Ayla Maria Freitas Tavares – ACONTECER DOMINICANO #FVDigital

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Las autoridades brasileñas investigan la muerte de Ayla Maria Freitas Tavares, una niña de 4 años, cuyo fallecimiento fue atribuido a asfixia por constricción cervical, de acuerdo con el informe emitido por el Instituto Médico Legal (IML).

El trágico suceso ocurrió en la vivienda familiar ubicada en Iturama, en el estado de Minas Gerais, donde la menor residía junto a su madre, Bruna Freitas Leal, y su bisabuela.

La abuela materna, señalada por la Policía Civil como principal sospechosa, es considerada la presunta autora del homicidio doblemente calificado, delito agravado por motivo fútil y por el medio empleado.

Según los registros del hospital de Iturama, la niña fue ingresada durante la madrugada ya sin signos vitales, presentando rigidez cadavérica y evidencias de maltrato físico, lo que indicaba que la muerte se había producido varias horas antes de su traslado al centro médico.

El certificado de defunción confirmó que el deceso no tuvo relación con una enfermedad o causas naturales, descartando la hipótesis inicial de dengue, que había sido mencionada por la madre de la víctima días antes del hecho.

Tres días previos al fallecimiento, Ayla había recibido atención médica por un cuadro febril que se atribuyó a esa infección viral.

Durante las declaraciones ante las autoridades, la madre sostuvo que la menor estaba al cuidado de la bisabuela cuando ocurrieron los hechos.

Tanto la abuela como la bisabuela negaron cualquier caída, golpe o accidente el día de la muerte.

Vecinos del vecindario señalaron que, en días anteriores, escuchaban con frecuencia que la niña “lloraba mucho”, aunque afirmaron no tener conocimiento de situaciones concretas de violencia o agresión dentro del hogar.

El Departamento de Policía Civil de Minas Gerais confirmó que se solicitó la prisión preventiva de la abuela materna, mientras continúan las diligencias para determinar la participación y responsabilidad de las otras familiares involucradas en el caso.

Por su parte, el padre de Ayla y la abuela paterna, residentes en Santa Fé do Sul, en el interior de São Paulo, se desplazaron hasta Iturama para colaborar con el proceso judicial y exigir el esclarecimiento completo de los hechos.



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