Biden paseaba a Commander en el Kennedy Garden el 12 de septiembre de 2023, cuando el perro mordió a un agente del Servicio Secreto que se acercó al presidente para ayudarlo con algo, según muestran los registros obtenidos por el grupo activista conservador Judicial Watch.
De acuerdo a reportes de ABC News, la cantidad de ataques de perros que involucran a Commander, quien según la Casa Blanca en febrero fue regalado después de más de dos años de aterrorizar a los profesionales asignados para proteger a Biden, podrían superar las tres docenas.
“Cuando comencé a caminar hacia él para ver si necesitaba ayuda, Commander corrió entre sus piernas y me mordió el brazo izquierdo en la parte delantera de mi chaqueta. Aparté el brazo y grité que no”, según un correo electrónico enviado por un agente que se mantiene en el anonimato. “Al girar para cerrar la puerta, el perro saltó de nuevo y me mordió el brazo izquierdo por segunda vez”.
Los correos electrónicos formaban parte de la demanda de Judicial Watch por los correos electrónicos del Servicio Secreto de EE.UU. UU. a través de una Ley de Libertad de Información.
El correo electrónico muestra que, si bien no hubo heridas en la piel, el abrigo del agente sí tenía mordeduras de perro.
Después de que se informó en la prensa que otro agente fue mordido, la frustración se apoderó de al menos uno de los agentes, según muestran los correos electrónicos.
“¿Podemos encontrar una manera de ponerle un bozal a este perro?”, escribió el agente anónimo.
El perro fue trasladado de la Casa Blanca en octubre debido a una serie de más de 11 incidentes de mordeduras, según un recuento de ABC News.
La mascota de la familia Biden abandonó la Casa Blanca en octubre del año pasado, una semana después de que un agente del Servicio Secreto requiriera tratamiento médico por una grave mordedura.
Un incidente anterior en junio provocó una “mordida profunda” en el antebrazo de un agente, que necesitó puntos. La sangre en el suelo de una zona de la Casa Blanca provocó la suspensión de los recorridos por el ala este del edificio durante 20 minutos, según un documento.
En julio, otro agente fue mordido en la mano y requirió seis puntos. La mordedura provocó una “herida abierta grave y profunda” y el agente “comenzó a perder una cantidad significativa de sangre”, según muestra un correo electrónico.
Una declaración a CNN desde la oficina de la Primera Dama Jill Biden dijo que habían intentado una serie de medidas para abordar el problema, pero se dieron por vencidas en otoño y lo enviaron a vivir con familiares.
“A pesar de entrenar perros adicionales, ponerles correas, trabajar con veterinarios y consultar con especialistas en comportamiento animal, el ambiente de la Casa Blanca simplemente resultó demasiado para Commander”, decía un comunicado.
Otro perro propiedad de la familia, Major, hirió a un agente del Servicio Secreto en 2021 y fue enviado a vivir a Delaware.
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