Con más de 650,000 niños menores de cinco años en el condado de Los Ángeles, los centros autorizados o guarderías solo pueden atender al 13% de los padres que trabajan.
Debido a la pandemia de Covid-19, el sector de atención y educación temprana (ECE) se vio fuertemente afectado, enfrentando escasez de maestros y opciones limitadas de cuidado infantil para padres y tutores que trabajan y que ahora por la evolución de los requisitos de empleo presencial a remoto.
En asociación con la supervisora Holly J. Mitchell, el Departamento de Oportunidades Económicas del Condado de Los Ángeles lanzó un programa de aprendizaje de maestros asistentes de dos años que educará y capacitará a trabajadores locales que buscan carreras en el sector de la educación infantil.
Capacitación gratuita
En el primer día de clases para 40 nuevos aprendices de asistente de maestro, Kelly LoBianco, directora del Departamento de Oportunidades Económicas del Condado de Los Ángeles dijo que, en base a fondos por $1 millón proveniente del Plan de Rescate Estadounidense, por parte del condado el programa brindará a los participantes más de 2000 horas de capacitación en el trabajo y más de 144 horas de instrucción en el aula.
Dicha inversión es un componente crítico de un total de $39.5 millones que el condado ha comprometido para promover modelos continuos de asociación de capacitación de alto nivel como un medio para abordar las brechas de fuerza laboral y proporcionar empleos que ayuden a las familias mientras trabajan, con el cuidado de sus niños.
“Es un caso extraño, pero gracias a la pandemia uno de los aspectos positivos fue que se crearon recursos para el cuidado y la educación temprana”, dijo a La Opinión, la supervisora Holly J. Mitchell. “Lo que tenemos que hacer es centrar todo el dinero en expandirnos y ofrecer más espacios para el cuidado de niños, literalmente bebés y niños pequeños”.
La supervisora del Distrito 2 del condado, recordó que, en los últimos años, la legislatura estatal comprendió la importancia de la fuerza laboral, por lo que han trabajado para aumentar el salario de las personas en la educación temprana.
“Dadas todas esas cosas que han sucedido, ¿qué hacemos para crear oportunidades para que la gente pueda hacerlo? Gana mientras aprendes”, expresó Mitchel. “Muchos de nosotros y las familias de clase trabajadora, no podemos darnos el lujo de ir a la escuela y concentrarnos únicamente en aprender un oficio”.
Un trabajo garantizado
La oportunidad de tener garantizado un puesto de trabajo fue la motivación de la señora Yesenia López, para completar el curso de asistente de maestra en línea.
“Mis niños han estado en los programas de Head Start y han aprendido mucho”, dijo la madre soltera de tres hijos que acuden a la escuela Lew Sands Weltor Center de la organización MAOF, ubicado en la calle 48 de Los Ángeles.
“Mis expectativas para el futuro de ellos es que, desde pequeños, aprendan la importancia de educarse e ir a la universidad”, expresó la mujer.
Kelly LoBianco, dio a conocer que una de las subvenciones otorgadas era pagarles a las candidatas para que terminaran el programa en dos años, “habiendo ganado un salario y sin tener deudas escolares, además de tener garantizado un trabajo en educación y cuidado infantil”.
Asimismo, informó que se están invirtiendo $18 millones en los sectores aeroespacial, cinematográfico, medios digitales, la atención sanitaria y la construcción.
“Sabemos que el sector de educación y cuidado infantil es fundamental para el desarrollo de los jóvenes en nuestra región y también para las familias trabajadoras”, expresó Lo Bianco. “ Y en la pandemia, vimos las consecuencias reales de la falta de atención médica accesible y asequible y la desproporcionalidad sobre nuestros trabajadores y sobre quiénes podrían trabajar”.
Con la inversión se espera asegurar la expansión de modelos sociales basados en la evidencia de resultados.
Por ello, con fondos del Plan de Rescate Estadounidense, este año se apoyará a 90 nuevos aprendices de asistente de maestro
Inversión que cambia vidas
La doctora Bárbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles manifestó a La Opinión que “aún queda mucho trabajo por hacer” para reducir las diferencias de atención en educación temprana para niños afroamericanos y latinos.
“Estamos empezando con oportunidades para que la gente pueda entrenarse laboralmente en un trabajo que paga bien”, dijo. “Queremos asegurarnos de que todos los niños del condado puedan tener educación temprana”.
Por su parte, la doctora Debra Duardo, superintendente de escuelas, aceptó que los esfuerzos de educación temprana para los niños de minorías debieron haberse hecho hace mucho tiempo.
“Hoy tenemos los recursos para entrenar a muchas madres que quieren ser aprendices de asistente de educación”, dijo. “La inversión que ahora se hace cambiará la vida de los niños, de sus padres y familias”.
