Una situación poco común ha llamado la atención de los residentes de San Juan. Una mujer fue observada colocándose frente a una casa, justo en el portón metálico de la entrada, realizando movimientos inusuales con una escoba. Las imágenes muestran cómo dibuja una cruz de manera repetida, con notable fuerza, al tiempo que expresa frases difíciles de comprender dirigidas a quienes viven en la residencia.
Según lo relatado, la mujer actuó con una actitud intensa, y sus acciones generaron inquietud en quienes fueron testigos del hecho. Su comportamiento incluyó expresiones cargadas de alteración y molestia, retirándose del lugar visiblemente alterada, llevando la escoba consigo.
No se conocen detalles específicos sobre el origen del desacuerdo entre esta señora y los habitantes del lugar. Quien compartió la información afirmó: “No sabemos el conflicto que tenga con esas personas en la casa”. Posteriormente, expresó su deseo de recibir ayuda para comprender mejor la situación, ya que, según comentó, alguien le explicó que esta acción podría estar relacionada con prácticas espirituales.
Uno de los señalamientos que se hace en el relato es que el gesto de hacer una cruz frente a la vivienda podría tener connotaciones negativas. En palabras de la persona que reportó el hecho: “Me dijeron que tiene que ver con el mundo espiritista… eso es deseándote la muerte”. Asimismo, aclaró que no repetiría las palabras exactas expresadas por la señora debido a su contenido sensible, pero indicó que podrían estar dirigidas a causar efectos negativos sobre quienes viven en la residencia.
Algunos comentarios que recibió sugieren que esta acción representa la intención de desear cosas negativas o transmitir malos augurios, aunque el reportero prefirió no utilizar los términos exactos escuchados. En su lugar, se limitó a decir: “Me dijeron también que es echándole pestes a la persona que vive en la casa, malos augurios”.
Ante lo ocurrido, se hizo un llamado a la reflexión y al diálogo: “Yo le aconsejo a la dama que si tiene algún tipo de problema que trate de buscarlo con el diálogo”. También se aclaró que no se tiene certeza sobre si la mujer atraviesa alguna dificultad de salud mental, pero que sus gestos fueron reiterados y realizados con fuerza mientras gritaba frases que causaron impresión entre quienes presenciaron la escena.
El testigo concluyó compartiendo sus creencias personales, afirmando: “Aquí cada quien tiene sus creencias. Yo, la mía es en el Todopoderoso… mi mayor respeto al padre Rogelio, que hasta ahora lo que percibo de él es que ha hecho las cosas como se deben de hacer”.
El caso continúa generando comentarios entre personas de San Juan, algunos de los cuales aseguran haber visto comportamientos similares en el pasado. Las imágenes fueron compartidas para conocer la opinión del público y con el objetivo de entender mejor el significado detrás de lo observado.


