La carrera por la conducción autónoma vive un momento decisivo. Tras años de pruebas limitadas y sistemas de asistencia cada vez más sofisticados, los fabricantes comienzan a dar pasos firmes hacia modelos capaces de circular sin intervención humana en escenarios concretos.
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Por ello, Mercedes-Benz y Nissan se posicionan como dos de los protagonistas más activos, cada uno con estrategias distintas, pero con un mismo objetivo: llevar la autonomía avanzada a las calles de forma segura y escalable.
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Mientras algunas compañías priorizan la tecnología experimental, estas dos marcas apuestan por proyectos con aplicaciones reales, alianzas consolidadas y calendarios definidos.
El resultado es un avance tangible hacia el nivel SAE 4, una categoría que permite la conducción completamente autónoma en zonas y condiciones específicas, sin necesidad de supervisión constante del conductor.
Mercedes apuesta por robotaxis de lujo
Mercedes-Benz decidió llevar su visión de la autonomía a uno de sus modelos más emblemáticos. La marca alemana anunció una alianza con la empresa tecnológica Momenta para desarrollar un servicio de robotaxis basados en el Mercedes Clase S, un vehículo históricamente asociado al confort, la innovación y el lujo.
El plan contempla una primera fase de pruebas en Abu Dabi, una ciudad que se ha convertido en laboratorio ideal para este tipo de tecnologías gracias a su marco regulatorio y su apuesta por la movilidad inteligente. En esta etapa inicial, los vehículos comenzarán a circular en vías públicas como parte de un programa piloto que permitirá validar la tecnología en condiciones reales.
Este despliegue será posible gracias a Lumo, socio local de Mercedes, que ya recibió la aprobación federal necesaria para operar vehículos autónomos en los Emiratos Árabes Unidos. Tras esta fase, la compañía planea expandir el servicio a otros mercados internacionales, siempre que se cumplan los requisitos legales y técnicos de cada región.
Un ecosistema tecnológico ya en marcha
La colaboración con Momenta no es un movimiento aislado. Mercedes lleva tiempo construyendo un ecosistema de conducción autónoma apoyado en socios tecnológicos de primer nivel. Su plataforma de robotaxi de nivel SAE 4 se basa en Drive AV, la arquitectura desarrollada por Nvidia para vehículos autónomos, que integra potencia de cálculo, software y capacidades avanzadas de percepción.
Además, Mercedes fue el primer fabricante internacional en recibir autorización para realizar pruebas de conducción automatizada de nivel SAE 4 en carreteras y autopistas urbanas de Pekín, un hito que refuerza su papel pionero en este campo.
Joerg Burzer, Miembro del Consejo de Administración de Mercedes-Benz Group AG como Director de Tecnología, Desarrollo y Adquisiciones, resumió la ambición del proyecto con una declaración clara: “Con un robotaxi Clase S, elevamos el listón de la movilidad automatizada, combinando siempre seguridad y comodidad para establecer nuevos estándares en la industria y el transporte inteligente a nivel mundial. Todas nuestras actividades en este campo subrayan el papel pionero de Mercedes-Benz en la conducción autónoma”.
Nissan y la inteligencia artificial como motor
En paralelo, Nissan también reforzó su estrategia de autonomía mediante una alianza clave, en este caso con la empresa británica Wayve. El objetivo es integrar la tecnología de inteligencia artificial de Wayve en la próxima generación del sistema ProPILOT, la plataforma de asistencia y conducción automatizada de la marca japonesa.
ProPILOT debutó en 2016 como un sistema básico de asistencia para autopistas de un solo carril. Con el paso del tiempo, Nissan fue ampliando sus capacidades, y en 2019 lanzó ProPILOT 2.0, que permitió la conducción manos libres en determinadas situaciones y su uso en vías con múltiples carriles.
La próxima evolución del sistema combinará dos pilares tecnológicos. Por un lado, la tecnología “Ground Truth Perception” de Nissan, que utiliza LiDAR de nueva generación para obtener una lectura precisa del entorno. Por otro, el software “Wayve AI Driver”, un sistema de inteligencia artificial capaz de aprender y adaptarse a partir de datos reales de conducción.
Aprendizaje continuo y despliegue global
La combinación de sensores avanzados y aprendizaje basado en IA permitirá que el sistema mejore de manera constante. Nissan y Wayve esperan que esta tecnología sea capaz de enfrentarse a una amplia variedad de escenarios, desde tráfico urbano complejo hasta condiciones imprevistas en carretera, aumentando así la seguridad y la capacidad de respuesta del vehículo.
El plan contempla una implementación progresiva en mercados globales, aunque el primer modelo equipado con esta nueva generación de ProPILOT está previsto para Japón en el año fiscal 2027. Este lanzamiento marcará un punto de inflexión en la estrategia de autonomía de Nissan, acercando funciones avanzadas a un público más amplio.
Iván Espinosa, presidente y CEO de Nissan, destacó la importancia de esta alianza con una visión de largo plazo: “La adopción generalizada de nuestro ProPILOT de próxima generación, integrado con la IA de Wayve, ofrecerá experiencias de conducción más seguras, intuitivas y cómodas a clientes de todo el mundo, a la vez que acelerará la transición hacia un futuro de movilidad inteligente”.
Con pruebas reales, alianzas estratégicas y objetivos claros, estas iniciativas demuestran que el nivel SAE 4 ya no es solo un concepto teórico.
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