Capricornio sobre Roldany en Manabao

Manabao, Jarabacoa.- La comunidad de Manabao, en la provincia de La Vega, enfrenta un creciente clima de incertidumbre y temor tras varios casos de desapariciones inexplicables. Aunque se rumorea que ya son siete las personas desaparecidas, la más reciente es la de un niño de tan solo tres años, cuyo paradero sigue siendo un enigma.

Este hecho ha atraído la atención tanto de los residentes como de las autoridades, quienes luchan por esclarecer lo sucedido, pese a contar con recursos tecnológicos avanzados.  Según el testimonio de la madre del pequeño Roldany Calderón, la desaparición ocurrió de manera repentina. Mientras su hijo jugaba con una niña en las afueras de su hogar, la madre y padre lo descuidaron por un breve momento.

En ese instante, el niño desapareció sin dejar rastro. El caso ha generado gran preocupación, pues se desconoce cómo una persona tan pequeña puede desvanecerse en tan corto tiempo.

Las autoridades locales, con el apoyo de unidades especializadas, han intensificado la búsqueda en las áreas circundantes, estableciendo perímetros y utilizando drones para abarcar el territorio. A pesar de los esfuerzos, las respuestas han sido escasas.

A lo largo de los últimos días, algunos residentes han señalado que vieron a un hombre con el niño montado en una motocicleta, lo que ha abierto una nueva línea de investigación. Sin embargo, la falta de pruebas claras ha dejado a la comunidad en vilo.

El portavoz de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, en declaraciones recientes, subrayó que las autoridades están comprometidas en esclarecer el caso. “Estamos trabajando sin descanso. Hemos hecho un levantamiento de la escena y seguimos con las investigaciones. Aún no podemos confirmar ninguna hipótesis sobre manos criminales, pero seguimos adelante con el trabajo”, comentó Pesqueira.

El vecindario está alarmado no solo por la desaparición del niño, sino también por el creciente número de casos similares en la región.

«Cada cierto tiempo, desaparece alguien en esta zona. Es como si un fantasma los llevara», comentó un residente local, quien prefirió mantenerse en el anonimato. Según su relato, la sensación de inseguridad se ha apoderado de la comunidad, lo que ha incrementado el temor entre los habitantes.

Uno de los testimonios más impactantes proviene de un vecino que observó a un hombre con un niño en brazos mientras descendía de una montaña en una motocicleta de alta velocidad.

A pesar de que las autoridades continúan con las búsquedas y han solicitado colaboración a nivel nacional, la comunidad aún se siente impotente ante la falta de avances concretos. El clima frío y la dificultad de acceso a algunas áreas complican aún más las labores de rescate.

Además, algunos residentes temen que las desapariciones sean el resultado de acciones de personas con malas intenciones, aunque no hay pruebas que respalden esta teoría.

Este incidente en Manabao no es un caso aislado, ya que varios testimonios apuntan a que, en los últimos meses, la zona ha sido escenario de al menos siete desapariciones. Entre las hipótesis que surgen, algunos mencionan la posibilidad de actividades criminales relacionadas con el secuestro o el tráfico de personas.

Sin embargo, los expertos en la materia coinciden en que es prematuro hacer acusaciones sin pruebas claras. Mientras tanto, un experimentado rescatista que se ofreció como voluntario para colaborar en la búsqueda del niño desaparecido, ha señalado que las autoridades deben redoblar sus esfuerzos en áreas específicas, como ríos y montañas cercanas.

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Según su experiencia, los ríos de la zona, aunque de baja profundidad, tienen una fuerte corriente que podría dificultar la localización de la víctima si hubiera caído al agua. Por su parte, la familia del niño desaparecido sigue esperando respuestas. La desesperación aumenta conforme pasan las horas, mientras las autoridades aseguran que no cesarán en su labor hasta dar con el paradero del pequeño.

Manabao continúa siendo el epicentro de una serie de desapariciones que desatan interrogantes sobre la seguridad en esta región rural de la República Dominicana. La desaparición de este niño de tres años podría ser una pieza clave en el esclarecimiento de los sucesos, pero aún queda mucho por investigar. Mientras tanto, las autoridades y los residentes siguen trabajando juntos, con la esperanza de que la verdad salga a la luz y el niño regrese a casa sano y salvo.