El cerumen, también conocido como cera de los
oídos, es una sustancia natural producida
por el organismo para proteger los oídos y los conductos auditivos
contra diversas agresiones externas, como polvo, bacterias,
insectos y otitis del nadador, entre otros. Por lo general, el
cerumen se elimina de forma natural. Sin embargo, en algunos casos,
puede acumularse y formar un tapón, lo que puede
generar problemas de audición y malestar. A continuación, veremos
cinco formas de manejar un tapón de cerumen de forma casera.
Evita el uso de
hisopos
Los hisopos de algodón deben reservarse
únicamente para limpiar la parte externa del oído.
Su uso puede empujar el cerumen hacia el interior del conducto
auditivo en lugar de sacarlo y puede favorecer la formación de
tapones de cerumen e incluso, en casos más graves, provocar una
perforación del tímpano. Para manejar de manera
efectiva el tapón de cerumen, es mejor optar por soluciones más
suaves pero igualmente eficaces.
Prueba con aceites
El
aceite de oliva es un método casero comúnmente utilizado para
eliminar los tapones de cerumen, pero también se pueden usar otros
aceites como el aceite de almendra o el aceite mineral. El aceite
debe calentarse entre las manos hasta alcanzar una
temperatura adecuada. Luego, se deben verter de 3 a 4
gotas en el conducto auditivo, inclinando la cabeza hacia
un lado, una o dos veces al día hasta que el tapón se elimine de
forma natural. El aceite ayudará a ablandar el
cerumen y facilitará su evacuación sin dolor. Esta técnica también
se puede utilizar una vez por semana como medida preventiva.
Después de aplicarlo, se puede enjuagar el oído con agua
tibia a baja presión de la ducha.
Masajea la zona
alrededor del oído
A veces, un simple masaje puede ser suficiente
para eliminar un tapón de cerumen. Para ello, se debe masajear
suavemente la parte externa del oído realizando movimientos
circulares, lo que ayudará a ablandar el tapón y
facilitará su salida. Después de hacer el masaje, se puede tirar
suavemente del lóbulo hacia arriba. Este masaje puede ser
especialmente efectivo cuando se combina con un tratamiento a base
de aceite de oliva.
Usa un paño
caliente para extraer el tapón
Este método tradicional consiste en calentar el
tapón para ablandarlo y facilitar su eliminación natural.
Para hacerlo, se debe calentar un
paño doblado con una plancha. Una vez caliente, se debe acostar
de lado y colocar el oído sobre el paño. Luego, se debe
enjuagar el oído con agua tibia utilizando el
chorro de la ducha. También se puede humedecer el
paño para una mayor eficacia, ya que el vapor ayudará a
desprender el tapón de las paredes del conducto auditivo.
Recurre a una solución
salina
Existen en el mercado varias soluciones salinas
diseñadas para limpiar los conductos auditivos, pero también se
puede fabricar una solución casera. Para ello, se debe mezclar una
cucharada de sal marina en media taza de agua
tibia. Luego, se debe impregnar una compresa con esta solución y
dejar que el líquido gotee en el conducto auditivo, inclinando la
cabeza hacia un lado. Esta solución salina también se puede
utilizar de forma preventiva.
Antes de realizar cualquier auto-tratamiento,
se recomienda consultar a un profesional de la salud para
asegurarse de que no haya una perforación del tímpano. Además, es
fundamental evitar intentar limpiar el oído por uno mismo y acudir
a un profesional otorrinolaringólogo. El uso de líquidos a presión
o demasiado calientes en el oído puede empeorar la situación.
Recuerda que los niños no deben utilizar estas
técnicas sin la guía de un experto. ¡Cuida tus oídos, son
importantes! Asegúrate de utilizar estas técnicas con precaución y
según tus necesidades.
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