Crecimiento urbano desproporcionado acelera impacto negativo de desastres en RD

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Por Raúl Germán Bautista.- Los dominicanos están buscando, en muchas fuentes, las razones de por qué las lluvias han golpeado al país, sobre todo en noviembre 2022 y 2023, tan fuerte como aquellos legendarios ganchos de izquierda y uppercuts de derecha que les daba Mike Tyson a sus adversarios para noquearlos.

Se ha dicho mucho, pero casi nadie ha mencionado el crecimiento urbano desproporcionado, que impacta en el medio ambiente (contaminación a gran escala) y, por ende, en el cambio climático, con la llegada de calores extremos, fenómenos meteorológicos (lluvias), aumento del nivel del mar, hacinamiento, pobreza, entre otros.

Desde la República Dominicana, pasando por Puerto Rico, Cuba, Estados Unidos, Brasil, España (Valencia y Málaga), Afganistán, México, Italia, entre otras, las lluvias e inundaciones repentinas están trayendo estela de muertes y pérdidas materiales.

La sociedad ve cada día cómo la gente vive casi una encima de otra (en las zonas urbanas), cómo se inunda todo el territorio donde reside o transita, como las cañadas están contaminadas y desbordadas, los ríos más secos y llenos de desperdicios y cloacas; la escasez de árboles, exceptuando varios parques que aún mantienen la vegetación; el mar más alto y con sargazo, entre otras.

Con datos e informaciones, ofrecidas por la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y otras fuentes documentales, vamos a orientar este reportaje periodístico, original de N Digital.

DOS NOVIEMBRES Y ESCASA CULTURA DE PREVENCIÓN.-

N Digital publicó un reportaje sobre los acontecimientos meteorológicos que han afectado al país en los dos noviembres pasados.

El reporte establece que en noviembre del 2022 y noviembre del 2023 han ocurrido dos eventos atmosféricos que han puesto en evidencia la falta de cultura de prevención que existe en la República Dominicana ante los fenómenos naturales.

“El 4 de noviembre del 2022 y el 18 de noviembre del 2023 serán días que no pasarán inadvertidos para los dominicanos, debido a la gran cantidad de vehículos ahogados, viviendas inundadas, desbordamiento de ríos y cañadas, además de las decenas de muertes que han provocado estos aguaceros”, indica el texto.

Otro escrito de N Digital, titulado: “COE tenía en alerta roja a 13 provincias y DN el fatídico18 de noviembre de 2023”, relata que, al cumplirse este lunes 18 de noviembre un año de aquel trágico sábado del 2023, en donde murieron 30 personas y hubo pérdidas materiales millonarias, había pronósticos de muchas lluvias, aunque quizás no en la magnitud que cayó.

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Adelanta diciendo que en el Distrito Nacional hubo una tragedia inolvidable: En horas de la tarde cayó una pared lateral del paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero (próximo a la Máximo Gómez) se derrumbó y cayó sobre varios vehículos que transitaban por el lugar, en donde murieron nueve personas.

En el 2022 (4 de noviembre) murieron 9 ciudadanos y en el 2023 (18 de noviembre) fallecieron 30 personas.

El común denominador fue la gran cantidad de agua que cayó en las dos fechas, inundando calles, casas, vehículos y provocando la crecida de ríos, arroyos y cañadas, muchas de las cuales estaban fletadas de desechos sólidos.

GESTIÓN DEL TERRITORIO.-

Según la Ley 176-07, el ayuntamiento (alcaldía) constituye la entidad política administrativa básica del Estado dominicano, que se encuentra asentada en un territorio determinado que le es propio.

Como tal, agrega, es una persona jurídica descentralizada, que goza de autonomía política, fiscal, administrativa y funcional, gestora de los intereses propios de la colectividad local, con patrimonio propio y con capacidad para realizar todos los actos jurídicos que fueren necesarios y útiles para garantizar el desarrollo sostenible de sus habitantes y el cumplimiento de sus fines en la forma y con las condiciones que la Constitución y las leyes lo determinen.

