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Los bomberos comenzaron el jueves a frenar la propagación de incendios mortales y devastadores en el área de Los Ángeles después de que los vientos feroces que impulsaban las llamas de rápido movimiento disminuyeran, pero los incendios más grandes aún ardían fuera de control.
Los equipos pudieron eliminar una gran amenaza que estalló el miércoles por la noche en Hollywood Hills, cerca del corazón de la industria del entretenimiento, y por la mañana habían levantado una orden de evacuación para el área.
“Si bien aún enfrentamos amenazas significativas, tengo la esperanza de que la marea esté cambiando”, dijo la supervisora del condado de Los Ángeles, Kathryn Barger, durante una conferencia de prensa el jueves por la mañana.
El agua arrojada desde aviones ayudó a los equipos de bomberos a tomar rápidamente el control de los incendios en Hollywood Hills y Studio City, dijo la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. Gran parte de la destrucción generalizada alrededor de la ciudad ocurrió el martes después de que esos aviones se quedaran en tierra debido a los fuertes vientos.
Se esperaba que las ráfagas de viento se fortalecieran el jueves por la noche hasta el viernes por la mañana, y se espera otra ronda de vientos fuertes la próxima semana, lo que aumenta las preocupaciones de que las condiciones podrían empeorar, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
Pero el pronóstico diurno del jueves podría brindar una ventana para que los bomberos, incluidos los equipos que llegan de estados vecinos y Canadá, logren avances en el control de los incendios que han matado al menos a cinco personas, devastado comunidades desde la costa del Pacífico hasta Pasadena y obligado a miles de personas a huir de sus hogares.
La región metropolitana, hogar de 13 millones de personas, se vio empañada por escenas inquietantes de destrucción: en un lugar de Malibú, palmeras ennegrecidas se alzaban sobre escombros donde antes había casas con vistas al océano.
Las llamas del incendio Sunset en Hollywood Hills se dispararon el miércoles por la noche no lejos del Paseo de la Fama de Hollywood, el Teatro Chino TCL y Madame Tussauds. El capitán del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Erik Scott, dijo que los bomberos pudieron mantener el incendio bajo control porque “lo atacamos fuerte y rápido y la Madre Naturaleza fue un poco más amable con nosotros”.
Los bomberos dijeron el jueves que aún no saben la causa de los incendios, pero que están investigando activamente.
El viento alimenta los incendios
A principios de semana, vientos huracanados con ráfagas de hasta 129 kilómetros por hora levantaron brasas que encendieron cuadra tras cuadra en el vecindario costero de Pacific Palisades y en Altadena, una comunidad cerca de Pasadena.
Miles de casas, negocios y otras estructuras han sido destruidas en esos incendios, conocidos como los incendios de Palisades y Eaton. La jefa de bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, dijo que solo el incendio de Palisades ha quemado miles de estructuras costeras y que aún se están calculando los daños.
Las cinco muertes registradas hasta ahora fueron de esos dos incendios. Los perros rastreadores de cadáveres y los equipos de búsqueda están buscando entre los escombros y se espera que el número de muertos aumente, dijo el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna.
Si bien esos dos incendios ya no se estaban propagando significativamente, ambos permanecieron en un 0% de contención, dijeron las autoridades.
En Pasadena, el jefe de bomberos Chad Augustin dijo el miércoles que el sistema de agua de la ciudad estaba sobrecargado y obstaculizado aún más por los cortes de energía, pero incluso sin esos problemas, los bomberos no habrían podido detener el incendio que avanzaba rápidamente debido a las ráfagas de viento erráticas.
Aun así, se han planteado preguntas sobre por qué algunos hidrantes se secaron y qué causó que el sistema de agua colapsara cuando más se necesitaba.
Se ordenó la evacuación de 180.000 personas
En Pacific Palisades, una zona de ladera a lo largo de la costa salpicada de casas de celebridades, cuadra tras cuadra de casas y bungalows de estilo Misión de California quedaron reducidos a restos carbonizados.
Aproximadamente 180.000 personas están bajo órdenes de evacuación, y los incendios han consumido alrededor de 45 millas cuadradas (117 kilómetros cuadrados), aproximadamente el tamaño de San Francisco. El incendio de Palisades ya es el más destructivo en la historia de Los Ángeles.
Al menos 20 personas fueron arrestadas por saqueos y la ciudad de Santa Mónica declaró un toque de queda el miércoles por la noche debido a la anarquía, dijeron las autoridades.
Actores perdieron sus hogares
Las llamas destruyeron las casas de varias celebridades, entre ellas Billy Crystal, Mandy Moore y Paris Hilton. Varios monumentos del sur de California desaparecieron.
Jamie Lee Curtis prometió un millón de dólares para iniciar un “fondo de apoyo” para los afectados por los incendios que afectaron a todos los niveles económicos, desde los ricos de la ciudad hasta la clase trabajadora.
Una temporada de incendios más larga
Los incendios principales crecieron rápidamente en diferentes áreas que tenían dos cosas en común: casas densamente pobladas en lugares que están ahogados por vegetación seca que estaba preparada para arder. Las llamas se movieron tan rápido que muchos apenas tuvieron tiempo de escapar.
La temporada de incendios forestales de California está comenzando antes y terminando más tarde debido al aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones vinculadas al cambio climático, según datos recientes.
Los vientos secos, incluidos los famosos vientos de Santa Ana, han contribuido a que las temperaturas sean más cálidas que el promedio en el sur de California, que no ha visto más de 0,1 pulgadas (2,5 milímetros) de lluvia desde principios de mayo.
Recogiendo los pedazos sin ningún lugar a donde ir, Robert Lara, con lágrimas en los ojos, recorrió el jueves los restos de su casa en Altadena con la esperanza de encontrar una caja fuerte que contenía un juego de pendientes que alguna vez pertenecieron a su tatarabuela.
“Todos nuestros recuerdos, todos nuestros apegos sentimentales, las cosas que se regalaron de generación en generación, ahora se han ido”, dijo.
Su madre y su tío también perdieron sus hogares.
“No he dormido durante dos días enteros y me sigo preguntando qué hago. ¿Por dónde empiezo?”, dijo. “Estamos perdidos”.
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