Se terminó la temporada de verano de grandes desfiles y festivales al aire libre. Y en este particular, quedaron varias preguntas pendientes.
Tras la secuencia masiva de paradas culturales que definen a la ciudad de Nueva York, nuevamente el desfile de las Islas Occidentales del Caribe, conocido como Carnaval del Caribe, en Brooklyn, estuvo “manchado” por la violencia: quedó un saldo de cinco personas heridas de bala, de las cuales una murió este martes. Un hecho, que por lo frecuente, hizo encarar a las autoridades municipales la interrogante: ¿Qué hay que revisar en la seguridad de este evento en específico? ¿Debería suspenderse para revisar hasta determinar por qué esta fiesta, casi siempre termina en fatalidades?
En su rueda de prensa semanal, el alcalde Eric Adams aseguró que estamos terminando una época de calor, en donde se realizaron entre julio y agosto, grandes movilizaciones humanas, con una insignificante, incidencia violenta.
“Es impensable decir que vamos a suspender una actividad, que tiene que ver con la cultura y la existencia misma de nuestra ciudad, por un hecho muy lamentable, pero aislado. Es como decir, que debemos suspender el Desfile de Acción de Gracias de Macy`s por un incidente. Nosotros seguiremos trabajando proactivamente, con los organizadores de estos festivales, que inyectan vigor económico a estas comunidades”, razonó el mandatario.
Adams enfatizó que se retiraron 25 armas de las calles de Brooklyn solamente durante el pasado fin de semana. Además, se incautaron 10 armas a lo largo de la ruta del desfile, en su edición número 57.
“Seamos claros: un loco disparó a cinco personas, una sola. Cuando miras a esa persona, a la que vamos a encontrar, la eliminas de esta ecuación violenta y tienes a cientos de miles de personas que salieron este fin de semana y realmente escucharon el llamado de un J’ouvert pacífico y un Día de las Indias Occidentales pacífico“, consideró.
En las multitudinarias paradas en donde participaron millones de personas, como las de orgullo LGBTQIA, la parada puertorriqueña y las dominicanas de El Bronx y Manhattan, más allá de riñas personales, en donde aparecieron armas blancas y algunas escaramuzas violentas, en realidad, no se registraron hechos violentos que lamentar.
A la par, se realizaron centenares de conciertos y eventos de toda índole, en los cinco condados, que reunieron a miles de personas, sin saldos sangrientos.
¿Qué pasó en el Carnaval del Caribe?
Un joven de 25 años murió este martes, a causa de sus heridas después de que un sospechoso abriera fuego contra una multitud a lo largo del Carnaval del Caribe, que se celebra tradicionalmente en Crown Heights. Otras cuatro personas resultaron heridas. Hasta el cierre de esta edición se encontraban estables.
Todo pasó cuando un sospechoso ya identificado, cerca de la avenida Classon, disparó contra la multitud de miles de personas, que estaban disfrutando con música y bailes esta fiesta.
El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) aseguró que el tiroteo estaba relacionado con pandillas y fue un acto intencional hacia un grupo de personas.
La asesora principal del alcalde, Ingrid Lewis-Martin, agregó que habrá una “evaluación” de lo que la Ciudad podría haber hecho de manera diferente, “si es que hubiera algo que hacer”.
“La Uniformada, la comunidad y diferentes agencias discutirán qué medios adicionales de seguridad se podrán utilizar en estos eventos, si es que hay alguno. Tenemos que hacer una evaluación. Analizaremos qué funcionó este año y qué medidas podemos tomar en el futuro”, dijo la funcionaria.
Secuencia de violencia
El año pasado, al menos dos personas recibieron disparos y una tercera fue acuchillada en la misma celebración.
En 2015, el asistente del gobernador Andrew Cuomo, recibió un disparo mortal en la cabeza durante un tiroteo entre pandillas. Al año siguiente, dos jóvenes estudiantes fueron asesinadas a tiros en la celebración.
Frente a los cuestionamientos por las supuestas fallas de seguridad en este tipo de festivales culturales, que son parte de la historia de la Gran Manzana, Adams recalcó que “la ciudad no se dejará arrinconar por la minoría numérica, que participa en conductas delictivas. Los buscamos y los hacemos responsables. Es imperativo, que las otras partes del sistema de justicia penal no permitan que vuelvan fácilmente los violentos a nuestras calles”.
