El hidrógeno es conocido como el primer elemento de la tabla periódica, pero no es solo eso, también es el más abundante en el universo, que combinado con el oxígeno forma el agua.
Esta información la tenemos al alcance de un clic gracias a años de estudios sobre este “aire inflamable“, pero quien puso este elemento en el mapa fue el científico inglés conocido como Henry Cavendish, una mente brillante, pero excéntrica que dedicó gran parte de su vida a la ciencia, por lo que se le considera el padre del hidrógeno.
El tímido científico, que fue bastante criticado por la forma en la que se aislaba de los demás, volvió el estudio su centro, lo que le permitió ser reconocido a nivel científico por sus importantes hallazgos.
De acuerdo con lo que retrata un artículo del diario Ethic, un día como hoy, el 23 de febrero, pero de 1766, experimentando en su laboratorio Clapham, Inglaterra, mezclando partículas de zinc y ácido clórico logró descubrir el “aire inflamable“, el cual hoy se denomina hidrógeno.
Además de que se convirtió en el primer científico en formular la composición del agua: H2O, esto debido a que quiso investigar que pasaba con el hidrógeno cuando era mezclado con otros elementos como el aire.
¿Quién fue Cavendish?
Cavendish era un físico y químico inglés nacido en 1731 en una familia privilegiada de Londres, Inglaterra. Hijo de Lord Charles Cavendish y Lady Ann Gray, quien murió dos años después de su nacimiento durante el parto de su hermano Frederick.
Henry cursó sus estudios en la Escuela de Newcome en Hackney y, posteriormente, se educó en Peterhouse, uno de los colleges más antiguos de la Universidad de Cambridge.
En 1773 se convirtió en el hombre más rico de Inglaterra, debido a una fortuna que heredó de su tío, la cual ascendía a 1,200 libras esterlinas, con lo que construyó su “Palacio de Ciencia” y llevó a cabo descubrimientos que son conocidos al día de hoy.
De acuerdo con un artículo en el periódico digital BBC Mundo, él era considerando un hombre excéntrico, tímido y solitario, inclusive se presumió que esto se debía a que padecía el síndrome de Asperger, un trastorno perteneciente al espectro autista, sin embargo, no pudo detectarse por las limitaciones de la época.
Henry Cavendish murió un 24 de febrero de 1810, a los 79 años de edad.
Periodista, graduada de Comunicación Social en la Universidad Católica Santo Domingo