Entonces, se infiere que las alcaldías, amparadas en la Constitución, la Ley 176-07 y otras más, son las responsables directas del ordenamiento del territorio (junto con la ley en esa materia), planeamiento urbano, gestión del suelo, ejecución y disciplina urbanística, normar y gestionar el mantenimiento y uso de las áreas verdes, parques y jardines, normar y gestionar la protección de la higiene y salubridad públicas para garantizar el saneamiento ambiental, construcción de infraestructuras y equipamientos urbanos, pavimentación de las vías públicas urbanas, construcción y mantenimiento de caminos rurales, construcción y conservación de aceras, contenes y caminos vecinales, entre otras.

Muchos alcaldes se están preocupando por mostrar ciudades con grandes edificios o empresas y no por promover los cabildos abiertos (Presupuesto Participativo), por la eficiencia del gasto y las inversiones.

También, por la cantidad de árboles que se siembran, la cantidad de cañadas que se sanean, la cantidad de parques, tipo ecológico, que se edifican, reducción de los taponamientos, contaminación visual y sónica, seguridad perimetral, la eficiencia en la recogida de desechos sólidos que van a las calles, las cañadas, a los ríos y al mar, entre otros.

Del triunfo de las ciudades, parafraseando a Edward Glaser, depende mucho la capacidad y calidad administrativa, visionaria, creativa e innovadora de quien encabece una alcaldía o junta de distrito municipal.

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“Se espera que para el 2050, el 70% de la población mundial viva en las ciudades (zona urbana), según el Banco Mundial. Las ciudades son la solución a los problemas actuales, como la pobreza, desigualdad, corrupción, los ecológicos. Entre otros”, plantea Glaser en su libro “El triunfo de las ciudades”.

Glaser hace esta sentencia, en la página 24 de su libro: “En última instancia, la tarea de un gobierno municipal no es financiar edificios ni vías férreas, incapaces de sufragar sus propios costes, sino la de cuidar a los habitantes de la ciudad. Un alcalde capaz de educar a los niños de una ciudad para que puedan tener oportunidades en la otra punta del planeta está triunfando, aunque su ciudad disminuya de tamaño”.

Y continúa diciendo que las ciudades no empobrecen a su gente, sino que atraen a los pobres. “La pobreza urbana no debería compararse con la riqueza urbana, sino con la pobreza rural”.

ONU-HABITAT investigó que los efectos de una urbanización acelerada y el cambio climático están convergiendo de manera peligrosa.

“Las ciudades son las principales contribuyentes al calentamiento global, aunque representan menos del 2% de la superficie de la Tierra, según las Naciones Unidas. Consumen el 78% de la energía mundial, emiten más del 70% del total de los gases de efecto invernadero y producen el 70% de los residuos del planeta”, añadieron.

¿RD ES UN PAÍS HACINADO?

El X Censo Nacional de Población y Vivienda 2022 establece que, en la República Dominicana, hay 10 millones 773 mil 983 habitantes en 48 mil 196 kilómetros cuadrados, 224 habitantes por kilómetros cuadrados.

En ese sentido, la Región Ozama, que abarca a la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional, cuenta con 3 millones 798 mil 698 habitantes, viviendo en 1,396 kilómetros cuadrados, 2,721 habitantes por kilómetros cuadrados.

Pero cuando segregamos esos números vemos la situación por cada comunidad: En el Distrito Nacional viven 1 millón 029 mil 110 habitantes en 91 kilómetros cuadrados, lo que equivale a 11 mil 287 habitantes por kilómetros cuadrados.

En la provincia Santo Domingo residen 2 millones 769 mil 588 personas en 1,305 kilómetros cuadrados, unos 2 mil 123 habitantes por kilómetros cuadrados. Aunque esto cambia al ser dividido por municipio.

Santo Domingo Este tiene 165 kilómetros cuadrados, en donde viven 1 millón 029 mil 117, lo que arroja un porcentaje de 6 mil 219 personas por kilómetros cuadrados.

En Santo Domingo Oeste, viven 410 mil 578 personas en 54 kilómetros cuadrados, lo que da unos 7 mil 538 habitantes por kilómetros cuadrados.

En Santo Domingo Norte, viven 674 mil 274 personas en 388 kilómetros cuadrados, unos mil 737 habitantes por kilómetros cuadrados.