“Todo va a cambiar porque nuestros hijos tendrán las oportunidades que necesitan para estar preparados cuando entren al kínder y estén listos para aprender”, añadió.
Durante su intervención en la rueda de prensa, la doctora Duardo mencionó que Estados Unidos es el país número uno en encarcelamiento y la mayoría de esos que están detrás de las rejas son latinos y afroamericanos.
“Yo creo que la educación es el camino el camino para salir de pobreza, para tener oportunidades, de tener un trabajo, una carrera donde podemos vivir vidas donde no vamos a tener problemas con nuestros hijos en pandillas o teniendo que abandonar la escuela para trabajar porque se vive con tanta pobreza”, afirmó. “Las cosas están cambiando en el liderazgo; nosotras como mujeres y madres de familia sabemos lo que nuestros hijos necesitan y lo que las familias necesitan para estar saludables”.
A planear vacaciones
Lesly Ramírez, a quien solamente le falta una clase para terminar en junio la capacitación laboral y 200 horas como voluntaria para obtener su certificado como asistente de maestra dijo que su vida tendrá un cambio radical.
“Con un trabajo estable podremos ahorrar un poco de dinero y planear en familia las vacaciones que hemos pospuesto por años mi esposo [Alonso Galindo] y yo”, comentó a La Opinión, ya que, además de su esposo, sus padres también son de Guatemala.
Asistencia sólida
Emilio Salas, director ejecutivo de la Autoridad de Desarrollo del condado de Los Ángeles manifestó que, como parte de su responsabilidad también operan la Autoridad de Vivienda (HACLA), la Sección 8 y el programa de vivienda pública.
“Cuando se piensa en las más de 35,000 familias a las que ayudamos, muchas de ellas lo usan como plataforma de lanzamiento para recuperarse y levantarse”, dijo.
“Pero cuando piensas en todas las madres solteras con hijos, esa es una de las barreras más grandes que enfrentan ellas para ingresar a la fuerza laboral y encontrar servicios de cuidado infantil asequibles”, añadió.
Esa solución ayudaría a las familias de todo el condado —precisó—, en especial aquellas que realmente intentan prosperar por sí mismas.
Salas hizo una retrospectiva a los primeros años de Covid-19 en el año 2020, cuando ocurrió una devastación en la industria del cuidado infantil, donde muchas de las instalaciones de cuidado infantil, especialmente las domiciliarias, se vieron obligadas a cerrar, porque no había forma de crear distanciamiento social.
En los centros de cuidado infantil basados en el hogar, muchas personas no pudieron proporcionar el tipo de equipo de protección personal necesario.
“Teníamos una crisis real en nuestras manos y, para que la gente volviera a trabajar, una de las primeras cosas que teníamos que hacer era descubrir cómo hacer que las instalaciones de cuidado infantil volvieran a funcionar”.
El desafío de implementar un programa de ayuda de emergencia para los Centros de Desarrollo Infantil a principios de 2020 se saldó con la utilización e implementación de $10 millones de fondos de la Ley CARES.
“Recuerdo que nuestro enfoque era sacar el dinero rápidamente para intentar brindar un salvavidas real a los centros de cuidado infantil”, dijo. “Así, pudimos ayudar a un total de 462 instalaciones”.
La Autoridad de Desarrollo del condado de Los Ángeles otorgó subvenciones por $15,000 para instalaciones en el hogar y $30,000 para los centros más grandes.
A raíz de que la respuesta era insuficiente, la Junta de Supervisores asignó posteriormente fondos adicionales de $20 millones prevenientes del Plan de Rescate Estadounidense para lanzar otro programa más.
En la segunda intención de alcanzar la meta deseada, Salas precisó que tuvieron el desafío de usar el índice de vulnerabilidad y recuperación de Covid-19 para decir, -a pedido de la supervisora Holly J. Mitchell-: “prioricemos aquellas comunidades que fueron más afectadas por Covid-19”.
Con este enfoque, hubo más de 4,000 solicitantes de ayuda económica, 3,000 de los cuales estaban dentro de la jurisdicción de la Autoridad de Desarrollo del condado de Los Ángeles.
Las primeras 368 subvenciones se dirigieron directamente a aquellos que se encontraban en los niveles de mayor necesidad. El primer programa fue por orden de llegada.
“Y eso se está convirtiendo en la norma, porque ahora estamos siendo muy intencionales en cuanto a cómo desplegamos nuestra asistencia a las comunidades más necesitadas”, dijo Salas.
De ese modo, la agencia del condado otorgó subvenciones para negocios administrados desde casa de entre $15,000 y $30,000. Y para los centros más grandes, de $40,000 a $80,000.
“La asistencia fue muy salida”, dijo Salas. “En la próxima iteración ayudaremos a 600 instalaciones de cuidado infantil”.