Buscan que escuelas públicas sirvan comida sin aditivos a los niños #FVDigital

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California podría ser el primer estado en la nación en prohibir que sus escuelas públicas sirvan comida que contenga aditivos ligados a problemas de salud en los niños como el cáncer, daños al sistema inmune, problemas neuroconductuales e hiperactividad.

El asambleísta demócrata de Encino, Jesse Gabriel presentó la medida AB 2316 que prohíbe a las escuelas dar alimentos que contienen seis colorantes sintéticos: rojo 40, amarillo 5, amarillo 6, azul 1, azul 2 y verde 3; así como dióxido de titanio, un agente colorante que se utiliza a menudo en protectores solares, cosméticos, pinturas y plásticos.

El uso del dióxido de titanio en los alimentos está prohibido en la Unión Europea (UE) desde 2022, mientras que Estados Unidos exige que los productos que contienen colorantes alimentarios específicos lleven una etiqueta de advertencia sobre sus posibles daños a los niños.

“California tiene la responsabilidad de proteger a nuestros estudiantes de las sustancias químicas que dañan a los niños y que pueden interferir con su capacidad de aprender”, dijo el asambleísta Gabriel.

“Como legislador, padre y alguien que luchó contra el ADHD (trastornos del neurodesarrollo en la infancia), encuentro inaceptable que permitamos que las escuelas sirvan alimentos con aditivos relacionados con el cáncer, la hiperactividad y los daños neuroconductuales”.

Agregó que este proyecto de ley permitirá a las escuelas proteger mejor la salud y el bienestar de nuestros niños y alentará a los fabricantes a dejar de usar estos aditivos peligrosos.

En particular, un informe de investigación exhaustivo publicado en 2021 por la Agencia de Protección Ambiental de California (CalEPA) concluyó que “el consumo de colorantes alimentarios sintéticos puede provocar hiperactividad y otros problemas neuroconductuales en algunos niños”.

El informe también encontró que los niveles actuales de la FDA para la ingesta segura de colorantes alimentarios sintéticos se basan en estudios realizados entre 35 y 70 años atrás que no fueron diseñados para detectar los tipos de efectos conductuales que se han observado en niños.

Pero además revela que “los nuevos estudios indican que las directrices actuales de la FDA pueden no proteger adecuadamente a los niños”. 

“Particularmente para los niños latinos, es muy buena noticia porque ya de por si hay muchas enfermedades crónicas en sus familias, independientemente de que hay mucho consumo de comida chatarra y chucherías (golosinas). Es importante que esta medida preste atención en lo que consumen nuestros niños”, dijo Evelyn Alemán, fundadora de la Iniciativa “Our Voice: Communities for Quality Education”, una plataforma que da voz a las familias latinas en temas de la educación.

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El estudio también señaló el dramático aumento en el porcentaje de niños y adolescentes estadounidenses diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad en los últimos años.

“Muchos niños dependen de las comidas escolares como fuente de nutrición e ingesta calórica diaria”, dijo Tasha Stoiber, doctora y científica principal del Grupo de Trabajo Ambiental. 

“Los niños merecen alimentos saludables que no afecten negativamente su capacidad de aprender; y los padres, la confianza de que las escuelas a las que envían a sus hijos no les sirven alimentos que puedan dañarlos”.

La introducción de la AB 2316 viene después de la exitosa aprobación del año pasado de la AB 418, también de Gabriel, conocida como la Ley de Seguridad Alimentaria de California, que prohibió el uso de cuatro químicos peligrosos en los alimentos vendidos en California y ayudó a generar una conversación nacional sobre la necesidad de que Estados Unidos modernizará sus anticuadas leyes de seguridad alimentaria. 

Al igual que la Ley de Seguridad Alimentaria de California, la AB 2316 no prohibiría ningún alimento o producto específico; más bien, alentaría a las empresas a realizar modificaciones en los productos vendidos en California y ayudaría a impulsar una transición a nivel nacional hacia ingredientes alternativos más seguros.

“No se deberían permitir alimentos con colorantes sintéticos dañinos en las escuelas de California”, dijo Brian Ronholm, director de política alimentaria de Consumer Reports.

“Los colorantes alimentarios prohibidos por este proyecto de ley se han relacionado con síntomas neuroconductuales como la falta de atención y la hiperactividad que socavan la capacidad de los niños para aprender y tener éxito en la escuela”.

Se espera que en las próximas semanas, la AB 2316 sea escuchada y votada en el Comité de Educación de la Asamblea.

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