En Los Alcarrizos, residen 336 mil 307 habitantes en 45 kilómetros cuadrados, 7 mil 464 personas por kilómetros cuadrados.

En Pedro Brand, hay 92 mil 973 residentes en 223 kilómetros cuadrados, 417 personas por kilómetros cuadrados.

En la provincia Santiago, residen 1 millón 074 mil 679 habitantes en 2 mil 805 kilómetros cuadrados, 383 personas por kilómetros cuadrados.

La provincia La Vega tiene 442 mil 719 habitantes en 2 mil 294 kilómetros cuadrados, 193 personas por kilómetros cuadrados.

Hacia la frontera, en la parte región Cibao Noroeste hay 447 mil 033 en 4,860 kilómetros cuadrados, 92 personas por kilómetros cuadrados. En la región Enriquillo viven 404 mil 665 personas en 6,954 kilómetros cuadrados, que son 58 habitantes por kilómetros cuadrados.

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Según el Censo, el Distrito Nacional es el territorio más hacinado del país, donde las personas conviven en un pequeño espacio territorial. En cambio, los pueblos de la frontera son los más desolados.

Además del hacinamiento, la gran cantidad de vehículos que transitan por el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo es inmensa, los cuales provocan largos taponamientos y producen monóxido de carbono (CO).

EPA en Español explica que el monóxido de carbono es un gas tóxico que se produce cuando los combustibles a base de hidrocarburos, como la gasolina, el petróleo, el carbón, el queroseno o la madera, se queman de forma incompleta.

Agrega que los vehículos emiten monóxido de carbono por los tubos de escape, especialmente al arrancar, cuando el suministro de aire está restringido o cuando los autos no están afinados correctamente.

El monóxido de carbono es incoloro y no se puede oler, pero puede ser mortal si se respira en grandes cantidades. Los vehículos de gasolina suelen producir más monóxido de carbono que los de diésel.

El avance de la “vida urbana” nos va dejando sin árboles que podrían absorber el monóxido de carbono y otros contaminantes.

En ese orden, la magíster ingeniera Carmen I. Veloz Comas, coordinadora administrativa de la Comisión Ambiental de la UASD, expresó que el crecimiento acelerado y sin ningún tipo de ordenamiento territorial incrementa la contribución manera significativa al cambio climático.

“Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las ciudades son responsables de casi tres cuartas partes de las emisiones totales, debido a que para el desarrollo urbanístico se hace necesario la adecuación de grandes áreas que incluyen en la mayoría de las ocasiones la tala de árboles y estos al ser cortados liberan a la atmósfera el carbono que habían estado almacenando”, indicó Veloz Comas.

Argumentó que, por otro lado, al construir edificaciones residenciales y comerciales se incrementa el consumo de energía eléctrica y al seguir utilizando combustibles fósiles para el suministro, se emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero.

¿QUÉ RECOMENDACIÓN SE LE PUEDE HACER A LOS ALCALDES, SOBRE TODO, DEL GRAN SANTO DOMINGO (DN), SANTIAGO, LA VEGA, SAN CRISTÓBAL, ENTRE OTRAS?

La ingeniera Carmen I. Veloz establece que la Ley 176-07 es clara en cuanto a los principios, atribuciones y a las competencias que rigen a las alcaldías, en ese sentido, lo primero es acogerse a lo estipulado en la misma y otras legislaciones que se consideren pertinentes y necesarias.

“Centrarse en las necesidades primordiales de las personas de las localidades, invertir en la gestión de riesgo ante desastres a nivel municipal y en concientización, son sólo algunas de las cosas que se pueden realizar desde las alcaldías”, detalló.

Explicó que, por ejemplo, según la Ley 176-07, son competencias de las alcaldías el ordenamiento del territorio, planeamiento urbano, gestión del suelo, ejecución y disciplina urbanística; normar y gestionar el mantenimiento y uso de las áreas verdes, parques y jardines al igual que la protección de la higiene y salubridad públicas para garantizar el saneamiento ambiental.

“Y no se puede quedar el brazo visible de las alcaldías, que son los servicios de limpieza y ornato público, recolección, tratamiento y disposición final de residuos sólidos. Si llevaran a cabo, aunque fuere una parte de estas actividades, que están claramente estipuladas en la ley, la realidad del día a día de los munícipes en los territorios fuera mucho mejor”, explicó.

