Las recientes disposiciones migratorias anunciadas por Estados Unidos han provocado reacciones encontradas en diversos sectores de la diáspora dominicana. El creador de contenido y experto en viajes Gregorio Martínez, conocido como toca viajar, agitó el debate público con declaraciones contundentes.
Durante un análisis difundido en redes sociales, Martínez expresó su desacuerdo con que República Dominicana no haya sido incluida en la lista de países cuyos ciudadanos enfrentarán una nueva penalización migratoria de US$15,000 establecida por el DHS.

Esta medida, establecida por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, busca garantizar que los viajeros temporales regresen a sus países una vez vencido el periodo legal de estancia en territorio estadounidense.

“No estoy de acuerdo con que a los dominicanos no se les cobre la multa de 15 mil dólares”, afirmó el comunicador, generando un fuerte eco mediático en diferentes plataformas digitales y medios tradicionales del país.
Su planteamiento se sustenta en cifras que según explicó reflejan que un porcentaje significativo de dominicanos cambia su estatus migratorio tras ingresar con visa de turista a Estados Unidos.
“El dominicano utiliza la visa como un plan B”, comentó al referirse a una conducta que, a su juicio, distorsiona completamente el propósito original del visado temporal otorgado por las autoridades estadounidenses.
El listado de países sujetos a la nueva medida fue publicado esta semana, y su difusión tuvo repercusión inmediata tanto en medios locales como internacionales especializados en temas migratorios y de política exterior.
La exclusión de República Dominicana fue recibida inicialmente con alivio por parte de muchos ciudadanos, que temían una carga económica adicional para visitar suelo estadounidense con fines turísticos o de negocios.
Sin embargo, las declaraciones de Martínez abrieron un ángulo distinto al colocar en el centro del debate la responsabilidad de los propios nacionales frente a las normativas migratorias establecidas internacionalmente.
A partir de esta normativa, los países incluidos deberán responder por sus ciudadanos que excedan el tiempo permitido de estadía en Estados Unidos, mediante el pago anticipado de la suma mencionada por las autoridades.

Aunque República Dominicana quedó fuera por ahora, el comunicador instó a revisar con seriedad el comportamiento migratorio de los dominicanos que viajan a territorio estadounidense con diferentes tipos de visas.
Martínez destacó que “en la estadística anual, la cantidad de dominicanos que ajusta estatus con visa en Estados Unidos sobrepasa, creo, el 10% de los que se le dan la visa” según los datos disponibles.
Este pronunciamiento llega en un momento en que las autoridades estadounidenses han intensificado los controles de ingreso y permanencia, apelando al principio de reciprocidad con los países emisores de migrantes.

La mención específica de los dominicanos por parte de Martínez tocó una fibra sensible, dado que la comunidad dominicana en Estados Unidos supera los dos millones de personas con raíces familiares profundas.
Por ahora, el gobierno dominicano no ha emitido una reacción oficial sobre las observaciones realizadas por Martínez ni sobre la posibilidad de ser incluido en una eventual lista futura de países penalizados.

Mientras tanto, el tema continúa alimentando un debate más amplio sobre el uso adecuado de los visados y las obligaciones que asumen los viajeros ante los compromisos migratorios internacionales establecidos.


