Los efectos a largo plazo en las personas atrapadas en la catástrofe y en quienes intentaron ayudar están empezando a revelarse. Veintitrés años después, hay 127.567 personas inscritas en el Programa de Salud del WTC, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. Más de 82.000 de ellas son trabajadores y voluntarios que se apresuraron a participar en las tareas de rescate o ayudaron a limpiar los escombros del World Trade Center. (Seguir leyendo…)
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