Levanta la mano si nunca has querido un estómago plano y abdominales esculpidos. Un deseo común no sólo para muchas mujeres sino también para muchos hombres, que especialmente con la edad tienden a engordar demasiado en la zona del vientre.
¿Y si hubiera un método que nos permitiera obtener excelentes resultados sin fatiga? Tal vez mucha gente no lo sepa aún, pero la solución se llama vacío abdominal.
Un ejercicio que si se practica con constancia, dentro de unas pocas semanas, promete alcanzar objetivos nunca alcanzados. Averigüemos más sobre esta práctica milagrosa.
Para tener un estómago plano sin sacrificio, pruebe el vacío abdominal
El vacío abdominal, también llamado vacío del estómago, no es más que un ejercicio de respiración ventral. También se utiliza en el yoga, pilates y en las prácticas de musculación, permite tonificar los abdominales sin demasiados sacrificios.
De hecho, el ejercicio es mucho menos exigente que una sesión de abdominales, por no mencionar que no tensiona la espalda y el cuello.
El vacío abdominal es para entrenar los músculos en profundidad, en particular el ejercicio va a esforzar al músculo transversal. Al tirar de los intestinos también tendrás una postura correcta.
El ejercicio también es muy útil en caso de desprendimiento abdominal, una patología muy frecuente después del embarazo, estimulando también la zona del suelo pélvico.
No tiene contraindicaciones, por lo que puede ser realizado por cualquiera y en cualquier lugar que estés. Realizar el vacío abdominal permite entonces aliviar el estrés y la tensión gracias a la respiración que se realiza durante el ejercicio. Para los que tienen problemas de estreñimiento, también puede estimular el peristaltismo intestinal.
Pero, ¿en qué consiste el ejercicio y cómo debe realizarse? El movimiento a realizar es llevar el vientre hacia adentro coordinando la respiración.
Podemos hacerlo de pie ligeramente flexionado hacia adelante para poder tocar nuestras rodillas con las manos, de pie con las manos en las caderas, sentado en una posición de yoga, cuadrúpedo o tumbado en el suelo sobre la espalda.
Empecemos por respirar profundamente, al menos dos o tres veces. Vaciamos los pulmones para que, si tuviéramos que volver a tomar aire, metemos el vientre y el ombligo lo máximo posible sin inhalarlo. De esta manera bajamos la pared abdominal.
Dependiendo de la grasa de nuestra barriga, el descenso será más o menos evidente. Mantenemos la posición por lo menos 5 segundos y tiramos. El ejercicio debe repetirse al menos 5 veces seguidas cada día, llegando incluso a las 15 repeticiones cuando estamos más entrenados.
Finalmente, recordemos algunos consejos útiles:
- realizar el ejercicio con el estómago vacío
- evitar si tienes una hernia inguinal
- realizarlo de forma gradual, especialmente si sufre de síndrome de intestino irritable.