Los Cowboys se aferran a sus esperanzas de playoffs con una fe casi nula tras caer ante los Vikings el domingo por la noche, en un partido donde todo lo que podía salir mal salió mal. Tras su derrota 34-26 en Arlington, Texas, los Cowboys tienen apenas un uno por ciento de probabilidades de llegar a la postemporada, según ESPN, tras caer a un récord de 6-7-1. Necesitarían un milagro menor para ganar la NFC Este, lo que incluiría que los Eagles pierdan sus tres juegos finales y que Dallas gane todos sus encuentros restantes.
El equipo no se hizo ningún favor el domingo por la noche, ya que solo anotó dos touchdowns y dependió excesivamente del pateador Brandon Aubrey para liderar la ofensiva, una estrategia que funcionó hasta que dejó de hacerlo. Los Cowboys también mostraron graves deficiencias ofensivas, convirtiendo solo 2 de 12 oportunidades de tercer down durante el encuentro.

En una jugada crucial, tras llegar a la yarda 37 de los Vikings, Dak Prescott fue capturado en un tercer down y Aubrey falló un intento de gol de campo desde 59 yardas con 3:53 por jugar. Fue el segundo fallo del normalmente confiable Aubrey en el partido, quien también erró desde 51 yardas en el segundo cuarto.
Los Vikings (6-8) capitalizaron inmediatamente, anotando un touchdown en la posesión siguiente con una serie de cinco jugadas y 51 yardas para extender su ventaja a 31-23, sellando así el resultado.
Los Cowboys también sufrieron un revés defensivo cuando Quinnen Williams, ex estrella de los Jets, tuvo que abandonar el juego en la segunda mitad para ser evaluado por una conmoción cerebral. Williams, quien había logrado una intercepción, se perdió una serie clave mientras Dallas intentaba recuperar el balón. El entrenador en jefe Brian Schottenheimer confirmó que el jugador entrará en el protocolo de conmoción cerebral.
En el apartado ofensivo, Prescott, líder de la NFL en yardas por pase al inicio de la jornada, completó 23 de 38 intentos para 294 yardas, pero no logró un pase de touchdown por solo la tercera vez esta temporada. Los touchdowns de Dallas llegaron por tierra, con carreras de 1 yarda de Williams y Malik Davis.
El único destello positivo fue la ejecución de un ingenioso gol de campo falso en el primer cuarto, pero este momento brillante quedó opacado por los errores posteriores que condenaron al equipo.
**Redacción FV Medios**
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