Tipos de termómetros
La elección del termómetro adecuado es esencial para obtener lecturas precisas. Aquí analizamos los diferentes tipos de termómetros disponibles en el mercado:
Termómetros digitales
Los termómetros digitales son los más comunes en la actualidad. Utilizan sensores electrónicos que permiten obtener lecturas rápidas y precisas. Estos dispositivos pueden ser utilizados de varias maneras:
Rectal: ideal para bebés y niños pequeños, ya que proporciona una lectura precisa.
Oral: usado comúnmente en niños mayores que pueden seguir instrucciones.
Axilar: aunque es un método práctico, generalmente ofrece resultados menos precisos que los anteriores.
Termómetros de oído
Los termómetros de oído, que utilizan tecnología infrarroja, son fáciles de usar y ofrecen resultados rápidos. Sin embargo, su precisión puede verse afectada por la acumulación de cera en el oído o la forma del canal auditivo. Este tipo de termómetro es adecuado para niños mayores de seis meses.
Termómetros de frente
Los termómetros de arteria temporal miden la temperatura en la frente y son especialmente útiles para obtener lecturas rápidas, incluso mientras el niño duerme. Son una opción cómoda y no invasiva, aunque su precisión puede ser variable.
Termómetros de tira plástica
Estos termómetros son menos precisos y funcionan cambiando de color al entrar en contacto con la piel. No se recomiendan para uso médico regular, pero pueden ser útiles como una medida rápida en casa.
¿Cómo tomar la temperatura?
La forma en que se toma la temperatura puede variar según el método elegido:
Medición rectal
La medición rectal es considerada la más precisa, especialmente en bebés. Para llevar a cabo este método:
Preparación: asegúrate de que el termómetro esté limpio y en buen estado. Lubrica la punta con un poco de vaselina.
Posición del niño: coloca al niño boca arriba o sobre tu regazo, asegurándote de sostenerlo con firmeza.
Inserción: introduce el termómetro suavemente en el recto, no más de 1 pulgada (2.5 cm). Mantén el termómetro en su lugar hasta que emita un pitido o la pantalla indique que la lectura está lista.
Medición oral
Este método es adecuado para niños mayores que pueden seguir instrucciones. Para tomar la temperatura oral:
Preparación: asegúrate de que el niño no haya comido ni bebido nada caliente o frío en los últimos 15 minutos.
Colocación: coloca la punta del termómetro debajo de la lengua del niño, hacia la parte posterior de la boca.
Cierre: pídele que cierre la boca y mantenga los labios apretados.
Medición axilar
La medición en la axila es un método menos preciso, pero es fácil de realizar. Los pasos son:
Colocación: coloca el termómetro en la axila del niño, asegurándote de que haga contacto con la piel.
Sujeción: presiona el brazo del niño contra su cuerpo para mantener el termómetro en su lugar.
Esperar: mantén el termómetro en su lugar hasta que indique que ha terminado.
Medición en el oído
Este método es rápido y efectivo, pero requiere cuidado. Sigue estos pasos:
Colocación: inserta suavemente el termómetro en el oído del niño, siguiendo las instrucciones del fabricante.
Mantenimiento: mantén el termómetro en su lugar hasta que emita un pitido.
Medición en la frente
Para medir la temperatura en la frente, sigue estos pasos:
Deslizamiento: desliza el termómetro suavemente a lo largo de la frente del niño.
¿Cuándo buscar atención médica?
La fiebre es una respuesta natural del cuerpo a infecciones y enfermedades, pero hay momentos en que es necesario buscar atención médica. Aquí te presentamos algunas pautas:
Bebés menores de 3 meses
Si un bebé menor de 3 meses presenta una temperatura rectal de 100.4 °F (38 °C) o más, es importante consultar a un médico de inmediato. Esto puede indicar una infección grave.
Niños de 3 a 6 meses
Para los niños en este rango de edad, si la temperatura alcanza los 102 °F (38.9 °C) y muestra signos de irritabilidad o letargo, se debe buscar atención médica.
Niños de 6 meses a 2 años
Si un niño de esta edad tiene una temperatura superior a 102 °F (38.9 °C) que persiste durante más de un día sin otros síntomas, es recomendable consultar a un médico. Además de la temperatura, observa otros síntomas que puedan indicar la necesidad de atención médica, como:
- Dificultad para respirar.
- Erupciones cutáneas.
- Vómitos persistentes.
- Letargo o irritabilidad inusual.
Interpretación de los resultados
Entender lo que significa la temperatura corporal es crucial para evaluar la salud de un niño. La temperatura normal generalmente se sitúa alrededor de 98.6 °F (37 °C), pero puede variar según varios factores. Hay una serie de factores que influyen en la temperatura:
Edad: los bebés y niños pequeños pueden tener variaciones más amplias en su temperatura.
Hora del día: la temperatura tiende a ser más alta por la tarde y noche.
Método de medición: las temperaturas rectales suelen ser más altas que las orales, y las axilares suelen ser más bajas.
A continuación, se presentan los rangos de temperatura para diferentes métodos de medición:
Método | Temperatura normal | Temperatura de fiebre |
Rectal | 97.9 °F – 100.4 °F | > 100.4 °F |
Oral | 97.6 °F – 99.6 °F | > 100 °F |
Axilar | 96.6 °F – 98.6 °F | > 99 °F |
Oído | 97.6 °F – 100.4 °F | > 100.4 °F |
Frente | 97.6 °F – 100.4 °F | > 100.4 °F |
Consejos para tomar la temperatura
Para asegurar que la medición sea precisa y efectiva, considera los siguientes consejos:
Preparación: asegúrate de que el termómetro esté limpio y en buen estado antes de usarlo.
Condiciones adecuadas: espera al menos 30 minutos después de que el niño haya comido, bebido o realizado actividad física intensa.
Método adecuado: elige el método de medición más apropiado según la edad del niño y la situación.
Registro de resultados: anota siempre la temperatura y el método utilizado para informar al médico si es necesario.