Alejo Campos, licenciado en en Ciencias Políticas y Director Regional de ‘Crime Stoppers International’ para el Caribe, Bermuda y América Latina, una organización que lucha contra el crimen gracias a su portal de denuncias anónimas por parte de los ciudadanos.
—¿De dónde nace la idea de ‘Crime Stoppers’?
La idea nace en Estados Unidos, en Albuquerque, Nuevo México, a partir de un homicidio brutal que existió en la ciudad, que por aquel entonces era muy pequeña y un homicidio de este tipo generó un impacto en la sociedad muy fuerte. El FBI, al ver que no tenía información para resolver el caso, puso una línea telefónica totalmente anónima donde la gente pudiese compartir la información sobre este homicidio.
Lo interesante es que más allá de la información que recabaron para cerrar ese caso, el FBI empezó a recibir cantidad de datos y hechos, posiblemente criminales, que estaban sucediendo en la comunidad. Entonces entendieron que la gente tenía mucha información, pero por miedo, o por no querer involucrarse en el proceso preferían mirar hacia otro lado.
Así nació Crime Stoppers, como una línea segura totalmente anónima, entre la población que tiene información y la autoridad que necesita de ella para poder trabajar.
—¿Cuáles son las funciones que cumple?
Bueno, ha evolucionado mucho en estos 47 años, sobre todo en nuestra región de Caribe y América Latina por la idiosincrasia y la coyuntura cultural de nuestra sociedad. La organización también apoya a los gobiernos en otros temas, pero básicamente es un canal de denuncia anónima, ya sea a través de un sitio web o a través de una aplicación en teléfonos celulares.
Lo más importante es ese vínculo entre la sociedad y la autoridad.
En cuanto al apoyo a los gobiernos, ayudamos a concretar las políticas públicas de seguridad, en entrenamientos, con equipos técnicos para hacer revisión de marcos normativos, sobre todo desde un punto de vista técnico en cuanto a la formulación.
También ayudamos a revisar los marcos normativos y no solo en ese país, sino cómo estamos frente al crimen organizado trasnacional, hay que, al mismo tiempo, entender el concurso regional y hacer lo que llaman “la armonización legislativa”; a veces un delito se dice de una forma o se denomina de una manera en una ley en un país y en el otro de otra forma. Entonces la cooperación jurídica entre los países a veces es muy complicada y deja espacios vacíos muy grandes para que el crimen organizado fortalezca su actividad.
También apoyamos en temas de campañas sociales por el hecho de que los delitos mutan se transforman con el tiempo. Lo que falta a veces es información sobre qué implica este delito, y muchas personas a veces incurren en ellos sin saberlo, simplemente porque culturalmente siempre se ha hecho así, pero ahora eso se considera delito.
Es importante que haya campañas de comunicación
—¿Cómo funciona el portal de “denuncias“?
En los formularios, como es en el caso de República Dominicana, estamos trabajando con cuatro delitos que, según las estadísticas nacionales, eran los que mayor incidencia tenían y los que más preocupaban a la población.
Entonces, éste tiene muchas preguntas, la mayoría son obligatorias porque de nada sirve que alguien diga “ahí venden drogas”, tiene que haber un poco más: horarios, alguna matrícula o placa de algún vehículo involucrado, etc. Son una herramienta muy buena para parar a los criminales
Entonces, cuanto más pueda la persona poner en ese formulario, una vez enviado llega automáticamente a un equipo que el propio ministerio y estos comienzan a verificar esa información.
Ya verificado, entonces se crea un caso de investigación y avanza el proceso
—¿De dónde viene la idea de introducir ‘Crime Stoppers’ en RD?
Bueno, creo que hay una conjunción de varios factores, por un lado desde Panamá nosotros tenemos la oficina regional para el Caribe y América Latina. Dentro de eso, obviamente, trabajamos delitos donde aparece República Dominicana en la ruta del mapa de la criminalidad: blanqueo, narcotráfico, trata de personas y de migración. Entonces, a base también de coincidir con las autoridades del país, salió la idea de abrir una oficina y empezar a trabajar.
Se hizo, sobre todo, porque podemos fortalecer la cooperación entre los países. Muchos problemas que ustedes tienen acá en materia de comercio ilícito y contrabando principalmente vienen de otras naciones, pues estos productos llegan desde otros lugares y triangulan por Panamá a través de los puertos y luego termina ese producto en República Dominicana.
Entonces creo que era natural llegar a República Dominicana, era parte de la planificación.
—Se publicó un informe vuestro en el que advertían que un aumento de los impuestos selectivos en el alcohol fortalecería a las bandas criminales. ¿Cómo se puede llegar a esa situación?
Nosotros entendemos que frente a una nueva gestión, un nuevo periodo de la administración del Gobierno en República Dominicana, obviamente van a ver algunos cambios. Dentro de esos, en cuanto a políticas fiscales se refiere, entra el tema de lograr una mayor recaudación a través de determinados impuestos selectivos o no selectivos.
Ahí, nosotros nos pusimos hacer un análisis, en qué productos puede ocurrir que, si se les aumenta el impuesto, son más sensibles a generar otros problemas más graves y, al final, no terminas de recaudar el dinero que proyectabas recoger con esa con esa subida. Se basa en la oferta y demanda.
Ahora son normales los parámetros de oferta y demanda legal, pero si llegase un impuestos, se puede transformar en algo criminal porque hay una serie de productos que van a subir su valor, porque esa suma de impuestos va a impactar en el valor final, y hará que el consumidor vaya a mercados ilegales a conseguir ese mismo producto.
Uno de esos productos son las bebidas alcohólicas y es lo que estábamos estudiando en Dominicana.
