La Casa Blanca afirmó este martes que la lamentable participación de Joe Biden en el debate de la semana pasada contra el republicano Donald Trump se debió a que el presidente tuvo «una mala noche», además de estar resfriado.
Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca, aseguró que la Administración de Biden considera legítimas las preocupaciones de los votantes sobre las capacidades físicas y mentales del presidente. «La realidad de la situación es que el presidente tenía un resfriado y una mala noche», afirmó negando que se tratara de un episodio o una condición de salud.
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«El mismo presidente ha dicho que ya no es un hombre joven ni un buen orador como solía ser, y que no puede caminar tan fácilmente como antes […] él mismo lo ha admitido y ha bromeado sobre su edad muchas veces, estamos reconociendo lo que la gente está viendo, pero esta instancia fue solo una mala noche», insistió.
Jean-Pierre afirmó que después del debate, Biden estuvo en una gira de campaña durante dos días y medio por cuatro estados, donde habló directamente con cientos de votantes y donantes, además de dar discursos públicos en varias ciudades.
La portavoz aseguró que nada va a cambiar tras el desempeño del presidente en el debate, ya que Biden «sabe cómo hacer el trabajo, no solo porque lo diga él, sino porque lo dice su historial […] el presidente va a seguir centrándose en lo que ha estado haciendo».
En cuanto a la posibilidad de realizarle una prueba cognitiva a Biden, Jean-Pierre aseguró que «no está justificada» y «no es necesaria», añadiendo que la Casa Blanca ha sido «transparente» con los reportes sobre la salud del mandatario. Sin embargo, afirmó que la Casa Blanca es «sensible» a las encuestas que muestran que una inmensa mayoría de los votantes registrados consideran que Biden no tiene la salud mental y cognitiva para ser presidente.