Una cuidadora a domicilio adoptó en mayo al perro salchicha con obesidad severa de su paciente con demencia con el objetivo de devolverle un peso saludable, encontrando en el proceso un nuevo miembro para su familia. Tegan Strickland conoció a la perra Daisy durante su primera visita al hogar. Mientras la hija de la paciente anciana le mostraba la casa, comentó casualmente que su madre ‘tiene un perro muy gordo’ que era alimentado en exceso constantemente.
Strickland esperaba encontrar ‘un perro corpulento’, quizás 10 libras por encima del promedio. En cambio, se encontró con Daisy, que pesaba 55 libras. ‘No hay palabras para describir lo que es ver a Daisy en persona por primera vez. Estaba muy sorprendida. Es muy corpulenta’, relató Strickland a PEOPLE.
Con el tiempo, intentó guiar a la anciana hacia mejores hábitos de alimentación para el perro. Sin embargo, con la memoria de su paciente comprometida por la demencia, resultó imposible establecer límites adecuados en las comidas cuando estaba sola. ‘Si estás familiarizado con la demencia, esa es una batalla perdida. Me reuní con algunos familiares y les pregunté: ¿Pueden cederme a Daisy para que pueda intentar rehabilitar su salud?’, explicó Strickland. ‘Aceptaron y sé que fue un peso menos en sus hombros no tener más un perro que cuidar’.
En el momento en que Daisy estuvo en sus brazos, Strickland acudió inmediatamente al veterinario. Tras diseñar un plan de pérdida de peso para la perrita, se la llevó a casa y rápidamente comprobó que apenas podía caminar. ‘No la llevábamos a ninguna parte. Se sentaba en un rincón de mi casa. La cargábamos afuera para hacer sus necesidades y luego la llevábamos de vuelta a su rincón’, detalló Strickland.
Tres meses después de iniciar la dieta, Daisy ha perdido aproximadamente 10 libras. La perrita todavía enfrenta problemas de salud derivados de su obesidad, incluyendo hipotiroidismo y sedimentos biliares. Sus dientes también se están deteriorando y deberán ser extraídos bajo anestesia una vez que pierda suficiente peso.
Ante las crecientes facturas veterinarias, el profesional recomendó a Strickland crear una página en redes sociales para buscar apoyo para la perrita enferma. Muchos amantes de los perros se han sumado al seguimiento del progreso de Daisy, aunque algunos criticaron erróneamente a Strickland creyendo que ‘la tuvo durante años y la hizo tan pesada’.
A pesar de las críticas, Strickland comprende la reacción. ‘Soy muy consciente de que Daisy es una visión impactante. Me identifico con la ira que sintieron, y experimenté las mismas emociones cuando la vi por primera vez. ¿Cómo llegó tan lejos en esta condición? La gente está preocupada. La gente ama a los animales’, afirmó.
Strickland planea combinar el viaje de Daisy con contenido educativo sobre salud humana en sus redes sociales, incluyendo ‘educación sobre demencia’. Por ahora, disfruta de Daisy, que finalmente puede visitar el parque tras actualizar sus vacunas. ‘Le encanta explorar cosas nuevas. Le encanta jugar con mis tres corgis. Adora sentarse afuera bajo el sol. Cava un pequeño hoyo y se sienta al sol. Se divierte mucho. Definitivamente tiene una vida nueva’, concluyó Strickland.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**