Antes de empezar esta columna, quisiera dejarte un par de preguntas como reflexión personal: ¿Cuándo fue la última vez que actualizaste tus conocimientos? ¿Cuándo fue la última vez que pusiste un pie en una librería o que adquiriste algún ebook que abarque aspectos de tu emprendimiento? Si tus memorias pasan de un año, déjame comentarte que estás en alerta roja, pues toda persona que desee prosperar, debe prepararse para ello, y para ello; voy a darte un dato estadístico como ejemplo.
En 2022, cuando todavía buena parte de las empresas no obligaron a sus empleados a regresar a las oficinas, Gallup reportó que el 23% de los empleados estaban prosperando en su trabajo. Ese era el porcentaje más alto desde que comenzaron a medir el compromiso en 2009. Un líder preparado hubiera pensado: “En vez de enfocarnos en el lugar de trabajo, deberíamos dirigir nuestra atención al compromiso de los empleados”.
Evidentemente, esto no fue lo que ocurrió.
De hecho, para respaldar la importancia del compromiso sobre la ubicación, Gallup identificó que la falta de compromiso aumenta 3.8 veces más la probabilidad de estrés en los empleados que la ubicación del trabajo. Al igual que el bienestar, el compromiso de los empleados no es una actividad solitaria, ya que incluso los individuos más entusiastas pueden desanimarse. Sin la guía y el reconocimiento adecuados, la mayoría de los empleados continuarán con el “quiet quitting”, lo que se estima que costará unos 8.8 billones de dólares, de acuerdo a la ya mencionada empresa de investigaciones.
Lograrlo solo es posible cuando los grandes líderes ayudan a cultivar la conexión, la confianza y la lealtad hacia la organización. Como emprendedores, debemos saber que el compromiso no es un concepto fijo, sino una construcción frágil que depende de las interacciones diarias con compañeros y empleadores. Es lo que siempre hemos entendido en Cala Enterprises, y la razón por la que buena parte de nuestros colaboradores están diseminados en distintos lugares de Latam y Europa.
Quiero que sepas que invertir en tu liderazgo es crucial y en el del equipo que te respalda, si lo tienes, es crucial. De allí nació aquella vieja frase empresarial que reza: “las personas no dejan trabajos, sino malos líderes”. El trabajo ha cambiado más en los últimos cuatro años que en los treinta anteriores. Los líderes necesitan tiempo para aprender a liderar en esta cultura altamente tecnológicamente avanzada y “siempre activa”, por no hablar de que las poblaciones de empleados también han cambiado drásticamente.
La Generación Z creció en las redes sociales y la mayoría de los líderes actuales nacieron cuando aún se usaban líneas telefónicas fijas. Si no pausamos e invertimos en nosotros, el compromiso seguirá siendo un desafío a largo plazo.
Atrévete a dar un paso adelante, tu emprendimiento te mostrará los resultados.
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