La Cámara de Comercio de Estados Unidos presentó una demanda el jueves contra la nueva tarifa de US$100,000 impuesta por el gobierno de Trump para visas H-1B destinadas a trabajadores extranjeros calificados.
La demanda, interpuesta en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito de Columbia, argumenta que la tarifa de seis cifras es “claramente ilegal”, excede lo permitido por el Congreso e “infligirá un daño significativo a las empresas estadounidenses”.

“La nueva tarifa de visa de US$100,000 hará prohibitivo el costo para los empleadores estadounidenses, especialmente startups y pequeñas y medianas empresas, utilizar el programa H-1B, creado por el Congreso expresamente para garantizar que las empresas estadounidenses de todos los tamaños puedan acceder al talento global que necesitan para hacer crecer sus operaciones aquí en EE.UU.”, declaró el vicepresidente de la Cámara, Neil Bradley, en un comunicado.
Bradley señaló que su organización y sus miembros han “apoyado activamente” la “ambiciosa agenda” del presidente Trump para promover el crecimiento económico, la cual “requerirá más trabajadores, no menos”.
“El presidente ha dicho que quiere educar, atraer y retener a los mejores y más brillantes del mundo en EE.UU., y la Cámara comparte ese objetivo”, afirmó Bradley, agregando que la Cámara de Comercio desea trabajar con Trump en “reformas de sentido común para mejorar el proceso de visa para trabajadores calificados”.
Trump incrementó la tarifa para las solicitudes de visa H-1B mediante una orden ejecutiva el 19 de septiembre.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, explicó en ese momento que el objetivo de la medida era incentivar a las empresas estadounidenses a contratar y capacitar a trabajadores locales, en lugar de recurrir a profesionales extranjeros.
“Si van a capacitar a alguien, capaciten a uno de los recién graduados de nuestras grandes universidades. Capaciten estadounidenses. Dejen de traer personas para que tomen nuestros trabajos”, sostuvo Lutnick.
“O la persona es muy valiosa para la empresa y para Estados Unidos, o se irá y la compañía contratará a un estadounidense”.
La nueva tarifa entró en vigor el 21 de septiembre.
Antes de la implementación de esta medida, la mayoría de las peticiones H-1B tenían un costo para los empleadores inferior a US$3,600.
Los críticos del programa de visas argumentan que este incentiva a las empresas tecnológicas a contratar empleados extranjeros que suelen aceptar salarios considerablemente más bajos que los US$100,000 o más que típicamente reciben los trabajadores tecnológicos estadounidenses.
“El presidente Trump prometió poner a los trabajadores estadounidenses primero, y su acción de sentido común sobre las visas H-1B hace precisamente eso al desalentar que las empresas saturen el sistema y reduzcan los salarios estadounidenses, mientras proporciona certeza a los empleadores que necesitan traer el mejor talento del extranjero”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers.
“Las acciones de la Administración son legales y representan un paso inicial e incremental necesario hacia las reformas que requiere el programa H-1B”, añadió Rogers.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