Reconoció que está conscientes de que, en ocasiones, el presupuesto asignado a las alcaldías no es suficiente, debido a un sinnúmero de cosas.

“Para ello, pueden realizar una coordinación con otras instituciones de Estado para lograr los objetivos propuestos, actividad que también está indicada en la ley”, adelantó.

¿QUÉ TANTO IMPACTA LA RECOGIDA O NO DE LOS DESECHOS SÓLIDOS EN LA CONTAMINACIÓN?

Veloz Comas expresa esto:

“Una recogida adecuada de desechos sólidos tiene un impacto positivo significativo en la disminución de la contaminación y en el medio ambiente en general. Aquí hay algunos puntos clave sobre cómo afecta:
A. REDUCCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN DEL SUELO: La acumulación de desechos sólidos puede llevar a la contaminación del suelo, ya que muchos materiales, como los micro-plásticos, que se pueden integrar en el ambiente y en los organismos, los lixiviados y productos químicos pueden filtrarse en el suelo, afectando la calidad del agua subterránea.

B. CONTAMINACIÓN DE CUERPOS DE AGUA: Los desechos que no se recogen adecuadamente pueden ser arrastrados por la lluvia hacia ríos y cañadas que desembocan en el mar, esto afecta a los ecosistemas acuáticos y puede tener efectos perjudiciales en la vida marina. De igual manera provoca la obstrucción de filtrantes y del sistema de alcantarillado en general, lo que podría incidir en la ocurrencia de inundaciones urbanas.
C. EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO: Los vertederos mal gestionados son una fuente importante de metano, un potente gas de efecto invernadero. La descomposición anaeróbica de los residuos orgánicos genera este gas, contribuyendo al cambio climático.
D. IMPACTO EN LA SALUD PÚBLICA: La acumulación de basura puede atraer plagas como roedores e insectos, que son vectores de enfermedades. Además, la exposición a ciertos desechos puede causar problemas de salud en las comunidades cercanas.
E. ESTÉTICA Y CALIDAD DE VIDA: La falta de recogida de desechos sólidos afecta la estética urbana y rural, lo que puede disminuir la calidad de vida y afectar el turismo.
F. RECICLAJE Y ECONOMÍA CIRCULAR: Una buena gestión de los desechos sólidos promueve y permite el reciclaje y la reutilización de materiales, agregando valor a los residuos lo que reduce la necesidad de extraer nuevos recursos y disminuye el impacto ambiental asociado con su producción.

LA SITUACIÓN DE LOS PRINCIPALES RÍOS DEL GSD: HAINA-MANOGUAYABO, ISABELA, OZAMA, ENTRE OTROS, CON RESPECTO A LOS DESECHOS SÓLIDOS Y LAS AGUAS RESIDUALES.

La especialista agrega:

“El tener un río o cualquier cuerpo de agua en la cercanía de las localidades siempre ha sido una ventaja, desde tiempos inmemoriales los asentamientos humanos se han ubicado en los márgenes de ríos para un mejor desarrollo de las actividades, pero de igual manera supone una fuente de contaminación al no manejarse los desechos de la manera correcta.

En sentido general, la situación de estos afluentes del Gran Santo Domingo se encuentra sumida en un escenario de gran contaminación y desolación debido a la depredación de la flora ribereña, los árboles de los nacientes y falta de políticas públicas para su protección y conservación, lo que los han convertido en el vertedero de todas las localidades apostadas en todo lo largo de su ribera.

Y no solamente las localidades asentadas en las riberas de estos ríos tiran sus desechos en ellos, lamentablemente hay muchas industrias instaladas de las cuales la mayoría no dispone de sistemas de gestión ambiental, que de igual forma vierten desechos de manera indiscriminada en sus afluentes contribuyendo en gran parte con la situación decadente en la que se encuentran en la actualidad.

Entre los contaminantes provenientes de fuentes domésticas e industriales que se pueden encontrar se encuentran la materia orgánica, nutrientes, metales pesados, hidrocarburos, microorganismos patógenos y otras que alcanzan valores por encima de los estándares de calidad.

