Crudeza contra Harris y los demócratas en el mitin de Trump

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Varios aliados de Donald Trump utilizaron el domingo una retórica cruda y extrema contra la vicepresidenta Kamala Harris y otros críticos de Trump antes de que el expresidente subiera al escenario del Madison Square Garden de Nueva York.

 

 

David Rem, amigo de la infancia de Trump, se refirió a la candidata presidencial demócrata, que aspira a convertirse en la primera mujer elegida presidenta, como «el Anticristo» y «el diablo».

El empresario Grant Cardone dijo a la multitud que Harris «y sus proxenetas destruirán nuestro país».

La apertura del mitin fue una mezcolanza de trumpismo, con la reproducción de un fragmento extendido de la película de 1970 «Patton», un cuadro de la bandera estadounidense con Trump delante abrazando el Empire State Building mientras «God Bless America» sonaba a todo volumen por los altavoces, y un monólogo del cómico Tony Hinchcliffe repleto de chistes lascivos, a menudo invocando estereotipos racistas de latinos, judíos y negros.

«No sé si lo sabéis, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano. Creo que se llama Puerto Rico», dijo Hinchcliffe, cuya broma fue inmediatamente señalada por la campaña de Harris, que compite con Trump para ganarse a las comunidades puertorriqueñas en Pensilvania y otros estados indecisos.

A poco más de una semana de la jornada electoral, el ex presidente iba a subir al escenario el domingo en uno de los lugares más conocidos del país, como anfitrión de un mitin en su ciudad natal para lanzar el mensaje de cierre de su campaña contra Harris.

El programa previo a su aparición estuvo repleto de funcionarios conservadores, aliados de larga data y figuras de los medios de comunicación populares entre los conservadores, como el Dr. Phil McGraw y el ex presentador de Fox News Tucker Carlson.

Gran parte del programa parecía una versión un tanto surrealista de la Convención Nacional Republicana de julio, que se celebró menos de dos días después de que Trump sobreviviera a un intento de asesinato en Butler, Pensilvania.

El icono de la lucha libre Hulk Hogan, que apareció en la Convención Nacional Republicana, volvió a pavonearse el domingo con una boa de plumas y arrancándose la camisa para mostrar debajo una camiseta de la campaña de Trump.

Flexionó sus músculos repetidamente y gesticuló a la multitud después de decir al público: «Trump es el único hombre que puede arreglar este país hoy».

Aunque algunos demócratas y expertos han cuestionado la decisión de Trump de celebrar lo que tachan de acto vanidoso en su ciudad natal, el mitin garantiza a Trump lo que más ansía: los focos, cobertura de pared a pared y una audiencia nacional.

El mensaje final que pronunciará el domingo, según su campaña, es que Harris «rompió» el país y que Trump «lo arreglará». Los asistentes al mitin ondeaban horas antes pancartas con las palabras «Trump lo arreglará».

Varios oradores arremetieron contra Hillary Clinton, la demócrata derrotada por Trump hace ocho años, por decir que Trump el domingo estaría «recreando» un acto pro nazi en el Garden en febrero de 1939. Un crítico, el locutor de radio Sid Rosenberg, utilizó una palabrota para denunciar a la ex secretaria de Estado.

«Eh, chicos, ahora se están revolviendo e intentan llamarnos nazis y fascistas», dijo Alina Habba, una de las abogadas de Trump, que se cubrió el atril con una chispeante chaqueta “MAGA” mientras hablaba. «¿Y sabéis lo que afirman, chicos? Da mucho miedo. Afirman que vamos a ir a por ellos e intentaremos meterlos en la cárcel. Bueno, ¿no es genial?»

Declaró Hogan con su característico gruñido ronco: «No veo a ningún nazi apestoso aquí».

Trump ha denunciado las cuatro acusaciones penales presentadas contra él como motivadas políticamente. En las últimas semanas ha intensificado sus denuncias de «enemigos internos», nombrando a rivales políticos nacionales, y ha sugerido que utilizaría el ejército para perseguirlos. Harris, a su vez, ha llamado «fascista» a Trump.

