Alrededor de cien trabajadores de aeropuerto y defensores del aire limpio se reunieron para hablar sobre el impacto negativo que tiene trabajar en el aeropuerto, vivir cerca de un aeropuerto o debajo de una ruta de vuelo.
“Si los aeropuertos no nos dan aire limpio, vamos a luchar”, dijeron los trabajadores durante una conferencia en South Gate donde la comunidad sufre por la mala calidad del aire.
El Sindicato Internacional de Empleados de Servicios – Trabajadores de Servicios Unidos Oeste (SEIU-USWW), que representa más de 2 millones de trabajadores de limpieza, guardias de seguridad y trabajadores de aeropuertos, anunció nuevos estudios para pedir de manera urgente que se mejoren las regulaciones de emisiones de las aerolíneas.
David Huerta el presidente del sindicato SEIU-USWW reconoció que es importante llamar la atención a los problemas medioambientales que rodean a la industria aérea y a los aeropuertos como LAX en particular.
“Hay un problema constante de impacto ambiental que hemos visto a través de nuestros miembros y la comunidad”, dijo Huerta. “Las industrias aéreas fueron el cuarto mayor contaminador de emisiones de carbono en el estado de California, pero estas aerolíneas no están obligadas a informar sobre las emisiones de gas al estado o al gobierno federal”.
Según un comunicado del sindicato SEIU-USWW, trabajadores de aeropuerto y de comunidades cercanas a aeropuertos sufren niveles desproporcionadamente mayores de enfermedades respiratorias, incluyendo asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En el 2020, alrededor de 20 niños de escuela primaria en Cudahy fueron rociados por el propulsor del avión cuando un vuelo de LAX a Shanghái tuvo que dar la vuelta debido a un problema en el motor y arrojó combustible para reducir el peso antes de aterrizar, según un reporte del LA Times.
Oscar Antonio empezó a trabajar en el aeropuerto de LAX en el 1999 y después de muchos años trabajando como guardia de seguridad le dio neumonía en el 2013 y después fue diagnosticado con asma crónica.
Antonio dice que no podía respirar porque el dolor era como si le hubieran metido un cuchillo y tuvo que dejar de trabajar por un mes, pero su historia es común.
“La mayoría de nuestros empleados tienen enfermedades respiratorias de asma y también padecen muchas alergias”, dijo Antonio.
De acuerdo con un estudio de salud pública de los condados de Seattle y King, el escape diésel, que es similar al escape de combustible de avión, es un carcinógeno conocido y en las comunidades cerca del aeropuerto SeaTac las muertes de cáncer dentro de 5 millas fueron un 20% más comunes que en el resto del condado.
Antonio como muchos otros trabajadores de la unión quieren que se encuentre un combustible diferente que no sea fatal para los trabajadores ni para la comunidad.
Hasta la fecha, no hay un combustible que se ha presentado para reemplazar el combustible de aviones que actualmente se usa y varias organizaciones gubernamentales han apoyado la investigación de combustible de aviación sostenibles (SAF).
El sindicato espera ver que en este año la Junta de Recursos del Aire de California (CARB) arregle el estándar de combustible bajo en carbono que es un programa diseñado para promover una transición limpia para combustibles en el estado.
“California ha tomado la delantera en la lucha por los derechos ambientales y creo que este es un tema que hemos visto una y otra vez: hay un punto ciego cuando se trata de regular la industria aérea”, dijo el presidente del sindicato Huerta. “Creo que California tiene la responsabilidad ante sus residentes y ante los trabajadores de garantizar que lo que el gobierno federal no está dispuesto a hacer, California debería estar dispuesto a hacerlo”.