Agencias.- Trabajadores con trajes de bioseguridad retiran bolsas negras de un contenedor en la sede forense de Guayaquil, donde un fuerte olor a putrefacción inunda desde hace días esta zona de la ciudad, epicentro de la violencia vinculada al narco en Ecuador.
«Fumo para aliviar el olor», dice a la AFP un hombre que pide no ser identificado mientras avienta una bocanada de humo. Espera el cuerpo de un familiar en medio del insoportable calor en el principal puerto del país, donde aumentan cada vez más los cuerpos no identificados.
Vecinos y algunos familiares que se acercan a buscar los restos de sus seres queridos empezaron a sentir el olor a putrefacción hace unos días.
Sin datos oficiales, reportes de prensa señalan que en el centro del Servicio Nacional de Medicina Legal hay más de 200 cadáveres sin identificar o cuyos familiares no han ido a retirar en meses.
Las autoridades reconocieron el martes que «debido al incremento de la violencia criminal en el país existe un mayor número de cadáveres NN», es decir no identificados, en los centros forenses de Guayaquil, donde operan las principales bandas aliadas con carteles del narcotráfico extranjeros.
Además del aumento en la cantidad de cuerpos, «dos contenedores refrigerados» de la morgue han sufrido daños, añadieron.
En las imágenes obtenidas por la AFP el jueves, se puede ver a forenses moviendo cadáveres de un contenedor. Los introducen en ataúdes y los cargan en autos fúnebres.