El estadio estaba lleno horas antes de la intervención de Trump. Fuera del estadio, las aceras estaban abarrotadas de partidarios de Trump con gorras rojas de «Make America Great Again». Había una fuerte presencia de seguridad. Se cortaron calles y se restringió el acceso a Penn Station.

Entre la multitud estaba Philip D’Agostino, un partidario de Trump desde hace mucho tiempo de Queens, el barrio donde Trump creció. El hombre de 64 años dijo que era apropiado que Trump hablara en un lugar que se anuncia como «el estadio más famoso del mundo».

«Esto demuestra que tiene más seguidores que ningún otro hombre que haya existido», dijo D’Agostino.

El mitin forma parte de una serie de desvíos que Trump ha hecho fuera de los estados disputados, incluido un mitin reciente en Coachella, California -más conocido por el famoso festival de música que lleva el nombre de la ciudad- y otro en mayo en la costa de Jersey. Este verano hizo campaña en el sur de El Bronx.

Para llegar a ellos, Trump ha pasado horas apareciendo en populares podcasts.

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Y su campaña se ha esforzado por crear momentos virales, como su visita del pasado fin de semana a un restaurante McDonald’s, donde preparó patatas fritas y sirvió a sus seguidores desde la ventanilla del autoservicio.

El vídeo de la parada publicado por su campaña ha sido visto más de 40 millones de veces sólo en TikTok.

 

 

Harris también ha viajado a estados no disputados para participar en actos importantes destinados a difundir un mensaje nacional.

Apareció en Houston el viernes con la superestrella de la música Beyoncé para hablar sobre los derechos reproductivos, y pronunciará su propio alegato final el martes desde la Elipse de Washington, donde Trump habló antes de los disturbios del Capitolio del 6 de enero de 2021 .

Trump estará acompañado en el mitin por partidarios entre los que se incluye el consejero delegado de Tesla y SpaceX, Elon Musk, que ha gastado decenas de millones de dólares para impulsar la campaña de Trump.

Trump se compara a menudo con los grandes artistas del país. La ex estrella de telerrealidad lleva mucho tiempo hablando de su deseo de celebrar un mitin en este lugar en entrevistas y conversaciones privadas.

Más allá de los focos nacionales y del atractivo de aparecer en uno de los escenarios más famosos del mundo, los republicanos del estado afirman que el mitin ayudará a los candidatos con menos votos. Nueva York alberga un puñado de competitivas elecciones al Congreso que podrían determinar qué partido controla la Cámara el próximo año.

Trump también utilizará la parada como una gran oportunidad para recaudar fondos, ya que sigue estando seriamente rezagado con respecto a Harris en la carrera por el dinero.

Nueva York no ha votado a un republicano para presidente en 40 años. Pero eso no ha impedido que Trump siga insistiendo en que puede ganar.

Trump utiliza a menudo su ciudad natal como un florete ante audiencias de otros estados, pintando una visión oscura de la ciudad que se parece poco a la realidad. La ha presentado como una ciudad plagada de delincuencia e invadida por bandas de inmigrantes violentos que han tomado las avenidas Quinta y Madison y ocupado Times Square.

Trump tiene una historia complicada con el lugar donde construyó su imperio empresarial y que le convirtió en una estrella de la prensa rosa y los reality shows. Sus habitantes le acusaron el año pasado de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales. Fue declarado culpable en ese caso, y también declarado responsable en un tribunal civil por fraude empresarial y abusos sexuales.

 

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Mientras Donald Trump celebraba su mitin en el Madison Square Garden, decenas de personas desarrollaron una protesta en su contra en la Biblioteca Pública de Nueva York.

La manifestación anti-Trump contó con diferentes oradores, entre ellos destacados líderes comunitarios, funcionarios electos y activistas.  El mensaje fue el mismo, que la retórica del expresidente no refleja los valores de la Ciudad.

También cuestionaron la fecha del evento ya que coincide con el sexto aniversario de la masacre de la sinagoga “Árbol de la Vida”, donde mataron a 11 personas en Pittsburgh, Pensilvania.  A su vez coincidió la fecha de una manifestación nazi celebrada en Manhattan hace 85 años.

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Al final de la manifestación, los organizadores dijeron que, independientemente de quién gane la presidencia el día de las elecciones, es importante no solo votar, sino también organizarse con otros para marcar una diferencia. 

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