Los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE. UU. asignados a la Oficina de Campo de San Diego (SDFO) lograron la incautación de 131 libras de cocaína, 11 libras de heroína, 10,967 libras de metanfetamina y 213 libras de fentanilo en 73 intentos de contrabando separados del 1 al 17 de marzo. El valor total estimado en la calle de estos narcóticos es de 20 millones 600,000 dólares.
“El contrabando de narcóticos continúa aumentando y nuestros oficiales están dedicados a garantizar la seguridad de nuestras comunidades”, dijo Sidney Aki, director de operaciones de campo de CBP para San Diego. “Nuestros agentes están capacitados eficazmente para permanecer alerta ante cualquier actividad sospechosa y detectar patrones de viaje inusuales”.
Los sospechosos de estos incidentes fueron arrestados y entregados a Investigaciones de Seguridad Nacional para una mayor investigación. Los agentes de CBP confiscaron los narcóticos y cualquier vehículo asociado utilizado para contrabandear las drogas.
Según se informó, estas incautaciones son parte de la Operación Apolo, la cual es una operación regional conjunta compuesta por agencias federales, estatales y locales que trabajan para combatir la amenaza del fentanilo y otros narcóticos sintéticos ilícitos.
La Oficina de Campo de San Diego está compuesta por los siguientes puertos de entrada: San Ysidro, Otay Mesa, puerto aéreo y marítimo de San Diego, Calexico Este/Oeste, Tecate y Andrade.
El resultado de este operativo se da justo a un mes del anuncio del arresto de 17 personas por el presunto plan para contrabandear drogas, incluido fentanilo, desde México, como parte de una investigación de dos años denominada Operación “Smoke Jumpers”.
Durante la investigación, las autoridades incautaron aproximadamente 3 kilogramos de fentanilo en polvo y 680,992 pastillas que contenían fentanilo, entre otras drogas, dijo el Departamento de Justicia.
Según documentos judiciales, se informó que se utilizaron camiones para importar extintores llenos de drogas a través de la frontera entre Estados Unidos y México.
Carin Trucking, una empresa de transporte con sede en San Diego, era propiedad de unos de los acusados y operaba al menos seis camiones que supuestamente entregaban narcóticos al área de Los Ángeles desde México.
Las drogas estaban escondidas en extintores inicialmente disfrazados de chatarra y luego en extintores que parecían legítimos, según mostró una orden de registro presentada el lunes.
De acuerdo a investigaciones periodísticas, los cárteles han convertido a San Diego en la principal puerta de entrada del mortal fentanilo en EE.UU. desde hace años.
Incluso, el incremento en el volumen de fentanilo que cruzan por las garitas del sur de California se da para surtir un creciente mercado que está comprando la potente sustancia, disfrazada de pastillas de fármacos legítimos, a través de redes sociales.
Según los CDC, el fentanilo fabricado ilícitamente se encuentra disponible en el mercado de drogas en diferentes formas, entre ellas como líquido y como polvo.
El fentanilo en polvo tiene la apariencia de muchas otras drogas. Con frecuencia se mezcla con drogas como heroína, cocaína y metanfetaminas, y se les da la forma de pastillas que se parecen a otros opioides recetados. Las drogas mezcladas con fentanilo son extremadamente peligrosas, y es posible que muchas personas no sepan que sus drogas lo contienen.
En su forma líquida, el fentanilo fabricado ilícitamente se puede encontrar como aerosol nasal, gotas para los ojos o aplicado en gotas en papel o en golosinas pequeñas.
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