Una densa estela de humo, una tripulación rescatada en alta mar y una carga que terminó sepultada a cinco mil metros bajo el nivel del océano marcaron el desenlace del buque Morning Midas. Esta embarcación transportaba cerca de 3.000 vehículos nuevos con rumbo hacia México cuando dejó de operar en aguas internacionales del Océano Pacífico Norte, frente a la costa de Alaska.
El incidente comenzó el 3 de junio, luego de que la Guardia Costera de Estados Unidos recibiera una alerta desde la embarcación, que se encontraba a unos 490 kilómetros al suroeste de la isla Adak, en la zona de las islas Aleutianas. Desde el navío, se informó sobre la presencia de un incendio de gran magnitud que se originó en la parte posterior, exactamente en la cubierta donde estaban ubicados vehículos eléctricos e híbridos.
La tripulación, compuesta por 22 personas, fue evacuada a tiempo, lo que evitó consecuencias mayores en cuanto a personas afectadas. El Morning Midas, un carguero de 183 metros de eslora, quedó a la deriva, envuelto en humo denso y con una situación crítica debido a las baterías de litio, las cuales complicaron las labores para controlar las llamas.
El buque había salido desde el puerto de Yantai, en China, el 26 de mayo, y su destino era un puerto del Pacífico mexicano. Transportaba una combinación de automóviles eléctricos, híbridos y camiones tradicionales. Tras la emergencia, los equipos de salvamento llegaron varios días después, pero las condiciones meteorológicas desfavorables, sumadas a filtraciones de agua, impidieron que se lograra estabilizar la nave.
Finalmente, el lunes, el Morning Midas dejó de flotar y descendió completamente hasta las profundidades oceánicas, a unos 770 kilómetros del punto terrestre más próximo. Zodiac Maritime, compañía con sede en Londres y responsable del navío, informó que el hundimiento se produjo en una zona de más de 5.000 metros de profundidad, lo cual imposibilita cualquier intento de recuperación.
En respuesta a los posibles efectos ambientales, la Guardia Costera de Estados Unidos desplegó equipos especializados que incluyen remolcadores, barreras y materiales preventivos. El suboficial Cameron Snell indicó que “no hay contaminación visible en la superficie”, aunque Zodiac Maritime ha dispuesto una embarcación adicional con preparación para atender este tipo de eventos.
Este caso recuerda lo ocurrido en 2023, cuando otro carguero con un cargamento similar presentó un incendio en el Mar del Norte. En esa ocasión, el incidente duró una semana y llevó a las autoridades de los Países Bajos a establecer nuevos lineamientos de seguridad para este tipo de transporte marítimo.
Construido en 2006 y operando bajo bandera de Liberia, el Morning Midas transitaba por una de las regiones más aisladas y complicadas del Pacífico Norte, lo cual dificultó las tareas de rescate. Según MarineTraffic.com, su última señal fue captada antes de que se sumergiera en las aguas profundas del océano.
El caso ha puesto nuevamente bajo evaluación los protocolos de transporte marítimo internacional en relación con los vehículos eléctricos y sus baterías de litio, que representan un riesgo en situaciones de emergencia. Las autoridades continúan monitoreando el área mientras la carga permanece perdida en un entorno de altísima presión marina.