Santo Domingo. Una historia de lucha, esperanza y profundo dolor fue dada a conocer en El Informe con Alicia Ortega, donde se expuso el caso de Cielo Peralta, una joven cuya vida estuvo marcada desde su nacimiento por una condición congénita que comprometió gravemente el funcionamiento de sus riñones.
Su madre, Berenice Mencía, relató que los médicos detectaron algo inusual desde el primer momento. Cielo nació con riñones en forma de herradura, una malformación poco común acompañada de un diagnóstico complicado: hidronefrosis crónica. Esta condición afectó severamente el sistema urinario de la niña.

A los dos años, ante el deterioro progresivo de su salud y constantes episodios de fiebre, la llevaron a los Estados Unidos. En ese momento, fue sometida a una intervención quirúrgica que reconstruyó su sistema urinario. La cirugía fue exitosa, pero los especialistas advirtieron que en algún punto de su infancia necesitaría un trasplante de riñón.

Según narró su madre, aunque los médicos indicaban que el trasplante debía realizarse a los siete años, no fue sino hasta que Cielo cumplió 14 cuando finalmente se llevó a cabo la operación. El órgano fue donado por su padre. El procedimiento fue exitoso, y en los primeros meses, su cuerpo respondió positivamente. La familia vivió un momento de alegría tras años de tratamientos y complicaciones médicas.

Sin embargo, esa etapa de tranquilidad se truncó. Solo dos años después, el cuerpo de Cielo empezó a rechazar el riñón trasplantado. Los médicos solicitaron los medicamentos que estaba tomando, lo que llevó a su madre a sospechar que algo no estaba bien con los fármacos.
Berenice Mencía indicó que el médico ordenó analizar los medicamentos, y poco tiempo después recibieron la noticia de que eran productos falsificados. La ciclosporina, un inmunosupresor esencial para mantener el funcionamiento del órgano trasplantado, había sido adulterada, lo que provocó el rechazo del riñón donado por su padre.
Cielo volvió a someterse a sesiones de diálisis y a esperar un nuevo trasplante, pero su cuerpo, debilitado tras años de batallas médicas, no resistió más. El 7 de noviembre de 2015, dejó de vivir, dejando una profunda huella en su familia.
“Esto me duele, pensar que no se hizo nada. No creo que esas personas no supieran el daño que le hicieron a mi hija”, expresó su madre durante la entrevista.


