Santiago.– Jhonattan Paulino Rodríguez fue entregado a las autoridades como el tercer señalado dentro del incidente vinculado a un delito ocurrido en la Plaza Gómez Díaz, ubicada en la avenida Hispanoamericana, donde una mujer quedó como fenecida y cuatro personas resultaron afectadas mientras intentaban despojarla de sus joyas, según los reportes conocidos que describieron la situación registrada en ese espacio concurrido.
La Policía Nacional comunicó que el señalado es considerado el presunto coordinador de una estructura dedicada a la sustracción de prendas en zonas comerciales, una operación que estaba bajo análisis desde semanas previas debido al patrón repetitivo observado en distintos puntos de Santiago y que había captado la atención de quienes realizaban seguimiento constante a los movimientos reportados en áreas de mayor actividad.
De acuerdo con los informes oficiales, la red actuaba mediante movimientos breves y precisos, seleccionando objetivos en espacios concurridos y aprovechando momentos de tránsito fluido, razón por la cual las autoridades reforzaron la vigilancia preventiva desde inicios de noviembre ante la recurrencia de sucesos que mostraban un método similar aplicado en varios escenarios donde se habían identificado comportamientos coincidentes para su verificación.
La entrega de Paulino Rodríguez se produjo después de varios días de búsqueda activa, periodo en el cual se recopilaron registros, testimonios y elementos que lo situaban como figura relevante dentro de los hechos analizados, lo que permitió a los investigadores vincular sucesos recientes y avanzar en la identificación completa de la estructura señalada por su participación en los eventos mencionados en los documentos oficiales revisados.
Según la institución, el señalado también era buscado por su presunta vinculación con el evento en el que el exintegrante de la Dirección Central de Investigación, Joel Donatilio Torres, quedó como difunto durante un intento de despojo de sus joyas en el sector El Ejido el pasado 9 de noviembre, un suceso que contribuyó a agilizar las indagatorias consideradas prioritarias en ese momento por las autoridades competentes.
Ese episodio permitió relacionar de manera directa ambos casos debido a coincidencias en zonas, horarios y forma de aproximación utilizadas por quienes participaron, lo que consolidó la hipótesis de una misma red que operaba bajo lineamientos comunes y motivó a los responsables de seguridad a fortalecer patrullajes y mantener monitoreos focalizados en áreas consideradas susceptibles según las observaciones previamente documentadas.
Desde hoy, la Policía mantiene dispositivos de supervisión reforzada, con agentes asignados a labores de inteligencia, análisis de desplazamientos y verificación de rutas, medidas orientadas a garantizar la continuidad de las investigaciones y a definir la responsabilidad individual de cada integrante que pudiera estar involucrado en los hechos actualmente examinados por los equipos que procesan la información recopilada.
Los demás implicados permanecen bajo custodia mientras avanzan las diligencias procesales correspondientes, y la institución reiteró que el proceso se desarrolla según los protocolos establecidos, en espera de completar la información necesaria para esclarecer de manera íntegra la cronología y las circunstancias asociadas a ambos incidentes incluidos en los informes presentados ante las autoridades competentes.