En Gloucester, Nueva Jersey, lo que comenzó como una actividad de recreación terminó en un evento de emergencia de gran magnitud. Una avioneta modelo Cessna 208B, empleada regularmente para saltos deportivos con paracaídas, se precipitó hacia una zona boscosa durante la tarde del miércoles 2 de julio, generando una situación catalogada por las autoridades como un suceso “con múltiples víctimas”.
El hecho ocurrió en las inmediaciones del Cross Keys Airport, una pista privada de Williamstown que es frecuentemente utilizada para vuelos turísticos y actividades relacionadas con el paracaidismo. La aeronave se desplomó al sur de North Tuckahoe Road, en un área de difícil acceso debido a la densa vegetación. Esto complicó las labores iniciales de los equipos de respuesta, que debieron desplegar un operativo especial para llegar al lugar.

De acuerdo con la Oficina de Gestión de Emergencias del condado, al menos cinco personas fueron trasladadas a centros médicos de la región. Sin embargo, aún no se ha confirmado el número exacto de ocupantes del monomotor. Testigos que compartieron información en plataformas sociales indican que entre 13 y 15 personas podrían haber estado a bordo, aunque esta cifra no ha sido verificada por las autoridades.
El piloto de la avioneta fue auxiliado por socorristas mientras se encontraba dentro de la cabina, y su extracción requirió maniobras delicadas debido al estado en que quedó la estructura del aparato. Además, se reportó un derrame de combustible de aproximadamente 190 litros, lo que añadió un riesgo adicional para los rescatistas.
Imágenes captadas desde helicópteros de medios de comunicación muestran los restos del fuselaje esparcidos entre los árboles, con técnicos de emergencia, bomberos y oficiales de policía trabajando en el lugar. La aeronave, utilizada para vuelos cortos con fines comerciales, es común en la zona, sobre todo para el desarrollo de actividades deportivas.

Luego del suceso, las operaciones del Cross Keys Airport fueron suspendidas temporalmente con el fin de facilitar el trabajo de los equipos de emergencia y de los organismos federales que ya iniciaron la investigación. Representantes de la Administración Federal de Aviación (FAA) y de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) fueron desplegados para llevar a cabo las diligencias correspondientes.
Por el momento, no se ha dado a conocer la identidad de las personas involucradas ni el estado detallado de salud de quienes fueron asistidos. Las autoridades continúan trabajando en asegurar el área, mitigar posibles impactos ambientales derivados del derrame de combustible y recopilar la información necesaria que permita determinar con precisión lo que provocó el incidente.


