Diego Figueroa Hepner, imputado por el asesinato a puñaladas del artista dominicano Johnny Medina (conocido artísticamente como J McFly), en la estación de la calle 175 del tren A en el Alto Manhattan, el 23 de junio, se declaró “no culpable” el miércoles tras ser acusado formalmente de los cargos de asesinato y posesión criminal de un arma en la Corte Suprema Estatal de Manhattan.
Figueroa, de quien conocidos afirman que estaba obsesionado con Medina, vivía en la misma cuadra que su víctima en la avenida Haven. Primos del artista declararon que esta no fue la primera vez que Figueroa lo atacaba, hasta que finalmente lo asesinó.
El crimen conmocionó al vecindario y a los lugares frecuentados por Medina, quien se desempeñaba como cantautor, músico, creador de contenidos, diseñador gráfico y modelo. Aunque los dos hombres habían sostenido varias disputas, el móvil específico del homicidio aún no se ha esclarecido.
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Una versión no confirmada sostiene que Medina se dirigía a buscar a su novia para llevarla al cine cuando fue emboscado en la plataforma de la parada del tren por Figueroa.
El acusado lo acuchilló varias veces en el cuello y el cuerpo, según informaron las autoridades. Llevaba una máscara de pasamontañas para no ser reconocido, según la policía y testigos.
Medina fue llevado por los paramédicos al hospital de Harlem, donde fue declarado muerto. Máximo Reyes, primo paterno de Medina, declaró a la agencia de noticias Associated Press (AP): ‘Era un artista increíble, un fanático del hip hop de toda la vida.
Su objetivo era difundir amor y luz a través de su música y estaba muy orgulloso de representar a Washington Heights’.