Al final el crimen organizado busca dinero de origen ilegal o conseguido a través de actividades ilegales criminales en el medio obviamente porque necesita fortalecer su su territorio, su mercado. Para ello tiene que ejercer actos de violencia porque no tiene otra opción o porque tiene que defender su territorio, y eso va generando violencia, que es lo que la población ve y que es lo que vive.
Entonces esto es una posibilidad. Obviamente lo estamos planteando como una posibilidad en el caso que llegue a suceder. Se podrían aplicar en otros productos que no sean tan sensibles a generar una oportunidad para el crimen organizado.
Si subes el precio público de un producto a través de un impuesto, vas a motivar la situación.
—¿Hay algún proyecto en mente?
Lo que estamos ofreciendo a la parte de las autoridades o al gobierno, es que en el caso de que se esté pensando en la subida de impuestos selectivos en productos selectivos, presentar también una propuesta de otros sitios de donde podría salir ese dinero.
Hay que buscar otras medidas para no afectar a la seguridad, que es clave para la población,
—¿Cuáles son los problemas de delincuencia más serios en el país y en la región?
Yo lo englobaría con crimen organizado transnacional que genera economías ilícitas, que lleva al blanqueo de capitales e impacta en el fortalecimiento de las bandas locales, pues el problema no es el crimen organizado como tal sino su economía ilegal.
Ésta se nutre del narcotráfico principalmente como puente, porque el negocio hoy en día es llevar la cocaína a Europa, ya ni siquiera a Estados Unidos, porque se paga muchísimo más por el kilo de cocaína.
El otro gran tema es el comercio ilícito, falsificación y contrabando a nivel de economías ilícitas, el primero le deja más dinero al crimen organizado que el propio narcotráfico. Hablo del narcotráfico solo como cocaína, ya cuando sumamos químicos, fentanilo, etc. son otras amenazas mucho más grandes que dejan mucho dinero.
Ya luego viene la cocaína, la trata de personas y el tráfico de migrantes. Hoy en día, para las estructuras, las personas son un mero producto comercial, así que el negocio está en moverlos de un lado para otro y en explotarlos. Por ejemplo, se dice que el clan del Golfo en Colombia generó de 30 a 80 millones de dólares el año pasado solo con pasar personas migrantes hacia Panamá .
—¿Habéis recibido alguna denuncia importante o actuado en un caso grande en RD?
Parte de este viaje es reunirnos para ver cómo va el avance de esos casos, aquí lo que más está denunciando es un tema de drogas vinculado a al al microtráfico al narcomenudeo temas de blanqueo y temas de trata hemos recibido también denuncias sobre sobre todo falsificación o adulteración de bebidas alcohólicas, eso ha generado un par de operativos que fueron ya públicos en algunos casos, nosotros como Crime Stopper decimos que la denuncia vino de Crime Stoppers y al final el éxito es la actuación de la autoridad. Somos un puente y ,además, no sabemos quién mandó la información, así que tampoco podemos salir a agradecerle a ese ciudadano, él lo sabrá cuando vea operativo en los medios.
Pero sí, se está recibiendo información en República Dominicana.
—¿En qué nota el ciudadano que sus denuncias sirven?
Se ve mucho en las pequeñas comunidades, en donde alguien denuncia un punto de venta de droga y, por ejemplo, tal vez con suerte a las dos semanas hay una operación y el punto se cierra pronto.
En temas de trata de personas tenemos operaciones grandes que se han hecho que fueron públicas. Ahora están la mayoría están en audiencias, tenemos un caso muy grande en Panamá, la “operación Omega”, en la que se recuperaron cerca de 30 víctimas donde habían niños y niñas de diferentes nacionalidades que estaban siendo explotadas laboral y sexualmente.
También, en casos de abuso sexual y violencia doméstica, en el covid funcionó muchísimo con las mujeres, pues no podían salir a denunciar y, al mismo tiempo, la gente estaba en casa todo el día. Entonces escuchaba mucho más la violencia doméstica del vecino, eso ayudó mucho a resolver algunos casos.
En el contrabando, hay muchas buenas informaciones que permiten hacer incautaciones grandes de contenedores y esos productos no sale,
Sabemos cómo la organización se nutre y fortalece de una construcción de confianza, pero lleva tiempo. En Estados Unidos ya se ha creado un triángulo perfecto para la seguridad entre: comunidad, autoridad y medios de comunicación, en donde éstos sirven como canal para informar a la gente de los delitos que se pueden denunciar.
—¿Qué otros proyectos se implementarán en el país?
Vamos a añadir más casos de denuncia, más delitos. Esta es una de las conversaciones que vamos a tener ahora durante esta semana con el Ministerio. Por ejemplo, han quedado fuera el maltrato a la mujer y lo relacionado con los bienes.
—¿Usted, como director, se siente en peligro por el hecho de llevar una organización contra el crimen en el Caribe y Centroamérica?
Creo que es parte del trabajo. Uno acepta las cosas, tiene sus pros y tiene sus contras. Recuerdo una vez un ministro en un país que me dijo “espero que usted tenga muchos ángeles guardianes”, le respondí que “no tengo más ni menos que los suyos, así que los estamos compartiendo”.
En realidad hay que hacerlo, o sea, nosotros tenemos formas también de protegernos y de cuidarnos, pero la efectividad que ha tenido el programa en todo el mundo…la verdad que vale la pena intentarlo.
Siempre van a ver peligros en cantidad de trabajos, en unos más, en otros menos, y la verdad que contamos con el apoyo de muchas de las personas y en algunos delitos, sobre todo de muchas de las víctimas que son invisibles, que te están cuidando, no solo a mí sino a todo un equipo enorme de trabajo que hay detrás de la organización entonces.