El río Ozama es la cuarta cuenca hidrográfica del país con una longitud de 148 km, sumado a los problemas anteriormente mencionados, también tiene como fuente de contaminación las generadoras de electricidad instaladas en una barcaza de tipo Wartsila, las cuales producen gases o humo provocando afectaciones respiratorias, así como también el calentamiento de las aguas, cuando las plantas están en funcionamiento, afectando todo su ecosistema.

Se han llevado a cabo diferentes acciones en pro de restaurar dichos ecosistemas, pero para poder lograr el objetivo de desarrollar de manera sostenible todo ese entorno, debe implementarse una propuesta integral que involucre a las autoridades, las comunidades afectadas y al sector industrial.

¿CUÁL ES LA SITUACIÓN DE LAS CAÑADAS DE SD?

La investigadora agrega que las cañadas del Gran Santo Domingo representan un aspecto crítico del entorno urbano y ecológico de la ciudad. Estas formaciones naturales, que son cauces de ríos y arroyos, han sido históricamente vitales para la gestión del agua y la biodiversidad, sin embargo, en las últimas décadas, han enfrentado una serie de desafíos que han comprometido su integridad y funcionalidad.

Uno de los principales problemas que afectan a las cañadas es la urbanización desmedida. El crecimiento poblacional y la expansión de la ciudad han llevado a la construcción de viviendas e infraestructuras en áreas que antes eran ocupadas por estos ecosistemas. Esto ha resultado en la obstrucción de los cauces, lo que aumenta el riesgo de inundaciones durante la temporada ciclónica; además, la falta de planificación urbana ha contribuido a la contaminación de las aguas, ya que desechos sólidos y aguas residuales son frecuentemente vertidos en las cañadas.

Esta situación también tiene un impacto significativo en las comunidades que las rodean. Muchas familias que viven en áreas vulnerables dependen de estas fuentes de agua para sus actividades diarias. La contaminación y la degradación de las cañadas han afectado la calidad del agua, lo que representa un riesgo para la salud pública; además, las inundaciones pueden causar daños a la propiedad y desplazar a las comunidades, exacerbando la pobreza y la vulnerabilidad social.

A pesar de los desafíos, hay iniciativas en marcha para abordar la situación de las cañadas del Gran Santo Domingo. Organizaciones gubernamentales y no gubernamentales están trabajando en proyectos de restauración ecológica y educación ambiental. Estas iniciativas buscan no solo limpiar y rehabilitar las cañadas, sino también concienciar a la población sobre la importancia de estos ecosistemas.

Por ejemplo, la CAASD ha desarrollado un programa de saneamiento de cañadas contaminadas, convirtiendo estos lugares en centros de esparcimiento y recreación comunitarios. Dentro del programa ya se han rehabilitado unas 14 cañadas del GSD y el DN y en proyecto se encuentran unas 9 más.

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Aunque falta mucho por resolver es un paso de avance para devolver la calidad de vida a los ciudadanos que por décadas han sufrido los embates de estas cañadas, pero también han sido una pieza causante del deterioro de las mismas.

En resumen, el crecimiento urbano sin control, el cual ha provocado un hacinamiento en las grandes ciudades del país, sobre todo en la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional, además de que se han afectado los arroyos y cañadas naturales, las cuales están recuperando sus espacios “a la fuerza”.

Sin contar que se ha generado un efecto invernadero que impacta gravemente en nuestro ecosistema y en la calidad de vida de los munícipes.

Esto no solo golpea a la República Dominica, otras naciones están en estas mismas condiciones, que estos problemas han cambiado la rutina y lluvias repentinas y sorpresivas está azotando sin piedad a muchos países, desmejorando su calidad de vida y llevando luto a muchos hogares.

Nota: Carmen I. Veloz Comas es:

Ingeniera Industrial (UASD).
-Máster en Gestión Integrada: Calidad, Medio Ambiente, Prevención de Riesgos Laborales y RSC (CEUPE, España).
-Especialista en Gestión de Riesgos de Desastres.
-Facilitadora (INFOTEP) e Instructora CPI (Escuela Nacional de Gestión de Riesgos CNE).



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