La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la bachata el 11 de diciembre de 2019, siendo este día dedicado oficialmente a la celebración nacional de este género.
Esta proclamación fue dedicada a honrar a los artistas y músicos que han aportado de una forma u otra, cautivando corazones alrededor del mundo. En honor al Día Nacional de la Bachata, les presentamos cinco de las bachatas más trascendentales en la historia de este estilo musical:
“Bachata Rosa” de Juan Luis Guerra, “Obsesión” de Aventura, “Voy Pa’llá” de Anthony Santos, “Traicionera” de Luis Segura, y “Culpable” de Raulín Rodríguez son algunas de las canciones más exitosas que marcaron un antes y un después, logrando conectar no solo a nivel nacional, sino también internacional.
“Bachata Rosa” de Juan Luis Guerra, lanzada en 1991, es el símbolo de la transformación y modernización de la bachata. Con un estilo más suave y lírico, Juan Luis Guerra llevó la bachata a nuevas audiencias, fusionándola con elementos de jazz y pop. “Bachata Rosa” no solo revolucionó el género, sino que también abrió las puertas para que la bachata fuera aceptada en los círculos musicales internacionales, catapultando a Guerra al estrellato mundial.
“Voy Pa’llá” de Anthony Santos, conocido como “El Mayimbe de la Bachata”, es una de las figuras más influyentes en la historia de la bachata moderna. “Voy Pa’llá”, una de sus canciones más icónicas de los años 90, lo consolidó como uno de los grandes exponentes del género, con su estilo melódico y sus letras románticas que conectaron de inmediato con el público. Esta canción sigue siendo un himno dentro de la bachata tradicional.
“Traicionera” de Luis Segura, conocido como “El Papá de la Bachata”, es una figura clave en los inicios del género. Este tema musical se convirtió en un clásico indiscutible que refleja la esencia de la bachata tradicional: el dolor del amor y la vida rural dominicana. Segura, con su estilo sencillo y emotivo, logró que la bachata fuese respetada como parte integral de la cultura popular del país.
“Obsesión” de la reconocida agrupación Aventura, quienes, con raíces dominicanas y radicados en Estados Unidos, trajeron la bachata a una nueva generación. “Obsesión”, lanzada en 2002, fue un fenómeno global, logrando que la bachata urbana se popularizara en Europa y América Latina. Este éxito no solo mostró la versatilidad del género, sino que también introdujo a muchos jóvenes al estilo, posicionando a Aventura como embajadores del género en la era moderna.
“Culpable” de Raulín Rodríguez es otro de los grandes nombres en la evolución de la bachata. Con su estilo romántico y su habilidad para narrar historias cargadas de sentimiento, “Corazón Culpable” se destaca como una de sus mejores creaciones. Esta canción consolidó su carrera y muestra cómo la bachata puede ser un vehículo poderoso para expresar emociones profundas y universales, conectando con audiencias tanto dentro como fuera de República Dominicana.
Estas cinco canciones no solo son parte del repertorio clásico de la bachata, sino que representan hitos en la evolución de este género que sigue reinventándose. A medida que la bachata continúa conquistando escenarios internacionales y ganando nuevos seguidores, su espíritu original, ese que nació en los barrios dominicanos, sigue intacto.
La bachata, surgida en la década de los 60 y alguna vez relegada a los sectores más humildes del país, ha logrado posicionarse como una de las expresiones más puras de la identidad dominicana. Su evolución ha permitido que, desde sus raíces hasta sus variantes modernas, siga siendo el sonido que acompaña historias de amor, desamor y la vida cotidiana.
Su sonido característico, definido por el uso de guitarras, bongós, güiras y maracas, la convirtió en un vehículo para expresar lo más profundo del sentir popular. No obstante, durante la dictadura de Rafael L. Trujillo, la bachata fue censurada y el merengue promovido como la música oficial del país. No fue hasta después de la caída del régimen cuando la bachata comenzó a florecer en las radios y clubes, convirtiéndose en un emblema nacional.
