una actitud más positiva hacia uno mismo, elevando
    la autoestima.

La interacción entre el deporte y la salud mental es clave para
mantener un equilibrio emocional y psicológico
óptimo
. Incentivar la actividad física no solo promueve la
salud del cuerpo, sino que también preserva el bienestar mental de

forma integral
.

Recomendaciones
generales de actividad física

Mantener una rutina de actividad física adecuada es esencial
para preservar la salud mental. Las principales organizaciones de
salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
(CDC),
enfatizan la necesidad de incluir ejercicio regular
en la vida diaria.

La OMS recomienda que los adultos entre 18 y 64 años
realicen al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la
semana o 75 minutos de actividad vigorosa.
Combinar ambas
modalidades proporciona beneficios adicionales para la salud mental
y física.

Por su parte, los CDC de Estados Unidos
aconsejan a los adultos programar al menos 150 minutos de
actividad aeróbica moderada semanalmente, junto con ejercicios de
fortalecimiento muscular dos días a la semana
. Estas
indicaciones son fundamentales para mantener la salud en óptimas
condiciones a lo largo del tiempo.

Variedad de ejercicios recomendados

Dentro de las recomendaciones generales, se destaca la
importancia de diversificar los tipos de ejercicio para obtener
beneficios integrales. Los ejercicios aeróbicos, como
caminar, correr o andar en bicicleta, son ideales
para fortalecer el sistema
cardiovascular
y liberar endorfinas
, mejorando así el
estado de ánimo.

Además, actividades como el yoga, que fusionan aspectos de
meditación, respiración y estiramiento, son
excelentes para reducir el estrés, aumentar la
concentración y fomentar la relajación mental.
Por otro
lado, participar en deportes en equipo no solo aporta ventajas
físicas, sino que también favorece la sociabilización y el trabajo
en equipo, aspectos clave para el bienestar emocional.

Foto Freepik

Estudios
recientes sobre el deporte y la salud mental

La relación entre la actividad física y la salud mental ha sido
objeto de interés en la comunidad científica, con el fin de
determinar la cantidad adecuada de ejercicio para mantener
el bienestar psicológico
. Aquí se presentan los últimos
hallazgos de investigaciones relevantes en este campo:

Duración y frecuencia del ejercicio

Según investigaciones recientes, los adultos deben dedicar al
menos 150 minutos a la semana a actividades aeróbicas moderadas o
75 minutos a actividades vigorosas para experimentar
mejoras significativas en la salud mental
. Mantener una
frecuencia de 3 a 5 veces por semana en la práctica de ejercicio se
ha evidenciado como más beneficioso que hacerlo de forma
esporádica.

Te podría interesar:

Resultados de investigaciones específicas

Un estudio realizado por Smith et al. (2021) con 500
participantes encontró una notable reducción en los niveles de
ansiedad y depresión en aquellos que cumplían con las
recomendaciones de actividad física semanal. Estos resultados
señalan que el ejercicio regular no solo favorece el estado de
ánimo, sino que también ayuda a disminuir los síntomas
relacionados con trastornos psicológicos.

Por otro lado, la investigación de García y sus colegas (2023)
examinó el efecto del ejercicio anaeróbico en la salud mental,
concluyendo que la combinación de actividades aeróbicas y
de fortalecimiento muscular potencia los efectos positivos en la
cognición y la salud emocional
. Estos hallazgos refuerzan
la idea de que la diversidad de ejercicios puede ser clave para
maximizar los beneficios psicológicos.

Factores
a considerar para personalizar la rutina de ejercicio

Al momento de establecer una rutina de ejercicio, es fundamental
considerar diversos factores que permitan adaptarla a las
necesidades individuales de cada persona. Personalizar la práctica
deportiva no solo optimiza los resultados físicos, sino que también
favorece el bienestar mental a través de una conexión más
profunda con el cuerpo y sus señales.

La importancia de escuchar al cuerpo

Identificar y escuchar las señales que el cuerpo emite durante
el ejercicio es esencial para ajustar adecuadamente la intensidad y
duración de la actividad física. El cuerpo tiene la capacidad de
comunicar cuándo es necesario disminuir la intensidad,
aumentar el descanso o variar el tipo de ejercicio
realizado
. Prestar atención a estas señales permite
evitar lesiones, mejorar el rendimiento y potenciar los
beneficios para la salud mental
.

Ejercicio y bienestar emocional

El ejercicio no solo impacta el aspecto físico, sino que también
juega un papel crucial en el bienestar emocional. A través de la
actividad física, se liberan endorfinas y
neurotransmisores
que pueden contribuir a gestionar
emociones y situaciones estresantes de la vida diaria. Mantener una
rutina de ejercicio constante puede ayudar a regular el
estado de ánimo, reducir la ansiedad y promover la sensación de
calma y equilibrio emocional.

Al personalizar la rutina de ejercicio, considerando las
necesidades y preferencias individuales, se potencia no solo el
rendimiento físico, sino también el bienestar mental. Adaptar la
cantidad y tipo de ejercicio a las características de cada persona
es clave para alcanzar un equilibrio integral entre la
salud física y emocional.


Consejos prácticos para incorporar el deporte en la rutina
semanal

La inclusión regular de la actividad física en la rutina semanal
puede influir positivamente en la salud mental y emocional. Para
lograr una integración exitosa del deporte en la vida cotidiana, es
fundamental seguir consejos prácticos que faciliten su
incorporación de manera sostenible y efectiva.

Establecer metas alcanzables

Para comenzar a incorporar el deporte en la rutina semanal, es
primordial establecer metas alcanzables y realistas. Fijar
objetivos graduales y medibles permite mantener la
motivación a lo largo del tiempo.
Se recomienda iniciar
con metas modestas y aumentar la intensidad o duración de los
ejercicios de forma progresiva. De esta manera, se promueve la
constancia y se evita la desmotivación por expectativas poco
realistas.

Crear un horario de entrenamiento

Elaborar un horario de entrenamiento semanal es esencial para
garantizar la regularidad en la práctica deportiva. Se sugiere
planificar diferentes tipos de ejercicios que abarquen
aspectos de resistencia, fuerza y flexibilidad.
Asignar momentos específicos en el día para realizar cada actividad
facilita la organización y la adherencia al plan. Contar con un
horario definido brinda estructura y permite priorizar el tiempo
dedicado al deporte dentro de la agenda diaria.

Mantener la motivación y la constancia

Para mantener la motivación a largo plazo, se recomienda
implementar estrategias que fomenten la persistencia y el interés
por el deporte. Variar las actividades físicas, explorando
diferentes deportes o modalidades de ejercicio, puede
evitar la monotonía y generar nuevas motivaciones
. Buscar
el apoyo social de amigos, familiares o grupos de entrenamiento
brinda un entorno de respaldo y estímulo mutuo. La participación en
clases grupales o la realización de retos personales pueden ser
incentivos adicionales para mantener la constancia en la práctica
deportiva
.

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Dany Levito
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